Mientras en Ensenada el kirchnerismo, bajo la forma de la construcción transversal entre peronistas, radicales, socialistas, comunistas e independientes que gobierna desde 2003, parece tener todo cerrado detrás de su líder, Mario Secco, que va por su cuarto período como jefe comunal, el escenario más complicado es el de Berisso.

El oficialismo berissense mantiene la posibilidad de que el intendente Enrique Slezack se postule para un nuevo período de gobierno -sería el cuarto desde 20013- defendiendo los colores del gobernador Daniel Scioli, pero ultimamente el jefe comunal ha dado dos señales en contrario. La primera, es que ha ofrecido bajarse de la postulación en aras de la conformación de un armado que, se indicó, “garantice el triunfo del peronismo en el distrito”.

Pero esa oferta tiene condiciones: Slezack es uno de los jefes comunales que desde el principio han sostenido la candidatura presidencial de Daniel Scioli y no estaría dispuesto a que ese armado de unidad lleve como candidato presidencial unico a otro que no sea el gobernador bonaerense.

¿SLEZACK SENADOR?

La otra señal son las conversaciones que Slezack viene manteniendo con jefes comunales de la Tercera Sección Electoral que estarían avalando su ingreso a la lista de candidatos a senadores provinciales.

Berisso, se sabe, enfrenta en ese contexto la dificultad de ser un distrito “chico” en la discusión de las listas con los “grandes” de la Tercera Sección.

Sin embargo, algunas fuentes le atribuyen a Slezack posibilidades ciertas de alcanzar una banca en el Senado a partir del reconocimiento a su trabajo de años por parte de sus colegas de la Tercera.

EL RANDAZZISMO

Frente a Slezack se han plantado dos postulantes muy decididos a dar pelea en agosto y uno es Juan Ignacio Mincarelli, lider del espacio randazzista Unica.

Mincarelli plantea la unidad detrás de su candidatura. Viene trabajando hace varios años en ese objetivo y su base militante, compuesta por mayoría de jóvenes, considera que llegó el momento del recambio.

Esta semana Mincarelli también dio un mensaje contradictorio hacia la unidad del peronismo berissense cuando sus concejales le rechazaron a Slezack la rendición de cuentas 2014.

Y aunque fundamentaron ese rechazo en términos técnicos, basandose en el déficit que presentaron los números comunales, quedó claro que el motivo central de la negativa pasa por una decisión política.

Acaso una frase de la edil Vanesa Queiffer -una de las espadas históricas de Mincarelli- al comunicar al Cuerpo el rechazo de su bancada, resulta el sentimiento que impera en ese sector hacia el intendente al que apoyaron hasta no hace mucho tiempo atrás: “se ha hecho mucho (en la gestión Slezack) pero falta y lo que falta, duele”.

EL TERCERO EN DISCORDIA

El tercero en discordia es el dirigente del gremio petrolero, Ramón Garaza que reporta a nivel provincial al titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez con lo que ya ha marcado su preferencia respecto del candidato a gobernador que llevará en su boleta. Resta definir qué candidato presidencial tendrá como cabeza de lista en virtud de las definiciones que puedan darse arriba.

Con un estilo picante, Garaza -que lidera el gremio Supeh compuesto mayoritariamente por trabajadores de la Destilería YPF y los emprendimientos que en ella funcionan- se ha propuesto darle pelea a la hegemonía dirigencial del peronismo berissense.

“Me llaman a la unidad pero al mismo tiempo me indican que vaya para el fondo y me ponga atrás de Quique (Slezack) o de Juani (Mincarelli). Eso no es llamar a la unidad, eso es decirme andá para atrás”, ha venido ironizando Garaza respecto de los últimos llamados -formales e informales- que ha recibido del oficialismo y el mincarellismo para que reflexione sobre la unidad del peronismo berissense. “Yo no tengo nada que reflexionar, quiero ser intendente”, ha expresado Garaza.