La Unasur propone una comisión de paz

Planteó formar un grupo de cancilleres para facilitar el diálogo entre el oficialismo y la oposición
A pedido del presidente Nicolás Maduro, y aprovechando la concurrencia de todas las delegaciones sudamericanas para el cambio de mando en Chile, ayer se llevó a cabo la reunión extraordinaria de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para tratar la crisis política y social que azota a Venezuela, y se acordó un fuerte llamado al diálogo entre el oficialismo y la oposición.

La extensa reunión, que hasta anoche buscaba afinar los puntos para dar cuerpo a una resolución formal, planteó la conformación de una comisión multinacional de cancilleres que viaje a Venezuela para facilitar el entendimiento entre el gobierno y la disidencia.

El encuentro tuvo lugar en el hotel Sheraton y fue acompañado por una pequeña pero ruidosa manifestación de venezolanos residentes. Fue presidida por Surinam, que detenta la secretaría pro témpore, e integrada por los cancilleres de los doce países miembros, entre ellos, el venezolano Elías Jaua, el argentino Héctor Timerman, el chileno Heraldo Muñoz y el brasileño Luiz Alberto Figueiredo.

"Nada de lo que afecte a un país hermano nos es ajeno", dijo el canciller chileno, secundado por su par colombiana, María Ángela Holguín. "Lo que queremos es que Venezuela se encarrile en un camino del diálogo, de la conciliación y logre estabilidad", aseveró Holguín.

El canciller venezolano, Elías Jaua, hizo entonces una larga exposición sobre la situación actual de su país.

En la antesala, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y otros mandatarios dieron una fuerte señal de respaldo al gobierno de Maduro.

"Necesitamos construir un ambiente de acuerdos, consensos y estabilidad en Venezuela", dijo Rousseff, respaldada por el presidente de Ecuador, Rafael Correa.

"Es claro que hay intentos de desestabilización de un gobierno democrático. Eso no se puede permitir", estableció Correa.

"No apoyaremos ningún movimiento que quiera derrocar a un gobierno democráticamente electo", completó Michelle Bachelet.

Con manifiesta habilidad, el canciller Jaua consiguió durante su paso por Chile que el grueso de los presidentes latinoamericanos y la totalidad de los cancilleres respaldaran "la defensa de la democracia y la institucionalidad", según señaló, mencionando específicamente a Cristina Kirchner, Evo Morales y Rafael Correa.

"En América latina y especialmente en la región sudamericana, ya no hay espacio para los golpes violentos", explicó Jaua.

De acuerdo con fuentes diplomáticas, las negociaciones previas entre los miembros de la Unasur fueron categóricas en cuanto a respetar dos de las condiciones solicitadas por Maduro: no atender a la intromisión norteamericana sugerida por el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y dejar fuera de toda participación a la OEA y a su secretario general, José Miguel Insulza.

Así, los cancilleres acordaron previamente buscar una solución que garantizara el resguardo de los derechos humanos, la búsqueda del entendimiento y el respeto por la democracia.

También se recogió la moción realizada anteayer por Rousseff, la primera en revelar públicamente la posibilidad de nombrar una comitiva de países sudamericanos para acercar el diálogo entre el oficialismo venezolano y la oposición.

La propuesta fue bien recibida por Maduro. "Bienvenida la comisión que elija la Unasur para venir a acompañar y a fortalecer el proceso de diálogo nacional y todas las iniciativas para la defensa del sistema constitucional (...) Bienvenido el apoyo de América latina que sabe la verdad de Venezuela", dijo ayer el mandatario durante su programa de radio..

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