El sector agroexportador festejó sin grises la medida, pero el productor se debate entre el optimismo y la cautela.
La anunciada baja "permanente" de las retenciones a las exportaciones de carne, soja y otros granos clave, oficializada por el presidente Javier Milei, inyectará un nuevo dinamismo al sector agroindustrial.
La medida, que busca impulsar la producción y el ingreso de divisas, fue recibida con un optimismo cauteloso por parte de las entidades rurales, mientras que algunos productores, marcados por crisis anteriores, mantienen una postura de espera.
La decisión del gobierno modifica el esquema tributario para algunas de las principales exportaciones del país.
A continuación, se detallan los nuevos porcentajes de derechos de exportación:
- Soja: La alícuota se reduce del 33% al 26%.
- Subproductos de la soja: Disminuyen del 31% al 24,5%.
- Maíz y Sorgo: Ambos cereales ven una baja del 12% al 9,5%.
- Carne (aviar y vacuna): Las retenciones descienden del 6,75% al 5%.
- Girasol: La tasa se ajusta de un 7,5% a un 5,5%.
Voces de apoyo: un camino hacia la competitividad
La medida ha sido celebrada por importantes figuras del sector. Marcos Pereda Born, vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina, calificó la decisión como "un gran avance".
A través de sus redes sociales, sostuvo que "reclamar lo que es justo de manera enérgica y sostenida rinde frutos. Es un primer gran paso hacia la eliminación definitiva".
El productor, entre el incentivo y la cautela
A pesar del alivio que la medida representa, la visión a nivel del productor individual presenta matices. Juan Neiman, productor agropecuario y ganadero, reconoce el gesto del gobierno pero pide una mirada a largo plazo. "El campo es el sector más libertario de la sociedad.
Las retenciones son un impuesto que no existe en casi ninguna otra parte del mundo y que hemos padecido por años", explica.
Neiman, quien en el pasado sufrió la pérdida total de su capital debido a las políticas de retenciones y el cierre de exportaciones, se muestra cauto: "Entendemos que el compromiso del Presidente con el sector es real, pero nuestra situación no se arregla en tan poco tiempo. Él necesita tiempo, y no sé si estamos preparados para eso".
El productor también analiza la coyuntura actual de sus dos principales actividades. "La ganadería está bien, porque el mercado internacional funciona y la demanda de carne no está completamente abastecida. Eso no pasa con los cereales, que tienen precios históricamente bajos. En nuestro país, la demanda de campos para siembra está saturada, y de esto se benefician los arrendatarios, que suben los alquileres y se llevan la rentabilidad de quienes trabajamos la tierra", sentencia.
No obstante, Neiman destaca un punto favorable de la gestión actual: la reducción en el costo de insumos esenciales.
"Cuando se fue Macri en 2019, comprábamos el litro de glifosato a 3,90 dólares. Durante el gobierno de Alberto Fernández nos costaba 11 dólares, y actualmente lo estamos pagando alrededor de 4 dólares. Esto, sin duda, nos ayuda y nos incentiva a querer invertir y producir en el país", concluyó. Esta baja en los costos, sumada a la reducción de retenciones, configura un nuevo escenario de oportunidades y desafíos para el motor productivo de Argentina.
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