Sin nombrar al 8N, la Presidenta pidió ayer reflexión, sensatez y tranquilidad frente a los reclamos y llamó a evitar las provocaciones de aquellos que quieren el retorno del “régimen ultraconservador”.

En un acto desde la localidad santafesina de Villa Constitución, Cristina dijo que no hay que renunciar a los reclamos, en lo que podría ser una mera referencia a los sectores que la semana pasada protestaron masivamente contra las políticas del gobierno. “Quiero decirles que no hay que renunciar a los reclamos y hay que seguir adelante, pero hay que hacerlo con la sensatez de que vivimos en un mundo cada vez más complicado”, señaló la mandataria al inaugurar la planta de Laminados S.A.

“Tenemos que ser muy inteligentes, muy sensatos y muy tranquilos frente a las provocaciones para volver a retornar al régimen ultraconservador que arruinó la Argentina. No les vamos a hacer el juego, no nos vamos a dejar provocar”, enfatizó.

Al ingresar en la fábrica fue ovacionada por los jóvenes de La Cámpora, a los que ella acompañó en los cánticos en recuerdo a Néstor Kirchner. Frente a la presencia de algunos gremialistas, la mandataria criticó a los sindicatos el mismo día que la CGT opositora de Hugo Moyano y la CTA disidente de Hugo Micheli convocaron a una marcha a la plaza de Mayo el 20 de noviembre.

El reproche presidencial apuntó a aquellos sindicalistas que “nunca se quedan sin trabajo” y, en cambio, son los trabajadores los que sufren las consecuencias cuando hay una crisis. Acompañaron a la mandataria varios funcionarios nacionales. También la acompañaron en el estrado el titular de la CGT, Antonio Caló, y el secretario adjunto a la CTA, Pedro Wasiesko.

En la segunda aparición después del 8N, Cristina hizo una enérgica crítica a las privatizaciones del menemismo, cuestionó a los fondos buitres que retienen en Ghana a la fragata “Libertad”, y advirtió: “Para la derecha y los trogloditas, los científicos, los filósofos, los que piensan son enemigos, porque sirven para crear conciencia”.

Calificó como policlasista al proyecto político que comenzó en 2003, un modelo que apunta, señaló, a “recuperar a los trabajadores, científicos, investigadores, jubilados y a aquellos que no han llegado y aunque a algunos les moleste, a la Asignación Universal por Hijo”.

En la primera visita de una jefa de Estado a Villa Constitución, el gobernador socialista Antonio Bonfatti auspició de anfitrión y aprovechó para reclamar a la Nación la autorización para la adjudicación de una zona franca en esa zona de la provincia. Ni Cristina ni Bonfatti hicieron referencia al escándalo por los presuntos vínculos de la policía santafesina con narcotraficantes. Fue un encuentro de gestos cordiales y palabras amistosas. Antes de la Presidenta, el mandatario provincial festejó y agradeció la visita de la jefa de Estado, y destacó la necesidad de “trabajar juntos para acrecentar el futuro del país”.

Después de recorrer la planta de laminados de acero, Cristina regresó inmediatamente a Buenos Aires. Primero pasó por la residencia de Olivos, y pasadas las 18.30 arribó a la Casa Rosada para mantener audiencias que no fueron informadas oficialmente. Por el despacho presidencial, pasaron el presidente de YPF, Miguel Galuccio; el viceministro de Economía, Axel Kicillof; el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; el secretario general, Oscar Parrilli, y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini.

La mandataria recibirá mañana a un grupo de intendentes de San Juan y el jueves encabezará un acto en General Rodríguez, una visita que fue pospuesta durante el reposo de la hipotensión.