El ministro criticó la suba de tarifas y se adjudicó las mejoras hechas en la línea. Le respondieron que el aumento era por la inflación y la quita de subsidios.
Randazzo había llegado hasta la estación del barrio de Caballito diez minutos antes de las 17. A esa hora también arribó Macri, aunque lo hizo en la cabina de una de las flamantes formaciones, las primeras con aire acondicionado del subte porteño, junto a Humberto, el conductor que lo llevó hasta allí y es uno de los 140 que recibieron capacitación para operar las 9 formaciones fabricadas en china (45 coches). La línea estuvo cerrada 54 días en los que además se mejoraron estaciones y el señalamiento.
Junto a Macri viajaban la Vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, el Jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, Juan Pablo Piccardo, titular de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE), y Daniel Chaín, ministro de Desarrollo Urbano.
Cuando subieron desde el andén hasta la estación hubo saludos de rigor y Macri tomó el micrófono. Dijo que ya se iniciaron los procesos licitatorios para comprar 105 coches más que permitirán abrir las estaciones Plaza Flores y San Pedrito, que ya están listas pero no pueden operar porque hacen falta más trenes, y lanzó el primer dardo: “El deterioro de diez años no se recupera de un día para el otro”. Después moderó el discurso diciendo que agradecía la presencia de Randazzo en lugar de la presidenta, a quien había invitado especialmente y no pudo estar presente porque asiste a los funerales del presidente venezolano Hugo Chávez, y lanzó: “Le pido al ministro que esto sea el comienzo de una nueva etapa. Que la gente viaje mejor es responsabilidad de todos y requiere que coordinemos esfuerzos”.
Serio, casi sin mirar a Macri, Randazzo escuchaba sentado en primera fila junto a Vidal y Larreta. Cuando Macri terminó de hablar invitó a Randazzo a bajar para subirse al tren, pero el ministro señaló hacia arriba, dando a entender que se tenía que ir, y el paseo quedó para mejor oportunidad.
Pero Randazzo frenó entre cámaras y micrófonos antes de abandonar el lugar. Aseguró que está “abierto al diálogo” y recordó que el Gobierno nacional aportó los $ 1.000 millones para la compra de los vagones, la renovación de vías y los trabajos en el señalamiento de la línea. También dijo que su gestión en el área incluyó la convocatoria para armar la Agencia Metropolitana de Transporte, pero que la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires sólo fueron a una reunión.
El pase de facturas continuó después, cuando Randazzo se refirió al aumento de la tarifa del subte, que desde la próxima semana costará $ 3,50. “Un 200% de aumento es una desproporción y descompensará el sistema de transporte”, dijo. Randazzo se fue, pero Rodríguez Larreta, que no se había subido al tren que se llevó a Macri para el viaje inaugural con los periodistas, se quedó para contestarle. “El aumento de la tarifa surge por la decisión del Ministro y la Presidente de sacar el subsidio y por otro flagelo, la inflación”, disparó Larreta, y agregó que la Ciudad sigue subsidiando el servicio, ya que de lo contrario costaría $ 6,10.
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