A Recalde lo bajaron del escenario en la primera reunión del PJ porteño

A Recalde lo bajaron del escenario en la primera reunión del PJ porteño
El titular de Aerolíneas intentó subirse al escenario pero le dijeron que hablara desde su asiento
La primera reunión del PJ porteño tras la renovación de autoridades confirmó el rol menor que consiguió Mariano Recalde tras las internas del pasado 6 de abril.

El titular de Aerolíneas se quiso trepar al escenario en la primera reunión del congreso metropolitano que se realizó el martes en la sede del PJ porteño de la calle San José.

Días antes del cierre de listas, La Cámpora intentó sin éxito desplazar al titular del Suterh de la candidatura a presidente para que el titular de Aerolíneas se quedara con el partido. Pero Santa María acumuló respaldos de peso como el de los gobernadores Daniel Scioli, Juan Manuel Urtubey, Sergio Urribarri, “Paco” Pérez e incluso el ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.

El titular del Suterh se impuso como presidente y Recalde debió conformarse con ser el candidato a primer congresal, un cargo menor que suele ser reservado para viejas glorias del partido como un gesto simbólico, alejado de las decisiones estructurales.

Pese a esto, y como encabezó la lista de congresales, Recalde creyó que le correspondía ubicarse en una de las cuatro sillas que se colocaron en el escenario que se montó en el subsuelo de la sede.

El primero en ocupar una de las sillas fue Claudio Pandolfi, el flamante vicepresidente tercero. Lorena Pokoik, vicepresidenta segunda, se sentó en otra de las sillas, en tanto que Santa María, se sentó en el medio.

Recalde quiso sentarse en la cuarta silla pero cuando comenzó a subir los escalones, le advirtieron que el último banco estaba reservado para el titular de Upcn, Andrés Rodríguez, que fue electo vicepresidente primero del partido.

El camporista debió quedarse entre el público, mayormente conformado por los secretarios electos en las comunas.

“Soy un humilde congresal”, dijo Recalde, con despecho, desde su asiento cuando le dieron la palabra. Lo tuvo que gritar, prácticamente, porque no le facilitaron un micrófono.

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