El peronismo se abroquela y enfrenta a la alianza Cambiemos-massismo: ¿Resistirá ante las ofertas?

El peronismo se abroquela y enfrenta a la alianza Cambiemos-massismo: ¿Resistirá ante las ofertas?

“No creo que el apuro del oficialismo sea bueno, hay muchos temas por discutir aún; entre ellos, el alto endeudamiento, las obras correspondientes a los municipios. Esperemos que el peronismo pueda seguir unido, pueda encarar el tema unido; de esa manera haremos más fuerte nuestra posición”, dijo ante La Tecla el senador kircherista Santiago Carreras.

Esa es la premisa del Justicialismo, mantener la unidad entre jefes comunales y la Legislatura. Y por eso la reunión que mantuvieron este mediodía en el Salón Cámpora de la cámara alta, donde estuvieron alcaldes de casi todas las secciones y senadores de los cuatro bloques que hacen las veces de oposición. 

Por la Primera, Gabriel Katopodis (San Martín); por la Segunda, Mauro Poletti (Ramallo) y Francisco Durañona (San Antonio de Areco); por la Tecrera, Vaerónica Magario (La Matanza) y Jorge Ferraresi (Avellaneda); por la Quinta, Juan Carlos Veramendi (General Paz) y Juan Pablo De Jesús (La Costa) y por la Sexta, Alfredo Fisher (Laprida) y Hugo Corvatta (Saavedra). 

En tanto, los senadores presentes fueron Mónica Macha, Santiago Carreras, Magdalena Sierra y Juan Manuel Pignocco, por el Frente para la Victoria; Patricio García, Norberto García y Fernando Moreira; por el Bloque Peronista y Darío Díaz Pérez y Daniel Barrera, por la bancada del Partido Justicialista y María Fernanda Campo, del unibloque Néstor Kirchner.

"Fundamentalmente analizamos el Presupuesto 2017 que envió el Ejecutivo, creemos que tienen que corregirse cuestiones en áreas neurálgicas como la salud, la seguridad y la educación dado que los intendentes entendemos que no es suficiente. Eso nos va a obligar a que los municipios tengamos que invertir en ello y no va a ser posible”; afirmó Magario. 

“Por supuesto que entendemos que el presupuesto debe ser aprobado pero el nivel de endeudamiento es muy alto y en esas condiciones no podemos votarlo", señaló la mandamás matancera, y añadió que "las estimaciones que se hacen en la ley de leyes están por debajo de los niveles de inflación; también decimos que la deuda debe condicionarse a las áreas de inversión”.

“Estamos viendo que el presupuesto esconde sus déficit dándole más tareas a los municipios", señaló a su turno la titular del bloque K, Magdalena Sierra, y resalató que "han disminuido áreas como educación, seguridad y salud”. Además, resaltó: "el endeudamiento así como está no se puede aprobar, es excesivo”. 

Reuniones peronistas van, reuniones peronistas vienen, hay que decir que Vidal y Massa se encargaron, encuentros mediante, de que el Frente Renovador haga las veces de bancada dialoguista, y, más allá de alguna que otra crítica, a la hora de la votación, la levantada de manos está garantizada. Lo propio sucede con quienes son parte del GEN. 

Pero no todo es tan sencillo. En el Senado todavía faltan dos votos. Y para que la ley de leyes 

salga tal como desean Vidal y los suyos, esos dos “porotos” tienen que salir sí o sí de los bloques FpV (ocho integrantes), Peronista (seis integrantes), PJ (dos integrantes) y/o PJ Néstor Kirchner (una integrante). O sea, los que se reunieron este mediodía, los que se juran unidad. Las restantes veintinueve voluntades están aseguradas. 

“La mejor y la única forma de negociar es estar todos juntos (los cuatro bloques justicialistas); de lo contrario no tenemos chances”, señala un allegado a la bancada FpV, y resalta que “tenemos que evitar que el Gobierno trate de acordar de manera individual, porque perdemos”; y casi a modo de advertencia suelta: “No creo que haya traidores esta vez, es mucho lo que está en juego y mucho lo que se arriesga”. 

Los peronistas, que ya se traicionaron en oportunidades anteriores, se dicen unidos, se dicen abroquelados. Pero se miran de reojo, se desconfían; y se amenazan. Los más cercanos al kirchnerismo, los más alejados del “dialoguismo”, dicen que “si alguno se abre o pega el faltazo (a la sesión) para que 29 alcancen para los dos tercios, se quedará, automáticamente, sin lugar en la unidad peronista, liderada por los 55 intendentes, que apunta a las legislativas del año que viene”. 

