El Fondo Monetario Internacional (FMI) le sugiere al Gobierno acumular Reservas internacionales de manera veloz. De acuerdo al borrador del Memorando de política económica y financiera al que accedió BAE Negocios, este año la autoridad monetaria debería juntar 5800 millones de dólares de reservas netas, frente al número negativo de 2021 (-1500 millones). En 2023, deberían ser 4000 millones y en el último año del programa, otros 5200 millones.

La acumulación de reservas está directamente relacionada con la pauta de crecimiento. El Gobierno se comprometió a marchar hacia una suba de la actividad en torno al 1,7% del PBI. 

“Nuestro programa macroeconómico de base prevé una expansión económica y un proceso de desinflación estables y sostenidos. Se prevé que el PIB crezca entre 3,5 y 4,5 por ciento en 2022 y converja en torno a 2,2 / 1,7 por ciento a mediano plazo”, puede leerse en el borrador que Guzmán envió a las autoridades parlamentarias para una primera lectura y que BAE Negocios publicó en exclusiva.

“Todas las variables para 2023 y 2024 son con un escenario de bajo crecimiento. Si crecés menos, acumulás más reservas. Y la verdad es que no tenemos resto. Si la economía se acelera, la chocamos”, ejemplificaron a este diario desde el BCRA.

La pauta de crecimiento siempre fue eje central en la discusión finita con el Fondo. “Ustedes no tienen ni los dólares para crecer al 4%”, sostenían desde el staff del organismo en noviembre del año pasado. Por eso pretendían una pauta del 2,5%, corregida hace poco a tres puntos.

¿Crecer y redistribuir?

Un país con el 40% de su población bajo la línea de pobreza, ¿resiste una reducción del déficit como la planteada en el pre acuerdo y bajos niveles de crecimiento? “Habría que crecer entre 3 y 4 por ciento de manera estable. Pero para eso debemos promover exportaciones, sustituir importaciones no esenciales y equilibrar la cuenta capital para lograrlo sin restricción externa”, explicó a este diario Alejandro Vanoli, ex titular del BCRA.

“Estamos avanzando en la legislación y la reglamentación para incentivar la inversión y las exportaciones en sectores estratégicos - incluyendo la economía del conocimiento (aprobada en 2020), los hidrocarburos, la minería, la agroindustria y la industria automotriz- en estrecha consulta con los actores interesados. Las estimaciones preliminares sugieren que estas medidas podrían aumentar las exportaciones en unos mil millones de dólares hasta el 2030”, sostuvo Economía en el borrador del pre acuerdo.

“Creo que falta la discusión por la distribución. Si se crece al 1,7% en base a hidrocarburos o la actividad primaria sin hacer una sola casa es una cosa pero si amplías la infraestructura del cuidado es otra. Crecer a partir de la actividad primaria puede resultar estable pero no vas a tocar ni un punto de la pobreza. El tema es cómo mejorar la actividad con la menor demanda de dólares posibles”, sostuvo Nicolás Pertierra, economista jefe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).

“El máximo condicionante que existe son las reservas”, insiste un integrante del equipo económico. La definición es clave, sobre todo porque Economía planteó en el borrador del memorándum que las “condiciones mundiales y regionales podrían empeorar, y eso complicaría las perspectivas para Argentina.” Es decir, se abre el paraguas por si no ingresasen todos los dólares necesarios. 

Ya sea que el escenario sea de mayores ingresos en las cuentas del Tesoro que garantizasen un mayor crecimiento, o todo lo contrario, el Gobierno sugirió que “recalibrará políticas” en consulta con el FMI.  

“Si los ingresos reales del sector público nacional (netos de coparticipación) fueren superiores a los programados, nos comprometemos a hacer uso de esa oportunidad para virtuosamente reducir el déficit fiscal de forma acorde”, escribió Economía en el borrador. Como indicaron desde el CESO, queda pendiente la discusión sobre la distribución del ingreso.