Muchas veces nos hemos reído con aquel chiste que cuenta el escritor Ignacio Anzoátegui en su "Allá lejos y aquí mismo", según el cual, un gallego marica, de nombre Francisco, se quejaba que en su tierra le dijeran duramente "Paco, el puto".
En efecto, en la revista "Noticias" (n. 1528, el 8 de abril de 2006, págs. 24-29), Jorge Telerman, después de contribuir espaciosamente a la tesis conspirativa relatando su triple condición de judío, masón y comunista, es sobresaltado con la pregunta sobre su homosexualidad. Sin vacilar responde: "No, no soy gay, soy afrancesado".
Sin embargo, “Yo no fui” podría ser tranquilamente el próximo slogan de campaña del actual presidente del Instituto Cultural de la provincia, el afrancesado Jorge Telerman, que salió de la nada cuando Jorge D’Amico renunció.
Como si fuera el Graciela Alfano de la política, en el 2007 fue sentenciado a pagar 750 pesos por ostentar un falso título de licenciado, informó el mediocre sitio de Internet Real Politik, al cual muy de vez en cuando se le cae una idea.
La denuncia surgió cuando era jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires y al parecer firmaba en algunos sitios oficiales como si fuese licenciado -sin tener una carrera universitaria, claro-.
Su respuesta fue que él no sabía que su firma aparecía con ese título. La presentación judicial fue efectuada por Javier Miglino, un abogado sobreviviente de la tragedia de Cromañón, ante el juez federal Jorge Luis Ballestero.
Miglino dijo que la denuncia que presentó fue "por infracción al artículo 247 del código penal, que establece pena de multa de hasta 12.500 pesos para quien ostente un título profesional sin haber cursado la carrera correspondiente”.
Justamente, a fines del 2006 tanto él como el por entonces jefe de Gobierno Aníbal Ibarra fueron sobreseídos en la causa Cromañón. Ibarra fue destituido.
Telerman lo reemplazó. Luego, el ex jefe de Gobierno porteño denunció "un acuerdo entre el niño bien, Mauricio Macri y Telerman para quedarse con el gobierno de la ciudad".
También durante el 2007 se incendiaron las viviendas de villa El Cartón y el actual funcionario bonaerense fue investigado junto a otros pares porteños del Instituto de la Vivienda por una presunta "asignación discrecional y por fuera de los mecanismos reglamentarios". Fue sobreseído.
Ese mismo año -recordemos que todo esto pasó mientras se desempeñaba como la máxima autoridad de la ciudad de Buenos Aires-, el diputado nacional Miguel Bonasso acusó a Telerman ante el juzgado de Instrucción Nº 13 de participar en la creación de la empresa fantasma Sol Group, a través de la cual se derivaron órdenes de “publicidad no tradicional” (PNT) a la productora Ideas del Sur de Marcelo Tinelli por 3.650.000 pesos.
El cargo: “malversación de caudales públicos y fraude al estado”. El resultado: falta de mérito
.Además, se vinculó a esta empresa con el caso Skanska, la causa en la que se investigó una supuesta evasión impositiva y pago de coimas por parte de la empresa sueca a funcionarios nacionales.
Finalmente, en mayo del mismo año Ibarra denunció a su sucesor por la presunta violación de la constitución al utilizar el slogan ‘Gestión Telerman’. “No se puede obligar a que no los promocione, pero sí a que no haga campaña con eso”, reclamó el ahora legislador del Frente Progresista Popular, Aníbal Ibarra.
Este tipo de pésima condición moral, es quien por orden del gobernador Daniel Scioli se ocupa de la Cultura de la provincia de Buenos Aires. Estamos mal, pero vamos peor.
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