¿Gustavo tiene miedo?

¿Gustavo tiene miedo?

Quienes lo conocen en profundidad, saben que es capaz de estirar las definiciones hasta el máximo. Luego de tantos años de gestión, hay que reconocerle cierta experiencia como estratega político. Todavía siente que no es el momento de definir si será nuevamente candidato a intendente, y como jugará en las PASO.

Mientras tanto, Vilma se desgrana de a poco, y prepara la ofensiva luego de ser destituida. Pondrá en marcha el "operativo víctima", y desde la banca, será un grano en algún lugar un tanto incómodo. La UCR luce hoy envalentonada luego de mantener su bastión estudiantil con Franja Morada en Derecho. No por el caudal infernal de votos que inyecte, sino por mantener la caja política y electoral del centro de copiado, y el armado de afiches, y el mantenimiento del presupuesto de campaña. Saber cuanta plata mueve la fotocopiadora, el centro de estudiantes, y cuanto va al partido, es más difícil que adivinar la fórmula de la Coca Cola.

Volviendo a Pulti, mientras él no define, otros salen a la cancha. Un importante sector del peronismo local, apoyaría a Gustavo, pero ni ahí cerraría filas con Bonifatti, Ciano, u otro invento de Acción Marplatense, si el lord mayor no se presentara como candidato. Todo esto, mientras Gustavo deshoja la margarita. 

Ese grupo importante de justicialistas presenta el nombre de Mario Dell Olio, peronista de ley, y con buen trabajo en OSSE, y de a poco comienza a crecer, y cada vez son más los sectores políticos de la ciudad, de varios partidos, que ven en él al candidato ideal, si Pulti dice no.

De quién también se aguardan definiciones es de Carlos Cheppi. El Ingeniero Agrónomo, hoy embajador en Venezuela, le prometió a su tropa que desembarcará con todas sus fuerzas en Mar del Plata en diciembre, justo antes de la temporada. El tema es si lo dejarán desde el gobierno central, habida cuenta de su rol estratégico en aquel país, y porque un cambio de representante ahora no sería muy bien visto. Veremos como se resuelve, y si lo dejan o no. 

Quien observa las movidas, silencioso y expectante, es Carlos Arroyo. Hoy, sin aparato, mediría primero en las encuestas, con Pulti y Vilma detrás. Si se definiera el apoyo explícito de Massa al líder de la Agrupación Atlántica, tendría un espaldarazo y un sprint final difícil de igualar. Y eso Gustavo lo sabe. Y no le queda mucho tiempo para decidirse. ¿Miedo o estrategia? ¿Retiro digno, triunfo ajustado o derrota histórica? ¿Por afuera o por adentro? Muchas preguntas que tendrá que responder rápidamente. Cocodrilo que se duerme...

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