El regreso del Antimufa

El regreso del Antimufa

Macri volvió de Qatar, criticó el feriado por los festejos del Mundial y sorteó su "bufanda de la suerte". Centralidad política y un mes casi perfecto. 

Mientras el Gobierno se enreda en sus propias limitaciones para conseguir un lugar en la foto de los festejos populares por la obtención del campeonato Mundial de Qatar alcanzado por la selección de fútbol masculino, el expresidente Mauricio Macri regresó al país después de un mes en Doha. En la capital qatarí, el fundador del PRO exprimió al máximo su cargo en la Fundación FIFA y jugó su propio Mundial para no perder la centralidad en el escenario político local. Rodeado de autoridades nacionales, glorias del fútbol y la realeza local, jugó al juego que mejor juega y que más le gusta: el que combina el fútbol y el deporte con las relaciones de poder al más alto nivel.

A horas de su retorno a la Argentina, Macri pasó por una de sus pantallas amigas y sacudió al Gobierno por la decisión de decretar feriado nacional este martes. “El feriado de mañana es poco feliz”, dijo el exmandatario en la noche del lunes en la señal de noticias TN, sumando su rechazo a la medida oficial al grupo de gobernadores que decidió no adherir al DNU que declaró a la jornada como no laborable para los sectores público y privado.

“Íbamos a festejar de alguna manera”, sostuvo Macri para manifestarse en contra del feriado como facilitador de la celebración. “De alguna manera vamos a encontrar el colectivo y la caravana. ¿Por qué no dejan que la gente pueda decidir libremente? Queremos ser libres”, lanzó.

En línea con la dirigencia de Juntos por el Cambio (JxC), el expresidente subrayó que el feriado de alcance nacional no guardaba relación con los festejos que se concentrarán entre Ezeiza y la ciudad de Buenos Aires. “¿Y los jujeños, los catamarqueños y los neuquinos? Ellos no pueden venir a la 9 de Julio", se preguntó.

En ese sentido, más tarde calificó de "incoherente y antifederal" el decreto del Ejecutivo en un irónico posteo en Twitter.

Macri no se privó de mostrar su favoritismo por la administración porteña que gobierna el PRO al opinar sobre la organización de la caravana prevista para los festejos de la Selección, que realizará la mayor parte de su recorrido en territorio porteño, al citar el antecedente de noviembre de 2020 durante el velatorio de Diego Maradona.

“Ojalá se apoyen en la Ciudad. Si lo organizan ellos como hicieron el funeral de Diego va a ser una catástrofe”, advirtió.

El Antimufa

Si Macri jugó de local en los palcos VIP de Doha, donde hasta recibió la felicitación efusiva del emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, la exitosa campaña del equipo capitaneado por Lionel Messi después de la derrota en el debut le brindó la yapa de mostrarse como un talismán, cuando un sector de la sociedad quería colgarle el sayo de la mala suerte.

Como escribió Juan Rezzano en Letra P, "Macri es un hombre de fortuna, pero también de buena fortuna, si es que eso existe, porque de la existencia de la suerte no hay evidencia científica si no, en cada caso, una colección de hechos enlazados arbitrariamente, como en este: el hombre arrancó con el pie derecho naciendo en cuna de oro y después, tocado por algún tipo de misterioso influjo divino, a pesar de su escaso apego al esfuerzo y a su nula formación política, fue encadenando triunfos que lo llevaron -a él, al habitué de las revistas del corazón en los años dorados de los veranos eternos en Punta del Este- hasta el mismísimo despacho presidencial de la Casa Rosada".

Consciente de los dimes y diretes respecto de su figura y solazándose de estar en el centro de todas las miradas, Macri se apropió de la venturosa vuelta en el aire que dio la taba y decidió sortear su "bufanda de la suerte" en su cuenta de Instagram.

"La bufanda me la regaló el embajador argentino en Qatar. La usé en todos los partidos de la Selección. Fue mi cábala de la suerte (todos tuvieron una cábala, no? Esta fue la mía). Ahora quiero sortearla entre todos los que escriban un comentario que empiece diciendo "La quiero". Suerte!!", posteó, saboreando la victoria.

La publicación fue el punto final de un Mundial soñado para el expresidente, lejos pero nunca desentendido de las internas furiosas que atraviesan a su partido y a Juntos por el Cambio de cara a las elecciones presidenciales del año próximo. Un mes perfecto, que incluyó, entre octavos y cuartos de final, la condena de su némesis, Cristina Fernández de Kirchner, en la denominada causa Vialidad. El renunciamiento de la vicepresidenta a competir en las próximas elecciones el 6 de diciembre pasado tal vez sea la única nota oscura de estas semanas para el expresidente, en virtud de un escenario supuestamente más despolarizado por la autoexclusión de CFK que le quita margen de maniobra al ingeniero. Desde aquel día, oficialismo y oposición recalculan sus estrategias de cara a 2023. 

Con modos opuestos, como no podía ser de otra manera, Macri y Cristina jugaron sus cartas para que ni siquiera la fiesta mundial del fútbol los corriera de la agenda. 

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