Visto, oído y comentado en el H. C. Delirante

A la nueva Cristina en un nuevo set de filmación, la visten en harapos y la rodean de extras ¿Qué pasa con los Macri gato? Un casting de militantes de La Cámpora, tambero, taxista, ex concejala y sindicalista docente. 

Cheppi, el concejal que no fue se quiere cortar las venas, tampoco era diplomático y fue el embajador argentino mejor pago en dólares. “El Sombra” con la campaña al hombro, lucha por ser el mejor empleado del mes, se cuida porque está coucheado. Fiorini desubicado como caballo arriba del techo, se atornilló a una silla en el Hotel Costa Galana: papelón. La pelea es para llegar a la segunda vuelta tiene un piso 1,5 % de los votos válidos. En una elección, donde la falta plata no está reñida con los votos, hay luces amarillas

Cristina y el séptimo arte. Una actriz protagónica le sienta a su papel. Con un look informal para la ocasión, ahora sube a escena con extras que ofician de tales en el nuevo decorado que le sirve de telón a su campaña. Ya abandonó los balcones de la Casa Rosada, para hablar hacia los jardines internos de Balcarce 50, tras una hora de cadena nacional, donde el relato era el argumento para la arenga. Ahora estilo casual, habla poco casi nada a lo que fueron sus peroratas, sino que lo hace ante militantes de La Cámpora, cuidadosamente seleccionados en los castings. Un taxista marplatense, un tambero en Lincoln, una ex concejal K y una sindicalista docente de Cerro Leones, entre otros, a los que le tomaron la patente.

Son los Macri gato. Son como quienes sirven de escrachadores al paso del presidente de la Nación. Manifestantes que se maquillan de gente de la calle, ciudadanos independientes que se convierten en vociferantes individuos que protestan contra el presidente de la Nación. Son los “Macri gato”, los “Macri basura vos sos la dictadura”, pero como en el caso de Mar del Plata y Tandil, en realidad abrazan al kirchnerismo. Así fue el caso de una ex concejal del gobierno anterior, que formó parte de la patota en Belisario Roldán, como la maestra de Cerro Leones que lo esperó en la puerta de la Iglesia Matriz de Tandil, cuando el primer mandatario iba sólo acompañado de su hija Antonia.

Se le escapó la tortuga al jefe de campaña. “El Sombra” está en otra, curte relaciones que lo couchean y se desvive por servir, así construye su izamiento político, penosamente, parece empeñado en llevarse mal luego de la mochila que le pusieron al hombro. El diputado provincial es el  mejor alumno, procura ser el empleado del mes, como es propio de la casa de las hamburguesas más famosas del mundo. Armó un acto político en el Costa Galana, en el salón Juan de Garay, un exceso sólo para una docena de periodistas, que sólo pudieron hacer seis preguntas a las dos políticas con mayor imagen positiva del país. Decían, como excusa, que todo venía enlatado de la Provincia. Contó con los servicios del desplazado Director General de Protocolo y Choferes que ahora se ocupa de ser el jefe de campaña de su siempre jefa en la lista única de CAMBIEMOS.

Fiorini atornillado a una silla. El concejal de lo obvio fue uno de los desubicados, ocupó una de las sillas en primera fila, reservadas para los periodistas como se acostumbra en las conferencias de prensa (sólo 6 preguntas) bien organizadas. No hubo quien lo moviera a pesar de los reclamos de veterano hombre de prensa, esta silla es mía, mía y mía, decía Luquitas, para él era como el ring side de una pelea de Carlos Monzón en París. Cómo se le notaba su desubicación era harto evidente, como el tercer lugar de CAMBIEMOS en la lista de senadores provinciales de la Quinta Sección Electoral. El personal de mantenimiento del Hotel Costa Galana, tuvo que hacer horas extras para desatornillarlo a Fiorini de la silla en primera fila. ¡¡¡Qué pena, que da!!!

