Salta en la picota: El juicio político del "originario" Tomás Rodríguez al Virrey Toledo

Salta en la picota: El juicio político del "originario" Tomás Rodríguez al Virrey Toledo
¡Pero qué se le puede pedir a un gaznápiro como este calamitoso Tomás Salvador “Turi” Rodríguez, un renegado de sus propios ancestros hispánicos, ¿o acaso su apellido tiene algún resabio Diaguita?

Amigo lector: Tiempo ha en que no nos encontramos para dilucidar sobre las cuestiones que son de preocupación común, como suelen ser los desaguisados que generan estos inhábiles que nos gobiernan. Vuelvo luego de ausentarme un tiempo a la tierra de nuestros mayores, Potosí y Sucre, donde junto a unos amigos dimos forma a un emprendimiento ganadero en una regia estancia que adquirimos y donde estamos produciendo unos 4.000 litros de leche que dejan las 80 vacas holandesas, más algunas lagunas para criaderos ictícolas. Una ganga de inversión que por cierto recomiendo a quienes tengan un par de millones de dólares ociosos, ya que aquella zona es momento y lugar propicio para estos negocios.

Vuelvo, digo, y llego a esta hermosa Salta de cuño e inspiración hispánica y junto a los aromas de esta tierra me alcanza el rubor de continuar sin contar con una ruta que me lleve directo desde el Aeropuerto hacia los Altos de San Lorenzo, y debo en cambio, recorrer kilómetros inútiles esquivando conductores más inútiles aún. ¡Claro!, qué menos puedo esperar si continua en el sillón el badulaque este de Urtubey que parece más empeñado en buscar el Guinnes del cordón cuneta y obtener el cetro" Rey del caño cloacal" que dotar a la Provincia de las comodidades que un centro urbano como éste necesita.

Y vengo a darme en sorpresa además con que ese redil de frívolos y mentecatos, autollamado “Concejo Deliberante” ha ocupado su precioso tiempo en discutir sobre monumentos y nombres de próceres en lugar de legislar para beneficio y orden de los leales ciudadanos que les pagan sus abultados sueldos que luego ellos dilapidan en vergonzosas partidas lupanarias y agotadoras sesiones de whisky, destilados en vaya a saber qué clandestinos alambiques. Claro, todo ello con fondos reservados!

Porque, sepan estos incultos, que hasta para empinarse una copa hay que tener cultura, categoría ésta última que han demostrado no forma parte de su bagaje cerebral, pues nadie en su sano juicio y con al menos haber pasado siquiera por los primeros grados, se atrevería a juzgar la historia sin siquiera conocerla.

¡Pero qué se le puede pedir a un gaznápiro como este calamitoso Tomás Salvador “Turi” Rodríguez, un renegado de sus propios ancestros hispánicos, ¿o acaso su apellido tiene algún resabio Diaguita? ¿Le queda en su vocabulario algún fonema de origen “Kakan”? ¡No, qué va! Este “Turi” Rodríguez no sabe de “Kakan”, la lengua originaria, sino de “Can-Can”, el famoso baile de los cabarets, donde dicen mis fuentes, que tendría asistencia más perfecta que a las sesiones de ese Concejo Deliberante.

En la misma línea de la impudicia política se coloca ese otro “minus habens” de Martín Ávila, zurdito progre y enajenado ideológico, que piensa que hacer política es destruir monumentos y cambiar nombres de calles. Otro que se olvida que porta un apellido más hispánico que el jamón serrano Arturo Sánchez e hijos SL "PREMIUM" –delicia que no debe conocer porque estos bolches son cultores del “sanguche de mortadela” (sic).-, cuando más. Debe ser este Ávila el resultado de algún perdido gen de aquel Alonso de Ávila, el que participó de la destrucción de Tenochtitlan, y que todavía continúa vigente con su capacidad depredadora.

Traidores a su progenie, este Rodríguez y este Ávila, ¡nada menos ellos, de castizos apellidos, venidos hoy en ultrajadores del Virrey Toledo! ¡Ignorantes además! Juran como concejales trabajar para una Ciudad que fue fundada por orden directa de aquél, que la buscó además con insistencia. ¿Sabrán estos jumentos que “Salta” fue posible luego de tres o cuatro intentos? ¡No, qué van a saber! Menos un “docente” como Rodríguez, a quien antes de “las doce” no le pidan entrevista alguna porque no recupera la conciencia todavía. Y el otro Ávila, antes un ignoto predicador de la revolución perdida, hoy se siente comandar "Silicon Valley" desde sus dos teléfonos móviles pagos por los contribuyentes. Esto pasa por “meter las narices” donde no se conoce, que no es lo mismo que el “narigueteo”.

Pero no vaya todo el peso de la repulsa pública sobre estos dos indigentes culturales, son nada más que la punta del iceberg compuesto por otros “compañeros”, más que de bancada, compañeros de “bacanales”, cuyos apellidos de aborígenes no tienen ni siquiera una pluma para escribir, porque además son verdaderos ágrafos.

