Un gobierno en ofensiva completa

Un gobierno en ofensiva completa

Un pacto de concesiones con Estados Unidos donde en realidad, concede solamente la Argentina.

 

Eduardo Aliverti

Las imposiciones redactadas desde Washington, a través de lo que solamente un seleccionado de cipayos puede definir como “acuerdo comercial”, cierran el círculo de lo anunciado por Javier Milei el 29 de diciembre de 2023. Nos vamos del área BRICS y nuestro alineamiento incondicional es con Estados Unidos e Israel. Lo dijo y lo cumplió. Siempre por ahora, como todo, a cantarle a Gardel.

De vuelta, debiera ser increíble que haya tanta o significativa gente esperando a cuál es la “letra chica” de un arreglo entre Estados Unidos y unas pampas atractivas del culo del mundo, junto con El Salvador, Guatemala y Ecuador.

Lo que se anunció es una serie de intenciones-marco. No se trata, objetivamente, de un convenio definido. Es lo que antes, o toda la vida en las previas de los acuerdos con el FMI, se rotulaba como “carta de intención”. Aclarado ese factor técnico, que no está de más porque se vende algo ya concretado cuando “solamente” es cuestión de afianzar propaganda y condiciones, lo que sigue pasa por ensoñaciones inenarrables o poco menos.

Hablan de unas concesiones recíprocas en las que concede Argentina y nada más. En efecto, todos los derechos son yanquis y todas las obligaciones son nuestras.

No hay una parte específica en la que eso quede exhibido. Son todas las partes de lo publicado por el gobierno estadounidense. Acceso a los mercados agrícolas. Inundarnos de carne bovina, pollos y automotores de ellos, dentro de una lista larguísima. Patentes farmacéuticas como mejor les parezca. Inversión en “minerales críticos”. Comercio digital enfocado a satisfacer sus intereses, abarcando transferencia de datos personales (esto último, que es gravísimo, pasó de largo salvo muy escasas excepciones).

Lo escriben directamente y detallan: Argentina otorgará acceso preferencial a los mercados estadounidenses para las exportaciones de bienes, incluidos “ciertos” medicamentos, productos químicos, maquinaria, productos de la información, dispositivos médicos, vehículos automotores y una amplia gama de productos agrícolas. Es textual. No tienen ni respeto descriptivo para evitar reiteraciones terminológicas.

Encima, previenen que debe haber “alineación en materia de seguridad económica”. Tuvieron la deferencia de no tipear “sometimiento” Dicen, asimismo textual, que Argentina intensificará la cooperación con Estados Unidos para combatir las políticas y prácticas no mercantiles de otros países.

Teléfono para los chinos, quienes habrán tomado de maravillas esta sumisión inédita a más de recordar al timbero supremo, nuestro ministro de Economía, quien hace un mes subrayó que la Casa Blanca “no nos pidió nada a cambio del swap”.

Se admite que el cambio de los tiempos lleve al esfuerzo enorme de privilegiar la interpretación, en torno a este nivel de gobierno arrastrado. La obligación de todo analista, y más todavía si es que primero está enojado, consiste en superar ese ánimo y mostrarse dispuesto a entender. Lo otro es la furia y se acabó. Es enardecerse porque ganó Milei. Ahí termina y así nos va.

Para reforzar lo desprendido de este cuadro, apreciemos las siguientes noticias -o informaciones, en rigor, porque de novedad no tienen nada- que se sucedieron en la semana sin solución de continuidad. Podrán parecer reiterativas, pero leerlas agrupadas porta, quizás, un plus que potencia su significado. No importa que asomen temáticamente inconexas. Discurre por su ensamble político-estructural. El orden de prelación es aleatorio.

