Por Macarena Ramírez

Durante el desarrollo del proceso electoral que comenzó el 24 de junio con el cierre de listas, Axel Kicillof consolidó una mesa chica de campaña que tuvo como objetivo central la reelección del gobernador. Con aquella tarea hecha, ese grupo de dirigentes de extrema confianza del mandatario se enfoca en la adecuación e implementación de la campaña de Sergio Massa en Buenos Aires. Camino al ballotage del 19 de noviembre, el quinteto trabaja para que su capitán lleve la loKomotora hasta la Casa Rosada.

 

Esa mesa chica la componen tres figuras del riñón de Kicillof y dos agregadas: Carlos Bianco, jefe de Asesores; Jesica Rey, ministra de Comunicación; Agustina Vila, a cargo de la Secretaría General; Andrés Larroque, ministro de Desarrollo Social, y Cristina Álvarez Rodríguez, ministra de Gobierno. Los tres primeros saltaron a la escena pública bonaerense con Kicillof. Los dos restantes, con volumen político y dilatada experiencia, construyeron un vínculo estrecho con el gobernador y se ganaron su confianza.

Fueron quienes se reunieron con la mesa chica de Massa en el búnker de la calle Mitre, en la Ciudad de Buenos Aires, para hilvanar el tercero y último tramo de la campaña rumbo al ballotage. Es la tropa reducida que acompaña a Kicillof en las reuniones con intendentes e intendentas de cada sección electoral, organiza las actividades, arma la logística y tiende puentes con la dirigencia territorial.

 

 

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“Carli es un todoterreno en la campaña”, dice a Letra P alguien del entorno de Kicillof en referencia a Bianco. Mano derecha del gobernador desde el día uno, tiene a su cargo una multiplicidad de tareas. Es enlace con los dirigentes territoriales, especialmente con los del interior. Cumple el rol de vocero y está al frente de la organización de actividades. Fue sostén de la kilométrica campaña de 2019 y se hizo cargo de la Jefatura de Gabinete. Tras su desplazamiento post-PASO 2021, le crearon un espacio a medida -Jefatura de Asesores- y hoy es el virtual jefe de Gabinete, un cargo que tras el Marbella-gate el gobernador anunció que eliminará.

Aunque con bajo perfil, Rey es un eslabón clave en el proceso. Responsable de la comunicación, es la terminal con la que mandan a hablar ante cualquier consulta periodística. Trabaja con Kicillof desde antes de que este se convirtiera en ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner. Es la sombra del gobernador, a donde él vaya, ella va.

Vila -otra kicillofista de la primera hora- se encarga de todo lo concerniente a la logística de la campaña, además de otras tareas. Politóloga y experta en Educación, llegó a la Secretaría General en reemplazo de Federico Thea tras dejar la Dirección General de Cultura y Educación en manos de Alberto Sileoni.

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Álvarez Rodríguez y el Cuervo Larroque “son dos dirigentes con peso político específico que han construido un vínculo muy fuerte con el gobernador. Donde vamos, ellos están. Tienen diálogo permanente con Axel, pasan mucho tiempo en la gobernación e incluso en la oficina del gobernador, es una relación de mucha confianza”, cuenta a este medio alguien con oficina en el edificio de calle 6, en La Plata.

Ella tiene mucho vínculo con la dirigencia territorial. Con intendentes y centralmente con dirigentes denominados “sin tierra”, con quienes trabaja desde hace tiempo para ordenar políticamente esos territorios donde la conducción política no era tan clara. “Ella tuvo mucho que ver con la consolidación de muchos dirigentes, algunos de los cuales terminaron siendo intendentes”, le reconocen en la gobernación. Previo a la campaña por la reelección, fue quien mantuvo reuniones seccionales con toda la dirigencia de distritos gobernados por la oposición. Con mucho conocimiento sobre el territorio, su mirada es clave para la búsqueda de votos para Massa.

Junto a Bianco, está abocada a la organización, la logística y convocatoria a la militancia para los encuentros seccionales que comenzaron el lunes en La Plata y continuarán este miércoles en Bahía Blanca y Olavarría.

Larroque fue uno de los últimos en llegar a esa mesa. En el entorno de Kicillof destacan que, junto a su agrupación La Patria es el Otro y en articulación con los intendentes Mario Secco (Ensenada), Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Fernando Espinoza (La Matanza), fue protagonista de la campaña. “Apuntalaron y respaldaron fuertemente la candidatura de Kicillof y la fórmula con Verónica Magario”, recuerdan. El Cuervo es central en el trabajo territorial de base y en la relación con los intendentes. Con Bianco, conforman la dupla de voceros de campaña.

Alguien que conoce su funcionamiento, afirma que la mesa de campaña que armó Kicillof es “muy versátil”, un espacio que combina a su gente de “máxima confianza” con otros actores. “El Cuervo y Cristina aportan otros pensamientos, otras formas, y eso nutre a Axel”, resume.