Guzmán ve un proceso de estabilización extenso y realiza un canje para empezar a cerrar el plan financiero 2020

Guzmán ve un proceso de estabilización extenso y realiza un canje para empezar a cerrar el plan financiero 2020

Este jueves realiza una conversión de títulos con vencimiento en diciembre por hasta $435.000 millones. Además, sale a colocar unos $90.000 millones. Para el ministro, las metas fiscales y monetarias que negocia con el FMI tendrán un rol clave y cree que no hay "una bala de plata"

 

 

El Ministerio de Economía buscará cerrar este jueves el roll over de los vencimientos de deuda de noviembre y realizará un canje de títulos en pesos por hasta $435.000 millones con el objetivo de empezar a despejar los compromisos de diciembre. La operación se enmarca en la estrategia financiera oficial de ampliar el fondeo neto del Tesoro en el mercado y reducir la asistencia monetaria del Banco Central para intentar calmar las presiones cambiarias. Martín Guzmán prevé un proceso de estabilización macroeconómica extenso basado en las metas del programa plurianual que negocia con el Fondo Monetario Internacional, pero no cree que el acuerdo con el organismo genere por sí mismo un shock de confianza del mercado.

La Secretaría de Finanzas, a cargo de Diego Bastourre, ofrecerá un canje para los tenedores de cuatro instrumentos de deuda en pesos que engloban el grueso de los vencimientos del último mes. Se trata de la Lecer X04D0 (ajusta por inflación) que el viernes 4 debería pagar $188.055 millones; la Lebad S22D0 (tasa Badlar privada) por $63.141 millones entre capital e intereses, que expira el 22; el Bonar AD20 que al día siguiente implicaría cancelar $38.340 millones; y la Ledes S30D0 al 30 de diciembre por $145.068 millones, según números de la Oficina de Presupuesto del Congreso.

En total, los títulos elegibles para la conversión suman $434.604 millones, se los cuales Economía buscará canjear la mayor cantidad posible. Fuentes oficiales le dijeron a este diario que la expectativa es despejar parcialmente los vencimientos de diciembre. A cambio, se ofrece una canasta integrada en un 30% por una nueva Letra ajustada por la Tasa de Pases a siete días (Lepase) más un margen de 3,5% nominal anual con vencimiento el 21 de mayo de 2021 y en un 70% por Boncer T2X2 que ajusta por inflación más 1,3% anual y expira el 20 de septiembre de 2022. Así, la mayor parte de lo canjeado se refinanciará a un año y nueve meses de plazo.

En simultáneo, entre las 10 y las 16, Finanzas reabrirá la emisión de dos Lepase: una al 29 de enero, que paga un margen 3%, y otra al 31 de marzo, que paga un plus de 3,2%. Además, licitará una nueva Lecer con vencimiento el 21 de mayo próximo. El monto total a colocar anunciado es de $90.000 millones, aunque es ampliable. Con ello, buscará refinanciar unos $93.500 millones que expiran antes de fin de mes.

El objetivo principal es empezar a cerrar el plan financiero del último bimestre, que consiste en conseguir en el mercado al menos 10% de financiamiento neto (es decir $75.000 millones) para cubrir parte del déficit del período. El resto se cubrirá con giro de utilidades del BCRA por unos $344.000 millones. Hasta el momento acumula un saldo positivo de las colocaciones de unos $40.000 millones. Si el fondeo neto resultada mayor al 10%, el excedente se utilizará para cancelar adelantos transitorios del BCRA.

Se trata del próximo paso en el extenso proceso de estabilización que diseña Guzmán y negocia con el FMI. “No hay una bala de plata, un anuncio que de un momento a otro pueda cambiar las expectativas. Eso requiere de conductas persistentes para ir resolviendo paso a paso los desequilibrios de la economía argentina”, dijo ayer el ministro. Días atrás, Alberto Fernández había dicho que el esperaba que el acuerdo con el Fondo despierte confianza en el mercado y que recién entonces se podrá solucionar la tensión cambiaria.

Las metas fiscales y monetarias plurianuales jugarán un rol clave para el ministro. Es que, según analizó en su exposición en las Jornadas Monetarias y Bancarias organizadas por el Banco Central, en Argentina por su carácter bimonetario parte de la liquidez inyectada para paliar la coronacrisis se canalizó en la demanda de dólares y sumó presiones cambiarias. Por eso, busca trazar un sendero de progresivo recorte del déficit primario, que en 2020 rondará el 7% y (eliminación del IFE y el ATP mediante) el año que viene el Presupuesto proyecta en 4,5% del PBI. El Fondo reclama un ajuste mayor, al 3,5%. Lo recaudado con el impuesto a las grandes fortunas podría ayudar a cerrar esa brecha.

Guzmán sintetizó así su plan de estabilización: “Va a haber necesidades de financiamiento durante la transición pero hay que tener un especial cuidado en las demandas que se le hacen al BCRA. Necesitamos que las exportaciones crezcan de una forma consistente con el nivel de importaciones que el crecimiento de la economía demanda. Y al mismo tiempo desde la política fiscal no ponerle una presión excesiva a la política monetaria”.

Además, como adelantó BAE Negocios, el Gobierno espera reducir las necesidades de emisión monetaria previstas para 2021. El Presupuesto señala que el Central cubriría el 60% del hueco fiscal, pero Economía negocia ampliar los crédito de bancos multilaterales para reducir el ese porcentaje al 40% y cubrir el 60% restante con endeudamiento.

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