El impacto del bono generó tensiones en las firmas pequeñas y medianas. Las multinacionales sostienen la suba del empleo privado. Modelo en disputa y brecha.
Por Ariel Maciel
Las pymes encendieron sus radares de alerta ante la influencia ganada por las grandes empresas del país en los despachos oficiales que definen las principales medidas económicas. La imposición de un bono de fin de año de 24.000 pesos para los salarios menores a los 190.000 pesos mensuales disparó las tensiones en un sector que suele ser aliado de los gobiernos productivistas, en donde además se apoya el discurso industrialista del peronismo. Mientras ese espacio digería la imposición, Sergio Massa cruzaba elogios con el presidente del Grupo Techint, Paolo Rocca, y buscaba desteñir la grieta entre los intereses de ambos espacios productivos.
El feriado nacional que decretó el Gobierno para facilitar los festejos por el campeonato del mundo logrado por la Selección de fútbol desnudó las novedosas diferencias que surgieron entre las pymes y el equipo económico. Las quejas por la caída de una jornada laboral, en medio de un rally de fin de año para pagar aguinaldo, obligaciones impositivas y el bono navideño, sirvió para sacar a la luz algunas "incomodidades" que están teniendo las pequeñas y medianas empresas en el modelo massista.
"Las decisiones son inconsultas, pero afectan fuertemente a las fábricas y los comercios, que ya están sufriendo el impacto de la caída de las ventas. Sabemos que es bueno sumarles poder adquisitivo a los trabajadores, pero se da justo en un momento muy delicado para las empresas, por el pago de muchas obligaciones típicas de fin de año. Sin mencionar que el corte de la obligación de pago del bono incluye a la mayoría de las pymes y deja afuera a muchas grandes empresas", se quejó un empresario consultado por Letra P. El off the record aún lo utilizan para evitar cortar los lazos con el Palacio de Hacienda.
La cercanía de Massa con las multinacionales tiene explicación concreta: son las únicas que se encuentran con proyectos de fuerte inversión de capital para 2023, lo que implica el crecimiento del empleo formal. Eso, sin embargo, chocará con los pronósticos de las pymes, que ya congelaron sus planillas de personal e, incluso, analizan con reducir horas extra y achicar plantel. "Va a empezar a faltar trabajo y, en consecuencia, va a aumentar la desocupación y la pobreza, se alarmó un jefe de la Unión Industrial Argentina (UIA), que reporta en el mundo pyme.
Según un informe de la Fundación Observatorio Pyme (FOB) al que accedió este medio, "la disminución de la contribución al empleo privado formal de las micro y pequeñas empresas, categoría de empresas que en todo el mundo emplean predominantemente a trabajadores de baja y media calificación, está asociado con el aumento de la pobreza y la disminución de la cohesión social que se observa en Argentina en los últimos diez años". Según las estadísticas a 2011, en la última década las grandes crecieron 7,1% y las medianas 3,9%; mientras que las pequeñas cayeron 5,2% y las micro en 10,5%. Este escenario da cuenta de que las empresas más chicas emplearon menos o reenfocaron la relación con sus plantillas en el ámbito de la informalidad.
Un aspecto puso en jaque a la natalidad e, incluso, la supervivencia de las empresas chicas: la rentabilidad. Mientras que las medianas y, de manera mucho más acentuada, las grandes empresas lograron tener índices de mejora de las ganancias por encima de sus costos, las pequeñas perdieron fuertemente en ese terreno, lo que explicó la ausencia de nacimiento de nuevas pymes. En concreto, se amplió la diferencia de productividad del trabajo entre ambos sectores, lo que no fue acompañado por una ampliación del costo del trabajo.
"La caída de la rentabilidad de las empresas pequeñas de la industria metalmecánica es sustancial. Mientras que la diferencia de productividad del trabajo entre los dos tamaños aumentó un 241%, la diferencia de costo real del trabajo solo aumentó un 13%. En la industria alimenticia la tendencia se repite, aunque de manera menos marcada. La diferencia de productividad aumentó un 118% y la diferencia del costo del trabajo un 19%", detalló el informe de la FOB.
La ecuación del derrame
Mirando hacia adelante, la actividad productiva empezó a mostrar ritmo de desaceleración. De allí el recelo de las pymes con Massa, porque notan que en el equipo económico existe una suerte de confianza en el efecto derrame: cuanto mejor le vaya a las grandes del país, mejor le irá a la cadena de valor. Sin embargo, esa ecuación no le cierra a las pequeñas y medianas empresas, porque ven que la inversión en tecnología y recursos para optimizar la productividad está a disposición de las firmas que más facturan, mientras que las demás están pensando en el día a día para llegar a fin de mes, con problemas de productividad y límites a la inversión.
Fuentes del sector confiaron a Letra P que esta situación "contradice el plan inicial de apoyarse en las pymes para hacer crecer desde abajo a la economía, lo que va a provocar mayor concentración económica, porque las grandes empresas piensan en mejorar su rentabilidad para costear las inversiones en tecnología y management, y no en que las pymes crezcan y se desarrollen". "Mucho menos, que aparezcan 30 o 40 Arcor, como dijo el ministro", se quejó el dueño de una fábrica. La referencia es a la participación que tuvo el jefe de Hacienda en el Seminario Propymes que organizó Techint la semana pasada, en donde Massa compartió escenario con Paolo Rocca.
De todas maneras, las entidades pymes mantendrán su estrategia de "colarse" en los ámbitos de decisión económica, en modo supervivencia. Así sucedió con el consejo asesor de las importaciones, en donde el ministro de Economía sentó a la UIA junto a la AFIP, Comercio y el Banco Central, pero, ante las presiones, le cedió un lugar también al sector para lograr una representación más amplia. "Compartimos el modelo económico, con mirada productivista, pero las formas lo único que están logrando, a mediano y largo plazo, es aumentar la brecha", se lamentó un líder empresario pyme.
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