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ALAN LONGY

Una nueva interna se libra al ritmo de la acelerada crisis económica. Es en la Unión Industrial Argentina (UIA). La diferencia en el seno de la entidad se da de un lado con las multinacionales que apoyan la gestión de gobierno y, del otro, las pymes que sienten con fuerza el impacto de la caída de ventas que supera el 60% en algunas ramas de la actividad. La presión sobre su titular, Daniel Funes de Rioja, es cada vez mayor pero por ahora el abogado laboralista se inclina por el respaldo a la administración libertaria a costa de los balances de la mayoría de las empresas que representa.

Los números rojos no escapan a ningún sector, sin embargo, las empresas más grandes y concentradas cuentan con espaldas suficientes para aguantar un año de recesión mientras se entusiasman con la reforma laboral e impositiva que promete Javier Milei aplicar este año por DNU o ley. “La percepción es buena en expectativas, estamos confiados para adelante. las reformas son necesarias”, indican representantes de una multinacional.

Otro pide “hacer algo con los sindicatos” y algunos se autoconvencen de que “va a haber que ajustarse” pero que se encuentran ante “un año bisagra” que marcará un antes y después económico con final positivo. “A la UIA la maneja Paolo Rocca de Techint. Obedecen a la comisión directiva, ellos bajan línea para todos lados. Si no, te rajan o con el tiempo desaparecés”, indicó un integrante pyme de la entidad fabril. "Arcor y Ledesma también están al mando", apuntó otro integrante de representación provincial. Es que las pequeñas y medianas empresas mantienen un malestar creciente porque la caída de ventas es estrepitosa y no se ven representados por la cúpula de la cámara industrial. 

Efectivamente son pocos los que se animan a hablar en público con nombre y apellido. Quien levantó el perfil esta semana es el presidente de la Federación Argentina de la Industria de la Madera, Román Queiroz. “Nos deberíamos reunir semanalmente, no una vez al mes”, dice el maderero que fue amenazado telefónicamente por el CEO de una multinacional alimentaria. “Si todos se callan nosotros tenemos que gritar”, expresó mientras ve cómo esa rama de la industria cae más del 60% por el fin de la obra pública y parece a nadie importarle. El último índice propio de la UIA  a más de 700 empresas registró la caída más baja desde que empezaron a medir en producción, ventas y generación de empleo. "La UIA no se pronuncia pero varias de las cámaras que la integran sí, eso te muestra lo que pasa puertas adentro", manifestó un pyme.

El mensaje es para Funes de Rioja quien este miércoles se reunió con el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, pero por la promoción de la importación de productos de la canasta alimenticia. Ese punto fue particularmente urticante para el también titular de la COPAL ya que atenta contra la industria de alimentos de la cual es parte y representante. "Afecta seriamente la competitividad de las empresas que operan, producen y emplean en el país", comunicó la UIA. Dirigentes pymes sospechan ante El Destape que la comisión directiva se reúne con el Gobierno a espaldas del resto.

Los responsables de esa entidad tienen una incidencia ascendente en el Gobierno. Se presentaron ante la Corte Suprema para avalar la reforma laboral por DNU y hoy se oficializó la designación del abogado laboral de Techint y vicepresidente del departamento de Política Social de la UIA Julio Cordero como secretario de Trabajo. Será la máxima autoridad laboral en el Gobierno. 

Sin embargo, hay varios pymes que ya se reunieron con el secretario de Industria, Juan Pazo, y la subsecretaria de política industrial, Daniela Ramos. Ambos les piden paciencia. “El norte es uno, el déficit cero y que en su momento vendrán los resultados. Nos piden aguantar”, reiteraron los empresarios que circularon esos encuentros. Para ellos no hay cargos en el Ejecutivo.