Los intendentes del PJ toman distancia de Máximo Kirchner

Los intendentes del PJ toman distancia de Máximo Kirchner

Tras el enfrentamiento con el Gobierno del jefe de La Cámpora y presidente del partido a nivel provincial, los intendentes se enfocan en sus distritos; algunos desean una fuerte reacción presidencial

La ruptura del Frente de Todos es, para varios intendentes y referentes del peronismo bonaerense, una realidad consumada. Con matices, algunos tienen más esperanzas de reconstrucción que otros y opinan que las tensiones serán la norma hasta que el asunto se calme. Pero en lo que hay coincidencia es en mantenerse alejados de las diferencias con el Gobierno que marcó el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, con su renuncia a la jefatura del bloque oficialista en la Cámara de Diputados y su voto negativo al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin ánimo de subirse al barco del líder de La Cámpora, entre los jefes comunales y dirigentes del peronismo provincial prima la idea de concentrarse en temas locales y eludir las peleas de la cúpula del Frente de Todos.

“Me conviene lo local, hacer mucho vecinalismo. Voy a seguir con eso. Estoy recibiendo obras y no me meto”, indicó a LA NACION un intendente peronista del conurbano, que resaltó: “La sensación es que está todo roto”. Es de los que piensan que el desmarque de Máximo Kirchner y La Cámpora amerita un fuerte contragolpe del presidente Alberto Fernández. “Hay incertidumbre. Todos quieren que Alberto reaccione, si quiere reelegir, porque los pibes [por La Cámpora] le están jugando en contra”, definió.

En la reacción presidencial con la que algunos se ilusionan en el PJ bonaerense se incluyen salidas del Gobierno de funcionarios camporistas. “Si no se define el liderazgo del frente, estamos complicados para 2023. Puedo recortar 3 o 4 puntos con corte de boleta, pero no 20. La preocupación es construir una candidatura en 8 meses, porque después del Mundial [de fútbol, que comenzará a fines de noviembre] vienen las vacaciones y ya estás en campaña. [Fernández] Tiene que decir ‘Acá mando yo’ y ‘matar’ a alguno de ellos. Ya le mojaron la oreja”, planteó el intendente consultado.

El denominador común en el PJ bonaerense es no acoplarse a la disidencia del presidente del partido en relación a Fernández, que es titular del PJ a nivel nacional. El refugio es el distrito. “Todo el mundo está en eso”, señaló otro intendente del Gran Buenos Aires, consultado por la centralidad que le imprimen por estas horas a lo local los mandatarios municipales. Opinó que el hijo de Cristina Kirchner “está desorientado, porque pensaba que iba a tener apoyo pero el peronismo le está dando la espalda”. Y subrayó: “Hoy, Máximo Kirchner no resiste un congreso partidario”.

Cuatro fuentes justicialistas consultadas por LA NACION informaron que no recibieron ninguna convocatoria a reunión del PJ bonaerense en medio de estos días de ánimos caldeados.

El acuerdo con el FMI puso en veredas opuestas a los presidentes partidarios a nivel nacional y bonaerense. “Es el único antecedente en la historia del peronismo. Siempre el PJ provincial acompañó al nacional. Hasta durante el enfrentamiento entre [Carlos] Menem y [Eduardo] Duhalde, siempre se acompañó”, remarcó una fuente justicialista provincial.

“En mi sección electoral están todos focalizados en profundizar la gestión y esperar que se aclare el panorama. Queremos que esto pase lo antes posible. Creo que va a haber tres o cuatro meses de movimiento y, mientras tanto, hay que esperar”, diagnosticó un dirigente peronista del interior bonaerense, en diálogo con este diario. Aclaró que participó de algunas reuniones con intendentes y que no se habló de la postura de Máximo Kirchner contra el acuerdo que el Gobierno selló con el FMI. “La mayoría [de los intendentes] comprende que había un enorme problema y que había que resolverlo”, completó al referirse al apoyo que cosechó el entendimiento entre los jefes comunales.

Una fuente cercana a un intendente del Gran Buenos Aires resumió que, entre los intendentes, “el mensaje es cuidar lo nuestro, porque arriba se está rompiendo todo”. No es tiempo de jugarse por Máximo Kirchner, pero tampoco por el Presidente. “Acercarse a cualquier bando puede ser un paso en falso”, evaluó la fuente municipal.

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