Retruco a la carta de De la Sota

Retruco a la carta de De la Sota

El “sciolismo” desde este lunes estará instalado en un hotel céntrico manejando la campaña del Frente para la Victoria en Capital.

 Se asegura que por los pasillos del lobby desfilarán seguidos Olga Riutort y Carlos Alesandri, entre otros dirigentes del espacio, con la presencia del operador Nicolás Milazzo.

Por la mañana temprano llegará el ministro de Trabajo de Scioli, Oscar Cuartango, para encabezar la primera actividad de lo que consideran una semana clave. Una reunión con el titular del Sindicato de Empleados Públicos (SEP), José Pihen, en la que el titular de los estatales alineará a otros gremialistas afines con el respaldo a Scioli, será el aperitivo para luego elaborar una respuesta más contundente a la carta que dio a conocer ayer José Manuel de la Sota y donde asegura que “ni Scioli ni Macri son peronistas”.

“Queremos dejar en claro que el peronismo es el que está de esta lado (del FpV) dijo un referente del sciolismo”, y dejaremos demostrado que él (por el gobernador) está “jugando para otro lado”. «Si grita truco, nosotros le cantaremos el quiero retruco», expresó.

Radicales, muy molestos con Prat-Gay

Enojo y malestar en las filas de la Unión Cívica Radical por el sincericidio de Alfonso Prat-Gay, uno de los principales economistas del PRO, con chances de convertirse en jefe de Hacienda si Mauricio Macri se impone en el balotaje. Prat-Gay reeditó la antinomia decimonónica de Sarmiento, civilización o barbarie, pero con elementos bien discriminatorios del siglo XXI.

Sintéticamente, el economista dijo que como somos “un país muy culto” (no, no llegó a afirmar que somos un país más parecido a Europa que la Región), no podemos ser gobernados por “caudillos del interior”, ni del norte ni del sur. Luego, en un alarde de porteñismo antifederal pocas veces visto en público, Prat-Gay puso como máximo de lo insoportable que “venga un fulano de Santiago del Estero” y quiera ser presidente de la Nación. 

“Estamos muy consternados, muy enojados con este señor”, dijo el viernes un radical muy cercano al intendente Ramón Mestre. “Somos un partido federal, no como el PRO, que son puro porteño”, declaró, para luego asegurar que esto es “una más en la cantidad de diferencias que tenemos”. Sin embargo, la decisión es “lavar los trapos sucios en casa” y evitar críticas en público. Al menos hasta después del balotaje.

De la Sota y su opción “personal”

El fin de semana se conoció un texto del gobernador saliente José Manuel de la Sota en el que llama a los peronistas a no votar por el candidato presidencial del PJ, Daniel Scioli en el balotaje. El comunicado se conoció luego de que el PJ Córdoba anunciara su decisión de dar “libertad de acción” a sus simpatizantes en la instancia decisiva del 22 de noviembre y aclarara que la postura de De la Sota de no votar al ‘peronismo’ es “personal”.

No tan personal, teniendo en cuenta que el gobernador difundió ampliamente su definición de no votar a Scioli, y que el tema fue ayer título de tapa en un importante matutino de la provincia. Para explicar porqué no votar PJ, De la Sota volvió a su tesis de que Scioli no es peronista (tampoco Macri, aclara, como si fuera necesario), y recordó que el Frente para la Victoria “discriminó” a Córdoba durante los últimos ocho años. Con esto apuntó directamente a la presidenta Cristina Kirchner, con quien tiene una histórica mala relación, y dejó al margen al fallecido Néstor Kirchner. No es fácil pelearse con un muerto.

Líder del 6 por ciento

En otro tramo de la carta con que De la Sota, convocó a no votar a Scioli en el balotaje, desnudó su intención de dedicarse en los próximos años, a “construir un peronismo renovado, pacificador, federal, con ideas innovadoras”. El gobernador saliente aspira a ser quien lidere ese peronismo post kirchnerismo.

Sus principales adláteres hablan de esta futura etapa como de una especie de “segunda renovación peronista”, en alusión al proceso interno que encabezaron a mediados de los ’80 dirigentes como José Luis Manzano, Antonio Cafiero, Carlos Grosso, Julio Bárbaro, y el propio De la Sota, con el objetivo de desplazar a la “ortodoxia” peronista, conservadora y derechosa.

Este plan es observado con algo por dirigentes del PJ K, quienes recuerdan que el gobernador “tiene votos en Córdoba y en ningún otro lugar del país”, y le enrostran que “perdió en las Paso frente a un candidato que salió tercero”, en alusión a Sergio Massa. “De la Sota sacó 6 puntos nacionales en las Paso, y el 25 de octubre no pudo transferirle sus votos de Córdoba a Massa, que salió tercero”. “¿Cómo cree que va a liderar el PJ nacional un dirigente que perdió en primarias y en generales y al que solo lo votan en su provincia?”, se preguntó un excandidato del FpV.

Fuego amigo

Mientras varios son los cordobeses que se empiezan a disputar lugares de lo que podría ser un gobierno macrista, en el seno de la alianza “Cambiemos” continúan las miradas de reojo. Pero no sólo la habitual y ya conocida entre mestristas y juecistas, sino que también tratan de disparar “fuego amigo” a otros actores de la coalición cordobesa. Entre ellos, el reelecto diputado nacional Mario Negri.

La interna viene desde hace tiempo, pero comenzó a hacerse sentir más con el repunte de Mauricio Macri y el acceso finalmente de este al balotaje. Sucede que la discusión es ahora por quién fue macrista desde la primera hora, y quien trató de acomodarse a medida que los números fueron acompañando al líder del PRO. En medio de esa discusión, algunos que se sumaron al “proyecto” desde un primer momento no ahorraron en crítica a sus pares de la última hora, y sorprendió que no apuntaran sus cañones únicamente contra el intendente Ramón Mestre.

Dos integrantes de distintas fuerzas que acompañan el acuerdo cordobés, contaron hace unos días: “Todos hablan de ‘Ramoncito’ y la foto, pero hay varios enojados con Negri, que no se sumó a la campaña hasta que no acomodaron al hijo en la lista de concejales. Encima nos tuvimos que bancar una campaña poniendo ‘Cambiemos’ y llevando la cara de Mario en la cartelería”, graficaron algunos aliados.

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