Conozca el ciudadano de Salta quienes son los que viven como marajás a expensas de sus impuestos, sólo para legislar necedades. Esa “clake”de los “Inca-paces” la conforman, Sergio Gustavo Castro (Hispano); Zulma Noemí Pedraza (Hispano); Amanda Fonseca (Hispano); María Silvina Abilés (Hispano), Víctor Hugo Sumaria (Hispano, de la Provincia de Rioja); Lucrecia Lambrisca (Presumiblemente Hispano); Arturo Borelli (Itálico); Gabriela Cerrano (Hispano) y… ¡Sergio Emiliano Godoy!, la perla negra, el semillero del clan sembrado por el “Señor de las Cábalas”, el Ilustrísimo Santiago Manuel Godoy, que al menos es rey del póker y el punto y banca, a diferencia del timbero barato de Rodríguez que apenas sabe de Chinchón y “Quitamontón”. ¿Dónde hay originarios en este muestrario de ineptos?

Mala copia la de Miguel Isa utilizando al “Pantriste” éste de Rodríguez si trata de formar un dúo como el Juan Manuel Urtubey con Godoy, que al menos tiene para exhibir la chapa de ser un “Indio”, mientras Rodríguez es apenas un escuálido mental que cuando debe remplazar al Intendente en algún acto a las ocho de la mañana, muestra menos sentido del humor que Drácula a la salida del sol, aunque ambos –El Conde y Rodríguez-vengan “de chupar”.

Pobres aquellos que durante generaciones vivieron en la hermosa Avenida Virrey Toledo, ahora tendrán que cambiar sus correos electrónicos, tarjetas, papelería, placas de consultorio y demás, por el capricho de estos desvelados que en apenas el eximio número de cuatro inoperantes han dado a la Ciudad el triste legado de mostrar que sus instituciones están manejadas por sujetos sin cultura alguna.

¿Dónde estuvo ese predicador oficial de la historia salteña, el que le susurra al oído de Miguel Isa las aventuras del pasado, su tocayo Miguel Ángel Cáceres, el del rostro tallado a mano y que habita en los arcones de archivos públicos y “privados”? Podría haber hecho escuchar su voz ilustrando a sus congéneres para evitar este desquicio. Pero ya lo dicen. El temor no es zonzo...

Así está este país, donde todo se reclama y nadie se fija en sus propias culpas. Ahora utilizan el periódico local para dispararle al Gobernador Urtubey con este tema del avión, y aunque méritos hace para rankear en el listado de los desaprensivos, sin embargo, se olvidan de los dos helicópteros de la Provincia que pilotando el propio Júcaro I echó por tierra y que pagaron todos los contribuyentes.

No menos inquietante es el panorama nacional, donde una pseudooposición exhuma para protestar las viejas prácticas del pasado, haciendo del patotero y el apriete las herramientas que remplazan al diálogo y la gestión. No va lejos el –cuando razón tiene- ese vapuleador verbal de Aníbal Fernández cuando define sutilmente al camionero Hugo Moyano de “Vandorista”, por lo renegado e iluso que fue aquél de pretender un peronismo sin Perón. Este Moyano no aprendió que el evangelio peronista declama que el que gana gobierno y el que pierde acompaña, y él, para peor, ya ni siquiera es peronista. Desde aquí mis fuerzas a Cristina Kirchner que debe soportar a estas bestias patoteras.

Peor vamos con el cuadro opositor comandado por el bobo de Mauricio Macri, que ahora se le acerca a Moyano danzando una varieté impúdica, donde se mezclan “compañeros” con pretendidas “damas y caballeros Hig Society”, en un menjunje político más abominable que un vaso con Sal Inglesa en ayunas. Deberíamos plantear una cuestión de privilegio en nuestro querido club, el Argentino de Tenis, por intentar a este rengo de ideas de Mauricio, engañar a los de nuestra clase al aliarse con el eslabón perdido en la cadena de Darwin que representa el camionero.

Así están las cosas en el país y así está esta Salta de los Milagros, donde hasta el Arzobispo Mario Antonio Cargnello tendrá que comenzar a cuidar la imagen del Señor de los Milagros, no sea cosa que mañana Rodríguez y Ávila quieran confiscarla por haber llegado también de España.

Comiencen estos concejales a tomar clases de alpinismo así se inician en la práctica de los ritos incaicos en las altas cumbres cordilleranas, adorando la coca (y el Fernet). Para eso ahí lo tienen para consultarlo al Vicegobernador Andrés Zottos, quien según me ha dicho azorado mi amigo el embajador chileno, opina también como si supiera sobre "lagunas de altura en la Cordillera", cuando las únicas lagunas que conoce son las mentales que produce su cerebro. ¡Zottos opinando de geología, cuando no distingue el agua del Sprite!

Creo, que mejor será volver a mi estancia tan potosina como el Bravo Saavedra, para darme unos “chupitos” de fino licor de coca, el famoso “beso boliviano”; que para información de libadores como Rodríguez tiene un ritual muy interesante, bebida que hay que acompañar con dos rodajas de lima fresca, una de las cuales se muerde y se acompaña de un trago, produciendo una aceleración de los alcaloides de la coca. Luego de eso, Usted descansará en paz.

La otra, sino, le valdría también a Rodríguez ingerirse un par de comprimidos de Eszopiclona de 3mg., que produce también un efecto hipnótico, a ver si las próximas decisiones políticas se alinean un poco más con la realidad. Eso sí, yo las consumo con receta archivada...

En fin, sabrán los ciudadanos juzgar mañana los actos de estos envanecidos hombres, ejemplo elocuente de lo que sentenciara el gran Oscar Wilde, cuando dijo: “Para ser popular, hay que ser mediocre”.

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