El próximo viernes el Gobierno otorgará el anunciado aumento del 50% en la tarjeta Alimentar destinadas a dos millones de personas. Pero la estrategia de conteción social que prevé Alberto Fernández para los sectores más vulnerables en medio de la pandemia apunta ahora no sólo a otorgar subsidios en alimentos sino en reconvertir el esquema productivo de las clases bajas y reactivar la economía.

"El objetivo del Gobierno en materia social hoy es mover activamente la economía más allá de los aumentos que se puedan dar en los planes sociales", explicó a El Cronista el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, al exponer los alcances de la nueva etapa de la política social que se viene para seguir capeando la pandemia.

La tarjeta Alimentar destinada a las madres con un hijo menor de 6 años que cobraban $4000 pasará a partir de este viernes a ser de $6000 por mes y el monto para quienes tienen dos o más hijos pasará de $6000 a $9000 mensuales.

El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, explicó que el objetivo de esta medida es "sostener el poder de compra de las familias y avanzar con un esquema de buena nutrición". 

Este incremento responde al aumento que hubo en el costo de los alimentos y la medida se sustentará con el aporte de un préstamo especial de u$s 300 millones que aportó el Banco de Desarrollo de América latina (CAF).

Este será la mayor inyección de fondos en materia de subsidios en lo que va del año. Arroyo confirmó que no habrá IFE o una reconversión de los programas ATP como hubo el año pasado ya que la política social del Gobierno se enfocará en adelante en recomponer el aparato productivo de los pequeños productores de alimentos y en reforzar los planes de trabajo.

De esta manera, la idea es intensificar el plan Potenciar Trabajo que apunta a una inclusión socioproductiva y el desarrollo local. Este plan unifica a los programas Hacemos Futuro y Salario Social Complementario en una única iniciativa. El programa de trabajo promovido por la ANSeS tiene como objetivo contribuir a mejorar el empleo y generar nuevas oportunidades a través del desarrollo de proyectos socio-productivos, socio-laborales y la terminalidad educativa.

Actualmente el Potenciar Trabajo llegó a 820.000 personas y la intención del Gobierno es que desde este programa haya una reconversión hacia el trabajo genuino.

En esta misma línea, el Ministerio de Desarrollo Social está trabajando con el INTA para el desarrollo de un programa de producción de 1500 litros de leche diarios de pequeños productores y reforzarán las tareas de las cooperativas para la producción de alimentos.

Todo esto forma parte de lo que el Gobierno cree que se necesitará en adelante: reactivar la economía desde los sectores más bajos y evitar una disparada de precios de los alimentos.

"El costo de los alimentos tiene varios componentes, pero uno de ellos es la intermediación, por lo que tenemos que lograr que los pequeños productores coloquen sus productos en las ferias directamente", manifestó Arroyo, quien recordó que su ministerio está trabajando "para potenciar mucho la economía popular y a los pequeños productores, para que puedan colocar sus productos y venderlos de manera directa".

Por otro lado, habrá un trabajo destinado a reconvertir los 800 jardines de infantes o comedores que hay distribuidos en distintos puntos del país en centros educativos. Esto fue parte de los acuerdos que se alcanzaron en la Mesa contra el Hambre la semana pasada y que apuntó a reforzar la calidad nutricional en la tarjeta Alimentar a la vez que fomentar la producción de alimentos en los pequeños productores.

En paralelo a esto se contempla un incremento paulatino de un millón de beneficiarios de los programas de la Asignación Universal por Hijo (AUH) que hoy contempla cuatro millones de niños. La idea de la Anses que maneja Fernanda Raverta es incluir a un millón de chicos que hoy están afuera del sistema ya que no cuentan con un DNI; sus padres están en la economía informal o carecen de datos para ser registrados en el plan de ayuda social a pesar de formar parte de los sectores vulnerables. 

En el Gobierno están convencidos que hay una reactivación "incipiente" de la economía en los sectores vulnerables con un incremento de changas en el conurbano bonaerense y el resto de los grandes centros urbanos. Esto se percibe con la presencia de menos gente en los comedores escolares y un aumento del trabajo informal.

De todas maneras, en la Casa Rosada están atentos a la evolución de la pandemia y no descartan imponer "medidas excepcionales" en el caso de que se disparen los casos de coronavirus y haya que cerrar las actividades. En el corto plazo no se vislumbra este panorama y por ello hasta ahora no hay detalles de lo que podría implicar esas "medidas excepcionales".

A la par de todas estas iniciativas de contención social de los sectores vulnerables,  el Gobierno recibió con beneplácito el aluvión de voluntarios de movimientos sociales que salieron a las calles para fiscalizar el incremento de precios. Se realizará esta semana una reunión con los movimientos sociales para analizar los operativos que se hicieron durante todo el fin de semana en los supermercados para controlar los precios.

"Son colaboraciones voluntarias y no hay nada armado con el gobierno", se atajaron en la Casa Rosada al evaluar el operativo de más de 25.000 piqueteros que salieron a los supermercados a hacer un control de aumento de precios de alimentos.

El esquema lleva, sin embargo, el sello de al menos tres referentes de los movimientos sociales que hoy ocupan cargos relevantes en el gobierno como son el secretario El secretario de Relaciones Institucionales del Gabinete y dirigente del Movimiento Evita, Fernando "Chino" Navarro; El secretario de Economía Social y referente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico y el subsecretario de Políticas de Integración y Formación, Daniel Menéndez que coordina el movimiento Barrios de Pie.