Mujica pidió disculpas por su exabrupto, pero a la vez envió un mensaje con quejas

Por Martín Dinatale |

Hubo un perdón en público y una carta en sobre cerrado que difícilmente la Casa Rosada difunda. El presidente de Uruguay, José Mujica, ayer pidió "sentidas disculpas" por su exabrupto dirigido a los Kirchner, aunque no por ello dejó de deslizar sus molestias y críticas por las políticas económicas contra Montevideo que Buenos Aires ejecutó en los últimos tiempos.

"Debo pedir sentidas disculpas a quien pude lastimar en estos días por mis dichos", dijo Mujica en su audición radial por M24 y que luego se publicó en la página oficial del gobierno uruguayo. El pedido de perdón llegó una semana después de que estallara aquel escándalo en el que a micrófono abierto el presidente uruguayo dijo: "Esta vieja terca es peor que el tuerto", en referencia directa a Cristina y Néstor Kirchner.

Ayer, Mujica buscó suavizar su desliz y remarcó que "una vez que se violentó la intimidad por el juego del mercado, no tengo otro camino: debo pedir sentidas disculpas a quienes pude lastimar en estos días por mis dichos y sobre todo a quienes son -como nosotros- integrantes del sueño de patria grande y federal".

En rigor, las disculpas públicas de Mujica llegaron tras una semana en que Cristina Kirchner no le atendiera los teléfonos y luego de que ayer por la mañana le envió una carta a la Presidenta en sobre cerrado para que sólo ella decida difundir.

Esa carta nunca se hará pública. No sólo porque ya forma parte de un secreto de Estado sino porque además del pedido de disculpas Mujica habría planteado también sus quejas y puntos de vista críticos respecto de cómo deberían continuar la relación bilateral y el Mercosur. Claramente ésta es una visión opuesta a la que hoy tiene Cristina Kirchner.

Fuentes confiables del gobierno uruguayo dijeron a LA NACION que para comprender la situación hay que observar con atención que en las últimas semanas Mujica empezó a virar sustantivamente su política exterior hacia Brasil en detrimento de la Argentina.

De hecho, ayer, en la audición radial, Mujica deslizó algunas de estas ideas. Recordó que en "estos años los acusaron de muchas cosas, como por ejemplo de ser genuflexos, y nadie nos pidió disculpas". Inmediatamente añadió: "Al parecer éstas son las reglas de juego. Tratamos de hacer todo lo posible por sostener una relación que tenga en cuenta los intereses económicos de la gente que trabaja, pero en este país hace años que existe una campaña cuasi permanente: que la Argentina se cae, que va camino a una república paupérrima. Se acusa a este gobierno de que se subordina. Mentira sobre mentira", puntualizó.

El presidente uruguayo dijo que son miles los uruguayos que viven en la Argentina y "están absolutamente integrados". ¿Quiso plantear Mujica que los argentinos no están integrados al Mercosur? Algo de esto habría revelado en su carta lacrada dirigida a Cristina Kirchner.

Las quejas de Uruguay hacia el gobierno argentino son varias: las trabas a las importaciones, la falta de un acuerdo por las obras de profundización del dragado en el canal Martín García y las asimetrías que Buenos Aires muestra en función del Mercosur.

En este sentido, un paso relevante para la integración del bloque regional y a la vez una señal directa hacia la Argentina la dio hace unos días el propio Mujica con su par de Brasil Dilma Rousseff. Ambos mandatarios se comprometieron para que en 2014 "no exista más la frontera" entre ambos países, "para personas y mercaderías".

"Esto será un brutal desafío y un terremoto", dijo Mujica refiriéndose a la negociación que desde el año pasado mantiene con Brasil para consagrar el libre tránsito de personas y productos en la frontera.

Algo de esto también habría señalado Mujica en su carta cerrada a Cristina Kirchner. En tal caso, el pedido de disculpas fue un llamado de atención para alertar sobre otros temas más preocupantes que ve Mujica en el vínculo bilateral.

En la Argentina el canciller Héctor Timerman no pareció tomar nota de nada de esto. Es más: afirmó "no" tener "ninguna noticia" sobre la carta que había enviado Mujica, pero recalcó que será "bienvenida".

Luego de que llegaron las disculpas públicas de Uruguay y se conoció que la carta cerrada había llegado a Buenos Aires, la Casa Rosada se llamó a silencio total. Anoche en Montevideo un hombre cercano a Mujica dijo a LA NACION: "El mensaje ya fue enviado, quien tenga oídos para oír que oiga"..

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