El Gobierno prepara cambios en el Presupuesto por decreto y Martín Guzmán viaja EE.UU.

El Gobierno prepara cambios en el Presupuesto por decreto y Martín Guzmán viaja EE.UU.

El Gobierno se comprometió a adaptarlo en función de un menor déficit fiscal. Se espera un encuentro con las autoridades del Fondo el 20 de abril.

Después de idas y vueltas, charlas bajo el barbijo con Santiago Cafiero, audios por Whatsapp y hasta algún cruce de miradas con Darío Martínez, Martín Guzmán logró anudar ayer el acuerdo con Bolivia. Lo que se negoció era clave. No solo para despejar el fantasma del faltante de gas en invierno. También por su impacto en los números que hay que presentarle al FMI para cumplir con el acuerdo y recibir los fondos comprometidos.

Dentro del calendario convenido, el ministro de Economía deberá modificar el presupuesto vigente para el 15 de abril en línea con la meta del déficit fiscal del 2022 (2,5% del PBI). El Ejecutivo debió prorrogar el presupuesto del 2021, tras ser rechazado el que presentó Guzmán en el Congreso. La idea ahora es evitar el debate parlamentario y hacer los cambios a través de un DNU, pero todavía no está claro si se cumplirán los tiempos previstos.

Por estas horas, el equipo económico sigue analizando los efectos de la guerra que repercute sobre la inflación y limitaría el crecimiento. Sin un panorama claro, es posible que los cambios se demoren para después del 15 de abril. Ya en marzo, el staff del organismo reconoció que por los "riesgos excepcionales" será necesario "recalibrar" el dólar y las tasas, a la vez que adelantó la primera revisión de metas para mayo.

Todo esto se espera que sea motivo de conversación en el marco de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial convocada para el próximo 20 de abril en Washington. Guzmán viajará con su equipo y podría sumarse el titular del Banco Central, Miguel Pesce. La idea es aprovechar la cumbre de ministros de Hacienda y banqueros centrales para mantener una reunión cara a cara con el staff, algo que aún no fue confirmado por el organismo.

Además de la actualización presupuestaria, el memorándum prevé en abril la convocatoria a la audiencia para aumentar las tarifas. Tal como adelantó Clarín, Guzmán ya le ordenó a la secretaría de Energía que inicie el proceso de aumento de las tarifas de luz, pero el área de Martínez todavía no confirmó una fecha y tampoco está claro si los incrementos serán suficientes para reducir los subsidios, después de aplicar subas del 20% en marzo.

Economía se comprometió a reducir las partidas energéticas en un 0,6% del PBI, con aumentos cercanos al 20% para los sectores de menores ingresos, entre 43% y 45% para la mayoría de los clientes, y de hasta el 200% para los hogares a los que se les aplicará la segmentación. Eso fue antes de la guerra. Ahora, en algunos despachos oficiales, aseguran que los subsidios van a ser superiores a los del año pasado por la disparada de los precios de la energía.

Dentro de los subsidios, son clave las importaciones de gas y combustibles. En el caso del gas boliviano se pagará en torno a los US$ 8 por millón de BTU (la unidad de medida del gas) y US$ 18 en caso de solicitar un volumen adicional. El acuerdo representa un ahorro frente al GNL que se preveía importar. Pero, según cálculos privados, las compras totales al país trasandino podrían sumar más de US$ 1.600 millones, el doble que el año pasado.

Sin pausa, después de las tratativas con Chile y Bolivia, Guzmán viajó esta noche a Brasil para cerrar las gestiones en busca de asegurar el suministro de energía y acercar inversiones.

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