Por David Correa

El gobernador de Tucumán, Juan Manzur, mostró que sus ambiciones presidenciales aún están vivas, aunque su salida de la Casa Rosada para volver a la provincia haya sacado su nombre de las mesas de arena del poder en la Capital Federal y de su decisión de esquivar los micrófonos para opinar sobre la interna en la que se encuentra enfrascada la coalición gobernante para elegir su postulante de cara a los comicios nacionales. El médico sanitarista jura que su energía está concentrada en las elecciones provinciales del próximo 14 de mayo, en las que secundará en la fórmula del peronismo a Osvaldo Jaldo, sin embargo este martes recibió en su despacho a cinco empresarios argentinos que juegan en ligas mayores, con los que además almorzó en su residencia, en Yerba Buena. El temario del cónclave se guardó bajo siete llaves.

Este martes, el exjefe de Gabinete que reasumió al frente del Ejecutivo en Tucumán el 16 de febrero, recibió a Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires; Eduardo Eurnekian, dueño de Aeropuertos Argentina 2000 y presidente de Corporación América; Carlos Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción; Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina; y Javier Bolzico, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos. Estaba prevista la presencia de Daniel Funes de Rioja, titular de la Unión Industrial Argentina, pero se excusó de viajar a Tucumán por un problema de salud, de acuerdo a una fuente oficial consultada por Letra P.

Luego de pasar unos minutos por la casa de gobierno tucumana, los popes del Círculo Rojo se trasladaron a la residencia de Manzur. Del almuerzo también participó el vicegobernador Jaldo. La visita de los empresarios se gestó hace tres semanas por una invitación personal del mandatario tucumano para, de acuerdo a la escueta comunicación oficial, analizar escenarios para posibles inversiones en la provincia en los distintos ámbitos que representan estos referentes: el mercado de capitales, los bancos nacionales, el complejo agroexportador del campo, la construcción, la actividad industrial y el comercio.

Aunque no se dejaron trascender los detalles de lo que se habló en el encuentro, allegados a Manzur admiten que, aunque el gobernador se centró en la campaña electoral local desde que abandonó la Casa Rosada, no deja de tejer alianzas para una hipotética proyección nacional, a la que ciñe a los resultados de las elecciones del 14 de mayo. "Si el oficialismo tucumano gana por paliza, que es lo que esperamos, Manzur lo va a hacer pesar eso para entrar en la discusión y anotarse para integrar la fórmula oficialista que se medirá en octubre con la oposición", reflexionó ante Letra P un funcionario que tiene despacho en la Casa de Gobierno.

Según esta misma fuente, el único político tucumano que es capaz de reunir en su casa a empresarios de tanto peso es Manzur, por lo que hará jugar ese nivel de relaciones. Su plan es demostrarle al peronismo local que tiene voz de mando y vínculos de los que carece hasta el propio Jaldo, y mostrar hacia afuera que es capaz de gestionar inversiones para Tucumán. No se descarta que en las próximas semanas el siguiente paso del gobernador tucumano sea una cumbre con dirigentes gremiales, allanada por el fluido diálogo que mantiene Manzur con la cúpula de la Confederación General del Trabajo.