Caputo Toto dijo ahora que el dólar no flota y que será muy difícil lograrlo “mientras la alternativa siga siendo el comunismo”. Alucinaciones o infantilismos aparte, lo señaló en su encuentro con empresarios de la Unión Industrial justo antes de que se difundieran las líneas del “acuerdo”. Con una pusilanimidad gorila digna de asco, muchos o la inmensa mayoría de esos empresarios escucharon en boca del ministro que esto es lo que hay. Si les gusta bien, si no también y, cuando el país-factoría se revele como tal, en lo personal continuarán salvados pero, según ya se vio tras la dictadura y el menemato, alzarán alguna voz para denunciar que hubo un industricidio.El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) habilitó la facturación mensual sin consulta pública. Las distribuidoras empezarán a cobrar consumos mensuales desde diciembre, implicando para los usuarios pagar dos facturas en un mismo período. Se vulneraron todos los mecanismos de participación establecidos por ley.Loros mediáticos oficiales y oficiosos ya lanzaron que los libertaristas piensan en una reforma constitucional, llevando de 4 a 6 años el plazo de permanencia en el poder, con eliminación de la figura del vice y achicamiento de la Cámara de Diputados. De conseguirlo y desde ya, marcharían hacia la reelección ampliada. Por el momento, una quimera. Después se verá.En ambas Cámaras, el peronismo avanza hacia un astillamiento de magnitud desconocida. En la Baja, los síntomas de rancho aparte con bloques separados de Fuerza Patria son ostensibles. En la Alta, por primera vez desde la recuperación democrática, el Justicialismo será minoría.Así como el eventual proyecto de cambio en la Constitución, la reforma laboral es vista por numerosos opinantes como una bomba de humo que, de acuerdo con los trascendidos, sólo hallaría debate parlamentario concreto en las sesiones extraordinarias del verano. Más aún, cabe recordar que en el propio oficialismo admitieron medir el humor social para luego proceder. El humo es lanzar las propuestas de máxima para después conseguir lo posible. Pero estaría fuera de duda que la idea prosperará porque, en principio, volvieron a contar con el apoyo de los gobernadores mimosos y de sus bancadas más amables todavía.Alberto Baños, subsecretario de Derechos Humanos, dio ante las Naciones Unidas un discurso negacionista del genocidio en Argentina (sugerimos leer a Luis Bruschtein, en su columna de este sábado, porque traza un recorrido imprescindible sobre los antecedentes de este sujeto).La causa de los Cuadernos quemados y reaparecidos por arte de magia fue re-secuenciada, apriete mediático de por medio, para que su extensión empalme hasta 2027.La de Julio de Vido por la tragedia de Once, prescripta de puro derecho desde 2018, redundó en otra velocidad ¿asombrosa? y oportunísima de la Corte de los Tres. Retornó su encarcelamiento con vejaciones ¿inconcebibles? Un dato espeluznante de ese órgano, y de Comodoro Py, es la indolencia absoluta para siquiera encubrir su parcialidad.Mauricio Macri juntó lo que le queda y, a la par de sostener que su fuerza tendrá candidato propio en las elecciones presidenciales, ratificó que le votarán al Gobierno cuanto hiciere falta para afirmar su rumbo.Absolutamente todas las revelaciones, en torno a lo firmado debajo de la mesa por el swap, la refinanciación de los vencimientos de deuda, las neo-condiciones del Fondo Monetario y así de corrido, siguen siendo informadas con exclusividad por el gobierno de Estados Unidos. Argentina ya no existe ni apenas a efectos de comunicar. Todo depende de lo que diga Scott Bessent, secretario del Tesoro, sea a través de X o fuere en entrevistas donde sus requirentes se asombran frente a tanta impunidad declarativa. El tipo, tan básico y descarnado como Trump, reconoce que entran y salen del mercado argentino haciendo carry trade para su beneficio inmediato. También obviamente, por acá casi nadie se pregunta -con el volumen y la acción necesarios- quién paga la fiesta del Tesoro de ellos. Y quienes lo hacen no son escuchados. Gracias si los oyen.

Al cabo de este recorrido, que inclusive es fragmentado, redunda un aspecto que no admite discusiones.

La agenda, la ofensiva, la determinación acerca de qué se habla y qué se opera, están en manos completas del Gobierno. El estado groggy de la oposición impide responder con, aunque sea, relativa prontitud. Sí hay reacciones aisladas, individuales, por cierto que valiosas.

El problema, o el drama, es que la ausencia de conducción política impide que tales respuestas tengan algún sentido mínimamente orgánico. Es decir: ninguna novedad respecto de que hay un acumulado de minorías intensas, protestatarias, que no encuentran cauce unificador. Ninguno. Todo es disperso. Y ni hablemos de la gente más preocupada en pasarse facturas internas que por fijar criterios de unidad prospectiva.

La seguridad solitaria o casi, además de lo anterior, es que la historia nunca paró ni para de dar vueltas, aun cuando parezca que está detenida en función de lo peor.

Al estado de gracia en que semejan estar Milei y sus soldados o mandantes ya les tocará comprobarlo, en un tiempo que, hoy, nadie es capaz de establecer por fuera de exclamaciones panfletarias, consignismos y comentarios anclados en zonas de confort político-ideológicas.

El destino de las tres M anteriores brinda una pista. Pero sentarse a esperarlo, como ya quedó expuesto en las últimas elecciones, no sirve de nada aunque seamos la Argentina imprevisible.

 

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