La Provincia duplica la inversión en asistencia social

La Provincia duplica la inversión en asistencia social

La medida se da en el contexto de una nueva suba del precio de los alimentos. Mientras Nación sigue reteniendo fondos, el ministro Andrés Larroque dijo que en la gente "reina el desánimo".

 

Por Enrique Arriaga

El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires anunció el aumento del 76 por ciento en el monto de becas y prestaciones de programas sociales, y del 118,7 por ciento en las becas del Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia (OPNyA), ambos dependientes del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad.

El anuncio fue realizado en la mañana del martes por el ministro del área, Andrés “Cuervo” Larroque, a través de su cuenta de X. Larroque destacó “el esfuerzo del gobernador Axel Kicillof para llevar adelante un gobierno que protege y está presente para amortiguar el impacto de las políticas de ajuste del gobierno nacional”, y agregó que “mientras Milei recorta fondos y ahoga a las provincias, el gobernador sigue sosteniendo los niveles de inversión social para el acompañamiento e inclusión de los más vulnerables”.

La inversión social incrementada llega a más de 300 mil destinatarios e impacta sobre un total de 15 programas, entre los que se encuentran las Unidades de Desarrollo Infantil (UDI) bajo la modalidad Jardín Maternal, Casa del Niño y Centro de Atención Integral; el Programa Envión y los Centros Juveniles, e implica prácticamente la duplicación la inversión asignada, al llevarla de 5.500 a 10.700 millones de pesos, con el objetivo de fortalecer la asistencia a los sectores más vulnerables como son niños, adolescentes, jóvenes, adultos mayores y personas con discapacidad, en el contexto que es definido por la Provincia como la peor crisis económica desde el estallido de 2001.

"La sensibilidad no se negocia"

En diálogo con Buenos Aires/12, el ministro afirmó que "en condiciones normales, esto sería una buena noticia, pero en estas condiciones, que no son normales, es imperativo". Agregó  que "entre los bonaerenses reina el desánimo y la desazón, producto de estas políticas, y por eso redoblamos esfuerzos para acompañarlos. La sensibilidad no se negocia".

Consultado sobre lo que observa en los territorios, Larroque indica que "se están multiplicando las ollas populares, que son esporádicas y son el primer reflejo de las comunidades, el primer paso de organización. Muchas veces, después de cierto tiempo, si la crisis persiste, las ollas se formalizan y se convierten en comedores comunitarios".

La decisión también impacta positivamente en la inversión mensual para los Centros de Integración Social (CIS), el programa de Fortalecimiento Alimentario a Espacios Comunitarios (FAEC) y Barrios Bonaerenses pasa de 866 millones de pesos a más de 1.578 millones.

Los Centros de Inclusión Social (CIS) tienen como objetivo brindar a las personas en situación de calle un espacio de contención integral para promover su reinserción social y cubren las necesidades de alojamiento, alimentación e higiene.

“Los CIS son 29 y aumentan su cantidad de plazas a 640, mientras que el FAEC tiene 12.501 módulos y alcanza a 4.312 comedores y espacios comunitarios. Por último, Barrios Bonaerenses, el programa que busca promover la inserción laboral mediante un ingreso no remunerativo orientado a la formación y capacitación, alcanza a 12.466 personas”, explica el comunicado oficial.

Los juegos del hambre

Distintas mediciones privadas registraron una aceleración de la inflación en el rubro Alimentos, durante la primera semana de marzo, comparada con la del mes anterior. Por ese motivo, los economistas estiman que será muy difícil que la inflación de marzo sea menor a la de febrero.

El dato de 13,2 que se conoció este martes, particularmente muestra que el aumento en alimentos y bebidas no alcohólicas se ubicó levemente por debajo del promedio, aunque fue el que más impactó en todas las regiones: 11,9 por ciento. La infación total acumulada desde la asunción de Milei, de acuerdo al IPC del Indec es de 70 puntos en apenas un trimestre.

La suba de precios de la comida golpea a todos los sectores, pero especialmente a los más vulnerables, que destinan casi la totalidad de sus ingresos a ese ítem. Recientemente, la asesora económica de IOMA, Laura Testa, dijo al respecto, en diálogo con Buenos Aires/12 que "hay gente que tiene que elegir si comer o medicarse". 

El anuncio hecho por Larroque implica la voluntad del Estado provincial de acompañar a esos sectores, aún cuando el futuro de las partidas presupuestarias adeudadas por Nación sigue siendo un misterio.

Hace exactamente un mes, en la misma línea, el ministro Larroque anunció que, por decisión del gobernador Axel Kicillof, se duplicaba el presupuesto asignado al Servicio Alimentario Escolar (SAE), que brinda diariamente al menos una prestación, desayuno, almuerzo o merienda, a casi 2,5 millones de chicos.

Además, esa misma agencia financia el “Mesa bonaerense”, un programa de ayuda a las familias surgido en pandemia, cuya demanda aumentó últimamente, según reportan desde varios distritos.

Contraste

La medida contrasta con una decisión de la actual administración nacional: la semana pasada la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, anunció el cierre de 50 Centros de Referencia (CDR) y el despido de 600 trabajadores, con el objetivo de ahorrar 5 mil millones de pesos anuales.

Aunque no cumplen exactamente la misma función operativa, los Centros de Referencia del ministerio de Capital Humano son espacios descentralizados, cuyo objetivo es el de facilitar a las distintas poblaciones, geográficamente distantes de la ciudad de Buenos Aires, el acceso a las políticas públicas de asistencia.

La ministra anunció que los trámites que antes se hacían en los CDR se realizarán de manera digital o a través de una línea 0800, desconociendo las barreras existentes en materia de inclusión tecnológica, especialmente en los sectores vulnerables. Mientras, los comedores comunitarios de todo el país siguen a la espera de alimentos, cuya provisión se cortó el 10 de diciembre del año pasado.

Trasfondo

A este contexto, extremadamente complejo de por sí, se le sobreimprimirá en breve el aumento de las tarifas de electricidad y gas, precios regulados cuyos incrementos requieren autorización del gobierno.

Curiosamente, el mismo gobierno que libera determinadas variables económicas por motivos ideológicos, demora la homologación de paritarias que cuentan con acuerdo de representantes de trabajadores y empresarios, por considerarlas elevadas e inflacionarias. El caso paradigmático es el de Camioneros.

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