Axel Kicillof y sus patrulleros, un móvil para la proyección nacional

Axel Kicillof y sus patrulleros, un móvil para la proyección nacional

Con la ayuda a Santa Fe, el gobernador trasciende las fronteras de Buenos Aires. Invitación a otras provincias y respuesta a las críticas de la oposición.

 

Por Lucio Di Giuseppe

Más allá de las necesidades concretas en materia de seguridad, Axel Kicillof parece haber encontrado con su asistencia a Santa Fe una ventana por donde penetrar en otros territorios y profundizar su proyección nacional. "Esto tendría que ocurrir con otras provincias, para poder coordinar recursos y asistirnos en momentos de emergencia", dijo el gobernador de Buenos Aires.

La frase la dijo, como al pasar, en la conferencia de prensa que brindó este lunes en San Nicolás, donde finalmente se concretó la foto menos pensada con Maximiliano Pullaro. El vínculo quedó en los primeros planos tras el envío de ochenta patrulleros a Rosario ante un nuevo rebrote de violencia en la ciudad santafesina.

El gobernador Pullaro es una de las figuras del otro lado de la grieta con las que el bonaerense tiene un vínculo cada vez más profundo y multitópico. No solo colaboran en materia de seguridad, sino que también lo aúnan posturas en el terreno de la pelea por recursos con la Casa Rosada. No es el único: También lo tiene con Martín Llaryora, otro pope provincial enfrentado a Javier Milei.

 

 

Buenos Aires, al rescate de las “provincias hermanas”

Con Pullaro a su lado, quien le había agradecido una y otra vez el gesto, Kicillof dijo que su provincia “no puede hacerse la distraída” porque Santa Fe “es una provincia hermana y el problema es el mismo”. “Si hoy decimos que Santa Fe se arregle sola, mañana si nos pasa a nosotros no nos gustaría que nos dejen solos”, justificó su accionar.

Lo dicho le dio pie a la declaración de más alto voltaje: “Esto tendría que ocurrir con otras provincias para poder coordinar recursos y asistirnos en momentos de emergencia, y trabajar en términos de inteligencia criminal y en términos de colaboración judicial, entre las provincias y con el gobierno nacional para dar una respuesta contundente a distritos complejos”.

Axel Kicillof y Maximiliano Pullaro

El gobernador aprovechó para teñir sus dichos con los leit motivs que rigen su gobierno, dándole sustento a la tesis que pone a su ayuda en el marco de un plan para nacionalizarse: “La provincia de Buenos Aires sabe que nadie se salva solo” y “nuestro gobierno reafirma que sin un Estado presente estas cosas no se solucionan” fueron dos de los hits que tocó.

Cuidar la retaguardia, la tarea de Axel Kicillof

Nacionalizar sin descuidar el pago chico es un desafío. La ayuda de Kicillof a Santa Fe tuvo su correlato en la oposición bonaerense, lo que incluyó una denuncia por incumplimiento de los deberes de funcionario público. El gobernador explicó que eran vehículos que tenían “en reserva” y no que fueron retirados de algún municipio bonaerense. Además, minimizó la cantidad: “En la provincia tenemos 6 mil patrulleros en la calle, con lo cual 80 no es una proporción que haga enorme diferencia”.

Los gobernadores precisaron que el contrato de comodato entre provincias tiene un plazo de 45 días extendible por 45 días más, pero que la idea es que Santa Fe los devuelva cuando comience a recibir los patrulleros de una compra que está instrumentando. “Las entregas de móviles a veces demoran mucho tiempo por la situación de la industria automotriz. Así que, ¿cómo no colaborar con 80 vehículos?”, se preguntó el bonaerense. Pullaro, a su lado, quiso llevar tranquilidad y avisó que en treinta días empezarían a llegar los móviles que compró.

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