El Gobierno espera que el triunfo de Lula ayude a equilibrar el comercio con Brasil

El Gobierno espera que el triunfo de Lula ayude a equilibrar el comercio con Brasil

La expectativa oficial es revertir el déficit comercial mediante los sectores energético, automotriz y agropecuario. Cuáles son los factores que juegan en contra, según los privados.

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JAVIER SLUCKI

El Gobierno espera que el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil permita profundizar las relaciones bilaterales y ayude a "equilibrar" el comercio con el país vecino, hoy fuertemente deficitario. Sin embargo, tanto el sector privado como analistas se muestran escépticos y enfatizan las complicaciones que el escenario interno y global le imponen a esta posibilidad.

"El escenario internacional actual, las consecuencias de la post pandemia y la Presidencia en Brasil de Lula Inácio Da Silva a partir de 2023 generan una oportunidad para profundizar la relación económica bilateral con un objetivo común: alcanzar la soberanía alimentaria, energética e industrial", señaló un memo elaborado por la embajada argentina en Brasil al que accedió El Destape.

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La sede diplomática que conduce Daniel Scioli destacó que, en el encuentro entre Lula y Alberto Fernández en San Pablo la semana pasada, "Brasil enfatizó que Argentina es un país estratégico y prioritario, al igual que el Presidente electo manifestó que las relaciones regionales son una prioridad para la gestión". 

"Por eso, esperamos avanzar en diversos ejes y fundamentalmente equilibrar el comercio bilateral de Argentina con Brasil", remarcó la embajada acerca del nuevo escenario que se abre tras el triunfo del líder del Partido de los Trabajadores, y precisó que esto se hará con base en cuatro puntos.

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El primero es la "integración energética" gracias a la "finalización del Gasoducto Néstor Kirchner que nos permitirá exportar gas a Brasil" lo que, el Gobierno espera, será un "componente fundamental para revertir el déficit de Argentina en el mediano plazo". El segundo punto es el agropecuario, sobre todo en lo referido a economías regionales, mediante la "aceleración de procesos de eliminación de barreras" arancelarias por ejemplo en productos como la merluza, el pistacho, almendra entera, miel y mosto.

El tercero es una "mayor complementación e inversiones en el sector automotriz", hoy en día el principal producto de exportación al país vecino, con entre un 35 y un 40% del total. Y el cuarto, por último, es la búsqueda de una mayor "complementación para el desarrollo de nuestras economías" mediante la participación de los "bancos públicos" de ambos países.

Restricción externa e interna

El optimismo oficial contrastó, sin embargo, con el escenario de moderación y escepticismo que prima en el sector privado ante las oportunidades que la victoria de Lula ofrece para el comercio bilateral y la integración del Mercosur.

Para empezar porque, pese a las diferencias ideológicas y políticas entre el Gobierno argentino y Jair Bolsonaro, la relación comercial ya viene mostrando un fuerte crecimiento con la salida de la pandemia. En 2021, el comercio total tuvo un incremento del 45%, a lo que se sumó otra suba interanual del 26% en lo que va de 2022.

A su vez, las exportaciones totalizaron en 2022 casi USD 14 mil millones. Crecieron por segundo año consecutivo y se ubicaron aproximadamente un 30% por encima de su nivel de 2019. El gran problema sigue siendo el déficit, que volvió este año para alcanzar hasta el momento los USD 2328 millones, debido al fuerte incremento de las importaciones argentinas (un 36%).

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Por eso, en todo caso, la apuesta no es al giro sino a la aceleración y profundización. "Lo que se consiguió en tiempos de Bolsonaro debiéramos consolidarlo mucho más con Lula", afirmó en ese sentido el experto en comercio exterior Miguel Ponce.

Pero el sector advirtió que los problemas estarán en otros frentes. Un factor que agrega incertidumbre es el contexto global que se espera para 2023. Un análisis hecho la última semana por la Cámara Argentina de Comercio (CAC) señaló que "se prevé una desaceleración de las principales economías del mundo y en particular las europeas y Estados Unidos" como modo de combatir la inflación y por efecto de la guerra en Ucrania.

En la misma línea, el especialista en comercio internacional Marcelo Elizondo consideró que "el año que viene va a ser un momento más complicado (que el 2022) porque la economía de Brasil va a crecer menos", en parte por el efecto en países emergentes de la suba de la tasa de interés en Estados Unidos. "El comercio internacional crecerá poco más de un 1% en 2023", resumió a este sitio.

Otro problema es el poder real que tendrá Lula en su país. "No queda claro qué posibilidades reales tendrá el nuevo gobierno de realizar reformas y menos de intentar volver marcha atrás algunas medidas el gobierno que se irá a fin de 2022", señaló la CAC en su informe, el cual destacó que el PT tendrá minoría en el congreso. 

¿La reintegración del Mercosur?

En todo caso, la esperanza para la potenciación de la relación comercial es un giro hacia una mayor integración del Mercosur, luego del manifiesto desinterés del Bolsonaro por el bloque y sus reiterados intentos de reducir sus aranceles externos.

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Esta es, efectivamente, una de las apuestas del sector. "Los cambios (respecto al Mercosur) tienen que ser inmediatos", afirmó Guillermo Beccani, secretario de la Federación de Cámaras de Comercio Exterior (FECACERA). "El diálogo a nivel presidentes, casi nulo en los últimos años, permitirá no solo fortalecer la relación comercial bilateral sino también apuntalará el bloque regional para avanzar en acuerdos estratégicos como el de la UE-Mercosur", agregó a El Destape

Sin embargo, afianzar el acuerdo UE-Mercosur tendría ventajas y desventajas. "Que ellos tengan más peso en la agroindustria nos hace hablar el mismo idioma frente a los europeos, pero lo negativo es que pasan a ser competidores nuestros", señaló Ponce.

Pero, además, el problema en ese punto puede provenir de Argentina, aunque no lo político. "El gran obstaculizador del Mercosur es Argentina: le pone límites a las exportaciones con retenciones o brecha cambiara y a las importaciones con licencias no automáticas y dificultades de acceso a dólares", explicó Elizondo. Por eso, a pesar de la expectativa oficial, el experto descree de que "el déficit comercial vaya a reducirse con Lula".

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