La potente reaparición de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, primero con un extenso documento contra la política económica de Javier Milei luego con reiteradas interacciones en redes sociales después de meses de silencio, dividió a la dirigencia peronista de la provincia de Buenos Aires.

 

Las opiniones varían. Hay desde quienes consideran que es la única que puede conducir al peronismo en esta etapa y que es el único factor aglutinador de las diferentes tribus, hasta quienes creen que su instalación omnipresente podría generar “ruido” en gestiones con el gobierno nacional que resuelvan problemas de gestión cotidianos, o bloquee algunos intentos de ampliación del peronismo.

Cristina Fernández de Kirchner conducción

Sin sorpresas, la dirigencia camporista fue la primera en enaltecer y replicar las palabras de la expresidenta, mostrándolas como un faro que alumbra hacia dónde tiene que ir el peronismo. La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, marcó sin rodeos tras la reunión de la Federación Argentina de Municipios (FAM) que CFK es quién los “ordena y conduce” y con el documento los “sienta a todos a pensar y a estudiar no solamente las consecuencias de lo que estamos viviendo del gobierno de Javier Milei, sino sobre todo las causas”. La misma línea sigue toda la organización que lidera Máximo Kirchner.

 

 

Pero no son los únicos. Ante la consulta de Letra P, una fuente del entorno de la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, quién semanas atrás se reunió en privado con la expresidenta, sostuvo que la jefa comunal entiende que CFK “es la conductora del peronismo” y que reconoce en ella “el único liderazgo que puede ordenar al peronismo”. En esa línea opina que de ninguna manera sus palabras podrían ser perjudiciales.

Cristina Fernández de Kirchner y Mariel Fernández en el Instituto Patria.

En la misma línea se manifestó un intendente del conurbano consultado por este medio que consideró que la reaparición de Cristina “no bloquea ningún acercamiento con otros sectores” y que, “guste o no”, sigue siendo la persona que “más adhesiones genera en el electorado” dentro del peronismo.

A su vez marcó que su aparición tampoco perjudicaría al gobernador bonaerense Axel Kicillof: “Él puede plantear un liderazgo porque tiene la base de sustentación de Cristina, hay que cuidarlo y fortalecerlo, pero Axel está pegado a la imagen de Cristina, tienen distintas posiciones de poder, pero ésto hasta podría fortalecerlo, lo que debilita a Axel son las peleas internas, no Cristina”, sostuvo.

El bloqueo a una posible nueva construcción en Buenos Aires

Sin embargo, no todo el peronismo está tan convencido de que una Cristina “omnipresente” sea el mejor camino. Una fuente desde un sillón de peso de la Tercera sección electoral marcó a este medio que el peronismo necesita una “renovación” y que una presencia fuerte en la discusión política publica de la expresidenta puede bloquear algunos intentos de ampliar el peronismo. “Hay muchos sectores que no quieren quedar pegados al kirchnerismo con los que tenemos que trabajar articuladamente y después ver si los podemos sumar, si Cristina es protagonista eso se dificulta”, señaló el dirigente.

En una línea similar se plantó un funcionario de un importante municipio del conurbano. “Hoy están todos los intendentes buscando puentes con el gobierno nacional para solucionar los quilombos que tenemos, obras, fondos, situación social, esto puede generar un ruido que complique aún más las gestiones”, consideró, aunque aclaró que “siempre es interesante leer o escuchar a Cristina”.

El que ya había dejado en claro su alejamiento a la conducción de la expresidenta fue el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, quién abandonó la vicepresidencia del Instituto Patria. Como contó este medio, hay entre el jefe comunal y CFK un acuerdo “de mutuo respeto”, pero la relación está cortada.

“Algunos le pegan por lo bajo a Cristina por su pelea con Máximo Kirchner, es una consecuencia de eso, pero en el fondo lo que están queriendo es posicionarse ellos mismos”, marcó otro jefe comunal a este medio.