Javier Milei arma su “Sí, se puede” y crece la confianza dentro del Gobierno

Javier Milei arma su “Sí, se puede” y crece la confianza dentro del Gobierno

El presidente reunió a su Mesa Política antes de su viaje a EEUU. Ola de anuncios para revertir la crisis: baja de retenciones y mensaje del secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent.

Alejandro Gomel

El presidente Javier Milei comienza su propio "si se puede”, al estilo de lo que hizo Mauricio Macri en 2019 después de perder las PASO, y comienza el intento por remontar hacia octubre. El “Si se puede” Mileista tiene dos patas centrales: conseguir dólares a como dé lugar y volver a la mística que lo llevo a la presidencia en 2023.

Por eso Milei vuelve a poner un pie en la escena internacional, en un momento en que la política local empieza a orbitar cada vez más alrededor de la campaña electoral. Su viaje a Estados Unidos —que incluye una reunión con Donald Trump y gestiones ante el Tesoro norteamericano por un préstamo en discusión— se da en paralelo a un movimiento interno de alto impacto: el Gobierno acaba de anunciar una baja de las retenciones, buscando enviar una señal clara al agro y a los mercados.

 

 

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El Gobierno sabe que necesita dólares, que hoy no tiene, para llegar al 26 de octubre. Por eso sacó de la galera una baja de retenciones a 0 pero con fecha de vencimiento: 31 de octubre, 5 días después de la elección.

La negociación con Washington se vuelve un salvavidas financiero en un contexto de reservas al límite, pagos externos inminentes y un Banco Central sin margen de maniobra. Milei necesita dólares para sostener su programa y también para evitar que la campaña se inicie bajo el signo de una nueva corrida.

Antes de volar, Milei concentrará la mañana en reuniones locales: a primera hora tenía prevista una reunión con la Mesa política de su espacio, en un intento de ordenar la estrategia electoral y bajar línea a los candidatos, y luego con su Gabinete. Por eso, la partida a Estados Unidos se pospuso para las 19 horas, reforzando la idea de que el Presidente no descuida la ingeniería doméstica en pleno armado de campaña.

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El anuncio de la baja de retenciones funciona como contracara local del viaje. Una medida reclamada por la base electoral libertaria y por el campo, que llega en sintonía con la idea de abrir la campaña con gestos concretos hacia sectores productivos. Milei busca reconquistar a votantes desencantados y ampliar su alcance hacia el electorado rural, clave en varias provincias.

Plan de campaña

En paralelo, el Presidente prepara una gira por el interior que lo llevará a recorrer distritos donde su espacio reconoce debilidad electoral. En Olivos ya trazaron el mapa de visitas: el plan es que Milei esté al frente, reforzando su presencia personal, porque los candidatos en muchos lugares no logran instalarse. Una campaña de alto voltaje con el propio Presidente como principal figura de atracción.

La estrategia recuerda a Mauricio Macri en 2019. El entonces presidente, arrinconado por la crisis económica y el desgaste político, intentó transformar la campaña en una épica ciudadana bajo el lema “Sí se puede”. Hoy, Milei apela a una narrativa similar: mostrar que, pese a las derrotas parlamentarias y las tensiones sociales, todavía conserva energía y liderazgo para encarar una segunda etapa de gobierno.

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La diferencia está en el formato: Milei no construye multitudes en plazas, sino que apuesta a la imagen del outsider global que camina de la mano de Trump y que promete, con retenciones más bajas, abrir un nuevo capítulo económico.

La pregunta es si este “Sí se puede” recargado podrá sostenerse en un escenario de inflación persistente, recesión y un Congreso hostil. Milei apuesta a que el electorado premie su coherencia y su estilo rupturista, aun cuando las soluciones concretas estén lejos de aparecer. En esa apuesta, el viaje a Estados Unidos es tanto una gestión diplomática como un acto de campaña. Un intento por exportar, en plena crisis, la foto de un presidente que todavía cree que se puede.

 

 

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