Son 11.100 millones de pesos para Seguridad, con destino específico para la compra de 2.000 patrulleros, la incorporación de 8.000 mil efectivos y 2.000 choferes, además de logística y equipamiento.

 

La cifra la repasaron, el martes al mediodía, Axel Kicillof con intendentes del sur del conurbano y es el número redondo del fondo que necesita la provincia para "re equipar" el dispositivo de Seguridad bonaerense.

 

El cálculo refiere a las necesidades de un plan de un año y medio, desde la segunda parte del 2020 y todo el 2021 para poner en condiciones no solo a la Policía bonaerense sino, también, a las "guardias municipales". 

Kicillof contó que está en marcha el proceso para la compra de 500 patrulleros, tanda a la que luego planea sumar otros 1.500 hasta el 2021. "Es una planificación de lo que se necesita", explicó a Clarín un funcionario bonaerense y aclaró que la ejecución dependerá del financiamiento.

En la reunión con los intendentes, Kicillof -que este martes compartió una actividad con Berni y Sabrina Frederic en La Matanza- dijo que inició conversaciones con Nación para obtener recursos extra. Sugirió, sin dar precisiones, que esa gestión está encaminada.

En el conurbano hablan un "shock" de recursos en materia de Seguridad como el que desplegó durante su gobierno Néstor Kirchner.

El clima social es dificil. La pandemia con su cuarentena tienen un efecto económico y social que, coincidieron Kicillof, Sergio Berni y los alcaldes, puede agravar los indicadores de inseguridad.

La seguidilla de episodios delictivos en Quilmes puede leerse como un reflejo de ese fenómeno que, admiten, es aleatorio respecto a los territorios y los distritos.

La estadística -dicen en La Plata- muestra una baja en los delitos, producto en principio del confinamiento, pero el criterio compartido entre la provincia y los intendentes es que el clima social, con un panorama económico dificil, puede derivar en un aumento del delito.

Kicillof detalló el plan durante una charla larga que abordó además temas referidos a la situación sanitaria y la crisis en torno a EDESUR, un problema que para los intendentes aporta otro factor crítico: los largos apagones generan malestar en los barrios.

Además de Kicillof y Berni, participaron el jefe de Gabinete Carlos Bianco y los intendentes Martin Insaurralde (Lomas), Fernando Gray (Echeverría), Mariano Cascallares (Brown), Mayra Mendoza (Quilmes), Andrés Watson (Varela) Juan José Mussi (Berazategui), Mario Secco (Ensenada) y, entre otros, Fernando Espinoza de La Matanza.

Como parte del diagnóstico sobre la situación, hubo cruces.

- "La seguridad está desbordada y no tenemos apoyo" habló Secco de Ensenada.

- "¿Y qué querés? ¿Que te transfiera deudas?", reaccionó Berni.

- "Yo hablé bien, tratame con respeto", dijo Secco.

Tuvo que intervenir Kicillof para evitar que escale el contrapunto que no fue el único. 

"Te quejas de la policía comunal, te quejas de la Gendarmería, te quejas de la Justicia pero ¿qué estás haciendo con la Bonaerense que depende de vos?”, le apuntó Insaurralde a Berni que retrucó pero que al tercer cruce, otra vez con Secco, se paró y se fue.

Cascallares y Gray se sumaron a esa postura que refleja una posición repetida en los distritos: que la demanda parece enfocada en pedir efectivos federales pero la Bonaerense cuenta con 90 mil uniformados y que es así donde se debe organizar y planificar.

Hay, sin embargo, un elogio a Berni: que está presente en persona y que ordenó la conducción y el mando al unificar en un solo jefe policial por municipio -ahora llamado "jefe de Estación- la operatividad que antes estaba repartida en 3 o más jefaturas.

El detalle que compartió Kicillof con los intendentes supone una inversión de 11.100 millones de pesos y consiste en lo siguiente

# La proyección de incorporar 1000 patrulleros en lo que queda del 2020, de los que ya inició la compra de 500. Más equipamiento y combustible, supone una inversión de 3.000 millones en lo que resta del año.

# La inversión más grande, sin embargo, sería para el 2021 con la incorporación de 8 mil nuevos efectivos más unos 2000 conductores de patrullero, un nuevo escalafón en la fuerza: personal con formación para conducir. Eso demandaría, según los cálculos, unos 8.100 millones adicionales.

Espinoza hizo, en otro tramo, un diagnóstico crítico sobre el desempeño de Desarrollo Social y apuntó a Nación. Es la queja recurrente por "el poder" que le da esa cartera a los movimientos sociales, siempre en tensión con los intendentes.

Todo aparece, en un punto, vinculado: la pandemia con su cuarentena y el impacto sobre la economía, a partir de una convicción: la asistencia contiene a los sectores más bajo pero no alcanza, o es insuficiente, a los sectores medios bajo, sobre todo los informales.

La lectura, lineal, es que el impacto económico deriva en tensión social y eso tiene una derivación sobre la cuestión de la inseguridad y el delito.