¿Todo el peronismo unido? “No hay chances, olvidate”, sentencia ante este medio una de las manos radicales, y da por sentado que “alguna de las patas del justicialismo del Senado va a terminar votando a favor, por más que ahora chillen y pataleen”. “Ya hay conversaciones con el Ejecutivo; me animo a decir que ya tenemos los votos para sacar el Presupuesto y el endeudamiento”, recalca la fuente. 

Como se dijo, veintinueve son las voluntades con las que cuenta Cambiemos. Por ahora, seguro faltan dos. Sin embargo, en el espacio miran para adelante y aseguran que, lejos de faltar dos, a esta altura sobran cuatro, o quizá más. La negociación está más en mano de los jefes comunales que de los legisladores. Y si los primeros logran beneficiarse, no habrá mucho más para discutir.

“Los intendentes dialoguistas queremos pelear por el Fondo de Infraestructura y el Fondo de Seguridad; ésa es nuestra posición, y creo que la de todos los jefes comunales, sean del partido que sean”, destacó ante este medio el mandamás Ricardo Alessandro (Salto), y hace hincapié en que “el tema del endeudamiento se resolverá en la mesa de unidad peronista, compuesta por representantes de todas las secciones”.

“Si los intendentes se ponen todos de acuerdo, nosotros no tenemos más opción que levantar la mano. Lo más importante es el territorio”, manifiesta el senador del PJ Daniel Barrera. “No creo que los intendentes se conformen solamente con el fondo, también van a pretender que el pedido de deuda no sea tan elevado”, confía el matancero. 

Sin embargo, esa confianza, o exceso de confianza tal vez, no es igual en otras bancadas. Por caso, un legislador massista afirma que “si el Fondo de Infraestructura y el de Seguridad se rubrican y salen del mismo endeudamiento, no habrá demasiado para discutir, los jefes municipales estarán más que conformes”. Y completa: “Si los intendentes consiguen la de ellos, ya fue; que deroguen la ley de gravedad si quieren”. 

SENADORES

Más allá de las condiciones, los cuestionamientos y las quejas opositoras, la aprobación del endeudamiento tiene que ver con un número: el treinta y uno. Hoy por hoy, Vidal cuenta con 

veintinueve votos. Le faltarían dos. En la sesión necesita sí o sí de manos o ausencias 

peronistas. ¿Manos? En el radicalismo manifiestan que los seis legisladores comandados por Patricio García, concesiones del oficialismo mediante, terminarán votando por la positiva. 

“Esta es la bancada que juega con el Grupo Esmeralda, o sea, la que se quedará con el Defensor del Pueblo (el exdiputado Guido Lorenzino)”, afirma un legislador massista, y le pone alguna que otra ficha a la teoría radical. Sin embargo, aporta otra posible hipótesis. 

“Tal vez el FpV se desgrane otro poco, y antes de lo esperado, como sucedió con (Juan) Curutchet, otro (u otros) legislador peronista se pase a las filas del massismo y acompañe el endeudamiento”, completa el renovador. La tercera opción es la de los faltazos. Si dos legisladores peronistas se ausentan el día de la sesión, los dos tercios serán alcanzados con veintinueve voluntades. 

DIPUTADOS

Así como en Senadores el número de la felicidad (de Cambiemos) es veintinueve, en Diputados es sesenta y dos. Sí, éstos son los votos que Vidal necesita para sacar el endeudamiento. Por el momento, los seguros suman cincuenta y cinco, que son los de Cambiemos, el FR, Justicialismo Bonaerense, GEN y Peronismo Bonaerense. 

Todavía faltan siete. Pero la idea es que falte uno. Para eso Vidal necesita que la bancada de seis integrantes que lidera Fernando Navarro (Peronismo para la Victoria - FpV) juegue toda en su favor. 

“Es posible, pero no seguro”, afirma un referente macrista, y agrega que “también podría darse que no toda la bancada levante la mano, sino algunos”. Así las cosas, en el hipotético caso de que estas seis voluntades aprueben, todavía estaría faltando un voto. ¿De dónde puede salir? Las miradas apuntan al FpV - PJ, que preside Walter Abarca. 

“Al bloque entero, no; de a uno come la gallina y se alimenta”, corrige un campero radical; y añade que “los dos tercios se consiguen con votos y, también, con ausencias”.

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