Tensión entre Economía y Planificación por el subsidio a las garrafas

Tensión entre Economía y Planificación por el subsidio a las garrafas

El entorno de Kicillof se queja de que De Vido no colabora en la difusión del plan; le pidieron ayuda a YPF

Nicolás Arceo cultiva un perfil mucho más bajo que el que supone su poder de decisión e influencia sobre el ministro de Economía, Axel Kicillof, en especial en temas vinculados con el sector energético. Aunque el Gobierno dispuso el año pasado el recambio del histórico Daniel Cameron por Mariana Matranga al frente de la Secretaría de Energía, el primero es quien toma la mayor parte de las decisiones.

Los empresarios que dialogan bastante con él lo definen "como los ojos y oídos" de Kicillof en el área. Pese a eso, el economista no tiene ningún lugar en el organigrama del Estado, sino que ocupa un sillón en YPF como encargado de Administración y Finanzas.

Días atrás, Arceo usó sus capacidades para tender un puente. Por su gestión se reunieron técnicos de YPF con funcionarios de la Secretaría de Energía a mediados de la semana para avanzar en un plan de difusión del flamante Programa Hogar, con el que el Gobierno dispuso subsidiar directamente a los consumidores de garrafas más necesitados antes que a las empresas productoras, fraccionadoras y distribuidoras.

Los técnicos que trabajan en la órbita de Matranga llegaron muy molestos al encuentro. Decían que el Ministerio de Planificación, a cargo de Julio De Vido, a quien responden de manera formal pero no en los hechos, no se había esmerado en difundir las bondades del nuevo plan para subsidiar las garrafas. Toda una rareza de Planificación, una dependencia siempre atenta a lo que dicen los medios de comunicación. Tenían razón: el ministro casi no hizo referencias al cambio de esquema desde su lanzamiento.

Con el visto bueno de Arceo, YPF y Energía se pusieron de acuerdo bastante rápido. La empresa que conduce Miguel Galuccio se comprometió a iniciar de inmediato una campaña para difundir las bondades del Programa Hogar. Anteayer, la petrolera cumplió con su palabra y envió un comunicado en el que relataba eso. "YPF Gas informa que todos sus clientes podrán acceder a las garrafas de 10 kilos a un precio máximo de $ 97 en los comercios minoristas y a un máximo de $ 54 en las fraccionadoras de la empresa. Los beneficiarios del Programa Hogar recibirán un subsidio de la Secretaria de Energía de $ 77 por cada garrafa según las condiciones del programa", recordó la empresa estatal.

Total, Shell y Extragas, otras empresas que también tallan en el negocio, aún no dieron ese paso.

La molestia de Economía creció porque el nuevo plan de subsidios fue, al menos en los primeros días, muy mal recibido por la población. La mayoría de los usuarios de garrafas se habían encontrado, casi sin advertencias, con un precio por unidad cercano a los $ 97 desde el 1° de abril, cuando hasta el día anterior el valor de referencia era de $ 16, si bien es cierto que era casi inhallable. Así, lo que había sido pensado como una bendición para los sectores populares y una medida positiva a favor del Gobierno se había convertido, en cuestión de horas, en todo lo contrario.

Matranga y los empleados de Energía sintieron ayer muy cerca ese descontento. Por la tarde, la agrupación barrial de Barracas que conduce Alejandro "Pitu" Salvatierra juntó a unas 80 personas frente a la entrada de la Secretaría, en Paseo Colón 171. Reclamaban que las atendieran para escuchar sus reclamos con respecto al precio de las garrafas.

No es el primer contrapunto entre Economía y Planificación por las garrafas. Kicillof y sus hombres habían intentado modificar el esquema de subsidios en abril del año pasado, pero chocaron contra la pared de la vieja guardia, que resistió hasta el mes pasado..

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