Tras el "faltazo" de la última edición, el ministro de Economía llega al Cicyp con la presión de mostrar una hoja de ruta de crecimiento real y abandonar el relato del ajuste fiscal. Los dueños de las empresas exigen reglas claras a 10 años.
Eugenia Muzio
En medio del clima favorable postelectoral de parte de los mercados que goza el Gobierno, el ministro de Economía, Luis Caputo, deberá enfrentarse a la mirada de los empresarios más importantes del país. Aún alineados a las políticas de Javier Milei, el establishment siente que es un momento de inflexión y tiene la expectativa de que el titular del Palacio de Hacienda abandone la narrativa de la herencia y el "déficit cero" para empezar a hablar de la economía real. Tras su "faltazo" en la última edición -en la que envió a un Federico Sturzenegger que terminó retando a la platea corporativa-, la paciencia parece haberse agotado.
Este miércoles, el jefe de la cartera económica asistirá al último almuerzo del año del Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (Cicyp), el núcleo duro del "círculo rojo" donde confluyen las cabezas del Grupo de los Seis (G6) -industria, campo, comercio, construcción, bancos y bolsa- y en sus eventos miden la temperatura de la administración de turno, validan rumbos o marcan la cancha.
Motores apagados y exigencia de previsibilidad
En la previa, la coincidencia entre los hombres y mujeres de negocios es unánime: ya no alcanza con celebrar el orden financiero si los motores de la producción siguen apagados, con capacidad instalada al 57% y una recuperación en V que nunca llegó. "Todos esperamos que explique cómo ese orden macro se va a traducir en mejora concreta del salario real, del empleo y de la pobreza", planteó el vicepresidente de la Sociedad Rural, Marcos Pereda Born, en diálogo con PERFIL.
Argentina exportará gas de Vaca Muerta a Europa durante ocho años, tras un acuerdo energético histórico
"Me gustaría escuchar señales fuertes de previsibilidad: reglas de juego estables a 5 o 10 años y una definición sincera de la estrategia cambiaria", aseguró y detalló una lista de exigencias: “Más importante aún, que marque con claridad la hoja de ruta para pasar de la emergencia al crecimiento: cuáles van a ser los motores de la próxima etapa (energía, minería, agro, industria exportadora, economía del conocimiento) y con qué cronograma de reformas tributarias, laborales y regulatorias piensan acompañar al sector privado para invertir, producir y generar empleo”.
El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, uno de los sectores más golpeados por el freno total de la obra pública, pidió que el ministro deje de lado las pizarras de la City: "Me gustaría que en vez de hablar del tema financiero hable de la economía real, el día a día. De la construcción y de cómo recuperar la industria".
El recuerdo reciente de la Conferencia Industrial, a la que Caputo fue a hablar durante una hora y repitió un discurso centrado en lo financiero, sin siquiera mencionar la palabra industria, es el antecedente que hace dudar. Otros asistentes que prefirieron el off the record coincidieron con el pedido: terminar el 2025 con un mensaje sobre el futuro y que la etapa del “sufrir” para ver el crecimiento haya terminado para, entonces, ver la recuperación real. Y aunque las reformas laboral, tributaria y previsional son tres grandes semillas de expectativa, el empresariado quiere escuchar señales concretas. “Igual no tengo mucha fe”, se sinceró una fuente del sector financiero.
El antecedente de la tensión con Sturzenegger
Meses atrás, Pereda organizó uno de los típicos almuerzos en el hotel Alvear con el ministro de Economía, su último evento como presidente del Cicyp. Pero, el mismo día, el “Messi” de las finanzas avisó que no iría y Sturzenegger apareció en su lugar. El cambiazo causó desagrado entre los asistentes y más aún cuando el ministro de Desregulación lanzó fuertes críticas por pedir baja de impuestos en vez de “gastos”.
Acorralado por la crisis del blanqueo permanente, Luis Caputo esquivó a un círculo rojo sumido en la incertidumbre
El vice de la SRA encaró ese mediodía de mayo al funcionario por la “hoja de ruta” de las retenciones a las exportaciones del agro. “Todos los impuestos son distorsivos. Marcos, hablás de retenciones, pero si pregunto aquí qué impuestos hay que bajar, seguramente habrá distintas propuestas. Se hablará del impuesto al cheque, por ejemplo. Lo relevante no es la baja de impuestos, sino la baja del gasto y, lo verdaderamente relevante, es la motosierra", apuntó el ministro desregulador y lanzó una chicana: “El campo no es mano de obra intensiva”.
La carta de Bulgheroni para descomprimir
Días después, Bettina Bulgheroni asumió la Presidencia del cónclave empresario. Ocupa el máximo cargo en Fundación Educando; titular y accionista de FM Milenium; y presidenta de SAMCONSULT S.A, se trata de una dirigente de buena relación con el Gobierno -con un vínculo especial con Karina Milei- y su llegada buscó descomprimir la tensión con la Casa Rosada. Ahora es ella quien cursa la invitación y recibirá a Caputo, cuya presencia, por ahora, fue confirmada por fuentes del Palacio de Hacienda a este medio.





Comentá la nota