Las elecciones en el oeste del conurbano se desarrollaron con normalidad, salvo por un lamentable episodio en el búnker de Gustavo Menéndez, el candidato de Sergio Massa en Merlo. Un grupo de delincuentes ingresó en su local y robó $ 110.000 destinados al pago de los fiscales. En ese mismo distrito también hubo denuncias cruzadas entre el Frente Renovador (FR) y el Frente para la Victoria (FPV) por faltante y destrucción de boletas.

En cambio, en La Matanza, donde la contienda electoral se había crispado durante las últimas semanas con hechos de violencia como el ataque contra Massa, la elección se llevó adelante con tranquilidad y rapidez.

Es más: al cierre de esta edición, Martín Insaurralde se imponía por dos puntos en La Matanza. En el plano local, la lista del kirchnerista Fernando Espinoza ampliaba a cinco puntos la diferencia, desnudando el corte de boletas.

En una recorrida de LA NACION por La Matanza, uno de los distritos con mayor peso electoral de la provincia, con más de 950.000 votantes, se pudo observar que los afiches de Insaurralde prácticamente habían desaparecido de las principales avenidas y sólo quedaban los de Espinoza.

"Hoy, las que han hablado son las urnas. Y a ellas nos remitimos. Por eso, insisto, desde hoy, y por los próximos dos años, el pueblo en su conjunto será el que saque sus propias conclusiones", dijo el jefe comunal.

En algunas escuelas, como la ENET N° 1 de Isidro Casanova, donde sólo votan extranjeros, hubo más participación que en otras oportunidades. "La verdad es que muy poca gente se acerca acá para votar. Pero en estas elecciones legislativas se triplicó la participación", dijo Marcelina Hecta, presidenta de mesa.

En la escuela N° 90 de Gregorio de Laferrère los estrechos pasillos estaban comprimidos: las mesas parecían formar laberintos y los votantes, en un clima distendido, tuvieron que esquivar bancos y sillas para acceder a las urnas.

"Esta elección fue mucho mas rápida y distendida. Participé como presidente de mesa en las PASO y creo que el mecanismo ya se aceitó y todo salió mucho más rápido", dijo a LA NACION Luis Loose.

En Merlo, el FR denunció a tres fiscales del oficialismo por sustracción de boletas. La denuncia fue confirmada por el juez federal Manuel Humberto Blanco. Por la noche, la agencia Télam difundió otra denuncia, pero contra fiscales del massismo.

El candidato del FR de ese distrito Gustavo Menéndez denunció que a las 17.30, cuando estaba con un grupo de amigos y colaboradores en el centro de San Antonio de Padua, donde se había instalado el búnker para esperar los resultados, fue asaltado por dos delincuentes.

Dos jóvenes se presentaron como fiscales del massismo y dijeron que estaban perdidos. Pero de pronto desenfundaron sus pistolas y ordenaron a los presentes que se tiraran al suelo boca abajo y las apuntaron a la cabeza de una mujer. "Le pedían la plata de los fiscales; la agarraron de los pelos y a patadas la llevaron hasta donde estaba guardado el dinero, unos 110.000 pesos", relató Menéndez a LA NACION. "Cuando se fueron tiraron varios tiros al aire", agregó.

El dirigente, que también se quejó de la aparición de boletas apócrifas de su fuerza y del hostigamiento a los fiscales, lanzó todas sus sospechas hacia "el aparato" del intendente Raúl Othacehé. "Acá hubo una zona liberada y una acción de inteligencia que habla de la impunidad con que se maneja el intendente."