Vencen $12 billones y el rollover es incierto. La demanda sobre el tipo de cambio presiona sobre la posibilidad de que el Gobierno quiera dejar pesos sueltos y relajar el apretón monetario.
Eugenia Muzio
Tras el rally de los primeros dos días poselecciones, el mercado saldrá este miércoles a testear la tasa que ofrecerá el Gobierno y su intención de volcar o no más pesos en la plaza. Se trata de vencimientos por más de $12 billones y la capacidad de renovación medirá la confianza de los privados en un nuevo escenario políticoeconómico en el que, pese a la fiesta del primer día, la demanda sobre el dólar se mantuvo firme y el desarme de una estrategia que armó el Banco Central en la previa a las urnas encendió las alarmas.
Con Pablo Quirno ya en funciones de Canciller, la acéfala Secretaría de Finanzas ofrecerá letras y bonos que vencen en 2027, meses antes del fin del mandato de Javier Milei. Una canasta que tiene algunos títulos a tasa fija y otros dollar linked con los que busca extender duration (medida de riesgo de un bono) y bajar las tasas de interés para un mercado que se sobredolarizó y quiere liquidez.
En la City especulan con que el ministro de Economía, Luis Caputo, apueste en esta nueva etapa a llegar al famoso punto Ánker en el que el Tesoro deja de "aspirar" todos los pesos, y los bancos empiezan a tener pesos "sobrantes" que prefieran prestarle al sector privado. Pero el escenario de estos días es muy distinto.
Falta de liquidez, una clave del test
El sistema financiero viene de pérdidas en agosto, septiembre y octubre. Los indicadores de rentabilidad de los bancos, aunque nominalmente positivos, se encuentran en terreno negativo en términos reales. El Informe Monetario Mensual del BCRA de agosto mostró una desaceleración en el crédito al sector privado, creciendo solo un 0,4% real ajustado por estacionalidad. Todo en medio del enojo de las entidades por los encajes al 55% que se mantienen estáticos y que resta capacidad de préstamo.
El dólar oficial volvió a ubicarse en $1.500 tras el respiro post elecciones
En un escenario de falta de liquidez, este martes el dólar volvió a subir a $1.470, ya más cerca del techo de la banda. Analistas hablan de las dudas que persisten respecto del esquema de flotación entre límites y la compra de reservas, que aún no dio señales. Pero también siguen las especulaciones respecto a quién estaría comprando en una plaza con operatoria más reducida poselecciones.
EE.UU. cerrando posiciones, el rumor de la City
El rumor de los mercados, de difícil verificación, es que hubo una operatoria del Tesoro de EE.UU. para rescatar sus propios dólares y cerrar posiciones luego de haber inyectado más de USD 2.000 millones para ayudar al Gobierno a contener la cotización antes de las urnas. Sin embargo, un informe de la consultora Econviews aseguró que desde el 7 de octubre se registró una suba fuerte en el stock de letras emitidas en moneda nacional por un monto similar a la intervención de Scott Bessent, por USD 2.082 millones.
“El último balance del Banco Central de la República Argentina (BCRA) parece confirmar adónde quedaron los pesos del US Treasury. En principio no son dollar linked. En el PDF figuran como letras de liquidez”, escribió el economista Alejandro Giacoia en X. Quiere decir que los pesos del Tesoro norteamericano están fuera del sistema bancario y en Letras emitidas por el BCRA.
Una estrategia que metió ruido en el dólar
También hubo un evento puntual que metio ruido en la City: el “fixation” de la D3105, una letra atada a la cotización de la divisa estadounidense oficial que vence el viernes, pero que este martes se conocía a qué tipo de cambio el Gobierno pagará los títulos e inyectó presión sobre la moneda norteamericana.
El cuento es el siguiente: el mercado tomó USD 3.200 millones en bonos dollar linked como cobertura ante una eventual devaluación luego de los comicios. Para descomprimir el vencimiento, la semana pasada el Central ofreció un canje de esos bonos que vencen a fin de mes por otros de la mismas características, pero con vencimientos en los meses de noviembre, diciembre y enero próximos. Ese intercambio totalizó USD 402 millones, una adhesión de sólo 12,4%.
Fortalecido por la elección, Luis Caputo refuerza su círculo de conducción y ratifica el alineamiento con EE.UU.
Esta letra la usó fuertemente el BCRA en la previa de la elección para contener el dólar, vendiendo cerca de USD 1.700 millones por debajo del valor que se encontraba el dólar oficial en el momento. El objetivo era generar los incentivos para que los inversores compren la letra y, al encontrarse cubiertos de una devaluación, vendan dólar futuro para así crear lo que en la jerga financiera se llama un sintético (asegurarse un rendimiento sin importar el movimiento del dólar).
El “desarme” de este sintético, es decir, recomprar el futuro de octubre y dólar oficial es lo que generó la suba hasta $1.485 del oficial en el día de hoy y un volumen operado récord de $3.060 millones de contratos en dólar futuro”, explicó el economista Hernán Letcher.
En la primera licitación de octubre, previa a las elecciones, el nivel de renovación había sido del 45% sobre un total de $3,8 billones. “Esta vez, el desafío será mayor, aunque el descenso reciente del dólar podría facilitar la colocación, al inyectar más pesos en el mercado. Además, si el Tesoro de EE.UU. reduce sus ventas de divisas, se espera una mayor liquidez doméstica que podría favorecer el resultado de la operación”, analizó la consultora Wise Capital.




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