Con aumentos y sin primeras marcas: qué se discute sobre los "nuevos" precios congelados

Con aumentos y sin primeras marcas: qué se discute sobre los

Comercio Interior mantiene encuentros mano a mano con las alimenticias, que quieren acordar aumentos de precios periódicos durante el año que viene.

 

El 8 de enero se pondrá en marcha el nuevo esquema de precios con el que el Gobierno intenta al menos poner un pie sobre la inflación. La intención es consensuar qué productos y a qué precios integrarán el listado oficial, aunque por el momento no hay grandes acuerdos.

Una de las ideas oficiales es que los precios ya no estén congelados, sino que se permitan retoques de forma periódica. El eje de la discusión en este sentido tiene dos aristas.

El primero, de cuánto será esa suba "legal", que en principio se daría de forma mensual. De las primeras reuniones que los representantes de la Secretaría de Comercio Interior mantuvieron con las compañías surgió que esos incrementos podrían llegar al 2% en algunos casos en particular.

Esa cifra está muy lejos de las pretensiones de las alimenticias, que entienden que quedarían muy por detrás de la inflación, sobre todo si se toman como referencia los índices que se vienen observando en los últimos meses.

Del lado del Gobierno entienden esa postura pero afirman que, si se habilitaran incrementos superiores, no se estaría cumpliendo con el objetivo del programa, es decir "contener las subas de precios y acercar determinados productos a quienes hoy no tienen acceso".

El otro gran punto de conflicto es qué hacer con la inflación acumulada que tienen muchos productos, como consecuencia de las regulaciones oficiales.

Las alimenticias pretenden que se aproveche esta suerte de relanzamiento del programa para "reacomodar" el retraso que muestran esos productos luego de algunos meses de congelados sus precios.

Por el momento no hubo grandes avances al respecto, aunque se estima que es un punto en el que se podría llegar a alguna suerte de consenso, aunque más cerca de la postura oficial -aplicar una leve suba- que de la de los empresarios, que piden recuperar todo lo perdido.

Los empresarios afirman que para esta nueva etapa del programa habría que aplicar un incremento "de entre 15% y 20%".

"Sería una locura porque de ese modo se estaría tirando a la basura todo lo que se logró con el congelamiento de precios", sostienen quienes defienden la postura del Gobierno.

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Como parte de estas negociaciones que se llevan mano a mano entre Gobierno y empresas, las compañías quieren además sacar a sus primeras marcas del listado oficial. Esta opción no es mal vista por el Gobierno, aunque por el momento no es un tema cerrado. A cambio de esto, sin embargo, se podría exigir que ingresen más productos a Precios Cuidados.

Uno de los grandes objetivos de las compañías alimenticias es eliminar a sus primeras marcas del listado de productos con precios congelados

Comercio Interior también quiere poner la mira en el momento inicial de la comercialización de los alimentos, es decir cuando son distribuidas a sus clientes. De esta forma pretende que no se genere una dispersión de precios al momento de venderlas a sus clientes.

Buscan que haya valores similares para todos los compradores directos, algo que en las empresas entienden que no es practicable.

El conflicto aquí pasa porque las alimenticias cuentan con diferentes variables de precios a la hora de vender sus productos, que tienen que ver con la forma de pago o el volumen de compra, entre varios otros argumentos.

 

"Imponer un precio unificado no tiene ningún sentido; es impracticable. Por ejemplo, en algunos punto de venta con ciertos productos se puede ir a pérdida porque se sabe que se gana con otro. Son diferentes variables las que influyen en los precios", apuntan.

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