Cheppi y los mil demonios. El ingeniero agrónomo, entusiasta chavista y aplaudidor de Nicolás Maduro, hombre de Julio De Vido y ex embajador argentino en Venezuela, Carlos Cheppi está que vuela de furia. Según él cuenta a alternadores contertulios medía 12 puntos, estaba para más y lo bajaron de un hondazo. Pero su ira no termina ahí, sino que sostiene (según nuestras fuentes) que Marcos Gutiérrez (que no es el anguila) no pasa los 5 puntos, lo conocen muy poco y no se observa que su pre candidatura despierte expectativas entre la propia militancia. Por fin reconocen que fueron CFK y Máximo, quienes le sacaron bolilla negra. Será duro hacerse cargo para Fernanda Raverta, quien había amagado con dejar la banca de diputada nacional para pelear una concejalía en La Feliz, uno de los grandes chistes políticos de la última década en Mar del Plata.

Hay algo que no cierra. Casi como crucial comienza a asomar la compulsa de octubre. El trance de CAMBIEMOS en una coyuntura que despierta temores. En Mar del Plata se ubican referencias de una sensible pérdida de su caudal electoral. No es el mejor panorama, pero tampoco es el peor. Los méritos son insuficientes, la renovación del crédito, será a fuerza de sangre, sudor y lágrimas. Hoy se somete a una consideración desmedida el papel del intendente Arroyo ¿Pero cuándo un jefe comunal traccionó hacia arriba?, y nada menos que a senadores y diputados nacionales. El hombre del impermeable azul es la excusa perfecta, el chivo expiatorio para cubrir las responsabilidades de otros, que no se comprometieron, fueron nulos y llegaron para sacar alguna tajada.

Oficialismo comprometido. En jaque desde el minuto uno de su gobierno, Arroyo con su gestión sacó todos los números para que lo fulminen dentro de su propio espacio. Allí hay especialistas en este tipo de cometidos. La envergadura del caos que sembró el kirchnerismo, se medirá a través de los años. Hay una evidencia categórica: no existe el Frente para la Victoria, el pilar de la “década ganada”. El kirchnerismo se disimula y el cristinismo es ahora Unidad Ciudadana. Por ahí quedaron perdidos Cheppi, Vacante, Segarra, Tettamanti, se los devoró la jefa.

La gente quiere plata, no votar. No hay empatía de la gente con esta elección, reina más vale la decepción generalizada. El voto en blanco puede convertirse en la vedette de una pelea de boxeadores próximos al retiro. Los que suben al ring no por una bolsa sino por una limosna. En eso andamos, cuando se ha desatado una contienda dentro de Acción Marplatense. Se fueron el Cholito y Don Rosso con el Frente Renovador, salpicados por Claudia Rodríguez. Es como si las PASO la celebraran Artime, Cianito y Rey. Hay que seguirles el rastro a estos muchachos kirchneristas y bouduistas de la primera hora. Boudou está desparecido ya ni va a los Tribunales de Comodoro Py el vecino destacado de Mar del Plata. Amado, fue el vicepresidente de la Nación.

Pero nadie se hace cargo. La promesa de brotes verdes se transformó en mayor pobreza. La inseguridad nos sacude, la inflación no se rinde ante la presunta ortodoxia económica, crece el asistencialismo con crédito para el consumo, como el plan cuotas para todos y todas, mientras que el poder adquisitivo se ha disparado a niveles inalcanzables. Este es el marco complicado, un contexto delicado, incierto, imprevisible. Quién va a pensar en Baragiola, en Marcos Gutiérrez, Artime, Maraude o el Cholito, o los que vengan, en semejante cúmulo de aprietos.

Llegar al 1,5 % será la gloria. Ese piso en las PASO habilitará a jugar “en primera” en octubre para ir por el 8,66 %. Quienes logren pasar esa ronda serán la nueva oferta, producido el descarte. Superada esa primera barrera, se tendrá la importancia del resultado de una encuesta, que nos remontará a octubre, con el mayor grado de aproximación. No surgirá de allí nada interesante, un poco de más de lo mismo, casi una resignación, hacerle el aguante a la democracia. Hasta dónde llegará el juego del corte de boletas, se presume que ese será el gran partido local. Cuál será el límite del uso de la tijera. Las listas únicas, precisamente no fueron la unción de la unidad, quedan heridos, despechados, ignorados y ninguneados, pero sobretodo sedientos de practicar la maldad propia de los que se quedaron afuera.

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