Entre sonrisas y saludos afectuosos, el acto por los 100 años de YPF fue subiendo de temperatura a medida que avanzaban los discursos. Si bien Cristina mantuvo un tono pedagógico y sereno, sobre el final de su discurso acusó de manera bastante directa a Alberto Fernández de entregarle más de 200 millones de dólares de reservas a Techint, sin exigirle que produzca los caños para el gasoducto de Vaca Muerta en el país.

"Tampoco creamos que vamos a salvarnos porque vamos a tener 33 mil millones de dólares de exportaciones de Vaca Muerta. Tenemos también que comenzar a exigir", comenzó Cristina y agregó: "Hay que pedir que la chapa laminada que producen en Brasil para hacer los caños la hagan acá, en Argentina". Para enseguida quejarse que en la empresa de Paolo Rocca "se giran los dólares entre ellos".

Como reveló LPO, Alberto en el pico del enfrentamiento con Cristina eligió recostarse sobre el establishment y en especial selló una alianza con Paolo Rocca, que incluyó una cena en Olivos. Por eso, Alberto mantuvo el rostro adusto cuando Cristina cuestionaba al dueño de Techint y cuando fue su turno de hablar, hizo una mención al paso, casi para cumplir.

"Tiene razón Cristina. En la charla que tuve el otro día con el presidente de Techint, para que no hablemos con eufemismos, le planteé mi preocupación por qué ellos hagan su aporte en ese proyecto", dijo sobre la obra del gasoducto Néstor Kirchner, sin precisar que tipo de aporte le reclamó.

Pero no fue el único contrapunto. También hubo un sutil juego de mensajes en torno a la estatización de YPF que concretó Cristina en su segundo mandato, cuando Alberto ya no era su jefe de Gabinete.

 "Venía pensando, porque tuve una hora de viaje (tránsito insoportable, pero es buena señal), que de esto, de cosas como estas se trata la política. No son promesas de futuro mejor. No son eslogan ni marketing. Si yo me pongo a pensar en Vaca Muerta y todo lo que puede producir, esa política no la construimos ahora sino el día que recuperamos YPF", empezó Cristina.

Para enseguida mostrar las tapas de los diarios Clarín y La Nación del 2012, con fuertes títulos en contra de la estatización de la petrolera. En ese momento Alberto Fernández estaba contratado por YPF -entonces en manos de Repsol-, como el mismo reconoció. Cobraba un salario de 25.000 pesos equivalentes a 5 mil dólares. Luego cuando el gobierno de Cristina pasó a controlar la compañía, Alberto se quedó sin contrato. Enojos de larga data.

La respuesta de Alberto, que aguantó la exhibición de las tapas de los diarios con cara de hartazgo,  llegó cuando le tocó hablar. "Que YPF esté en manos del Estado no es garantía de nada. Porque en política no todo es lo mismo. ¿Y qué quiero decir? Quiero decir que puede haber una YPF del Estado en manos de los que llaman estrafalarios a los que no quieren endeudarse", dijo, un poco confuso, aludiendo al video que exhibió Cristina sobre el ex ministro macrista Nicolás Dujovne "elogiando" la "estrafalaria" política del gobierno de la ahora vicepresidenta que desendeudó el país.

Y cerrando su discurso, como respuesta global a los largos tramos de Cristina elogiando los 12 años de gobierno kirchnerista, Alberto en un intento por citar a Luis Alberto Spinetta, afirmó: "No me vengan con que todo tiempo pasado es mejor. Mañana es mejor y el mañana empieza hoy".