Por José Maldonado

Paralizado en sus funciones esenciales, sin nombramientos de segundas líneas que permitan poner en marcha programas y políticas públicas y todavía sin definiciones sobre los temas más importantes de la agenda social, como los programas de asistencia y contención de los sectores vulnerables. Ese es el panorama en el Ministerio de Capital Humano a seis semanas del inicio de la gestión a cargo de Sandra Pettovello en una súper cartera que absorbió varias reparticiones y que se enfrenta a una demanda cada vez más fuerte de movimientos sociales.

 

"Nos atienden segundas líneas que no tienen cargo ni firma. Nos dicen cosas que después no pueden cumplir. Y mantienen todo absolutamente paralizado, con la orden de no innovar. Desde que asumieron, para los comedores no pudieron concretar ni una sola compra porque no hay funcionario autorizado para hacerlo. Es un completo desastre", se queja el principal referente de una de los movimientos sociales que recorren a diario los pasillos del viejo edificio de Obras Públicas en la Avenida 9 de Julio.

La de la asistencia alimentaria es la arista más compleja de lo que parece ser una decisión clara de Petovello de ir hacia una parálisis de gestión derivada del ajuste en el gasto social del gobierno presidido por Javier Milei, que presagia una crisis con fuertísimo impacto en el conurbano bonaerense. En el Gran Buenos Aires, la red de comedores que administran organizaciones sociales como Barrios de Pie, Libres del Sur y el Movimiento Evita, entre otros, depende casi exclusivamente de la mercadería que entregaba hasta el 10 de diciembre pasado el ex-Ministerio de Desarrollo Social, una repartición que absorvió Capital Humano.

Entre los referentes sociales dicen que la situación se encamina a una crisis en las próximas semanas. "Nos atienden referentes de segundas líneas que no pueden dar respuesta porque no tienen firma. No se están haciendo compras", explican.

Somos Barrios de Pie, la agrupación que lidera Daniel Menéndez, ex funcionario durante la gestión de Victoria Tolosa Paz, ya anunció que el próximo martes iniciará un acampe frente a la Quinta de Olivos para reclamar que se libere asistencia alimentaria. El miércoles, la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) realizó una jornada de asamblea y ollas populares en todo el país que tuvo como epicentro un acto ante la sede del ministerio en cuestión, donde se entregó un petitorio con reclamos.

En los últimos días, funcionarios de Pettovello pidieron a las organizaciones sociales informes detallados sobre la red de comedores bajo la órbita de cada una de ellas, con la idea de modificar los formularios y el sistema. Pero la demanda, dicen los referentes, no puede esperar más. Desde la cartera, hasta ahora se mantuvo la entrega de otras ayudas sociales, como la Tarjeta Alimentar, compatible con la Asignación Universal por Hijo y la Asignación por Embarazo. Y en los últimos días también se anunció que se activaría un pago correspondiente al programa Acompañar, para mujeres en situación de violencia de género.

En espejo, la decisión de la gestión Pettovello con respecto a los planes, otro de los grandes temas de la agenda social, parece ser "no innovar" por los próximos meses. Hasta inicios de abril, todo seguirá igual con respecto al Potenciar Trabajo, el plan que durante el gobierno de Alberto Fernández llegó a tener 1,2 millones de beneficiarios y que estaba administrado por áreas ocupadas por el Movimiento Evita.

En Capital Humano adelantaron que, a partir de abril, el plan pasará a estar bajo la órbita de la Secretaría de Trabajo de la cartera. Hasta entonces, una de las decisiones de Petovello fue eliminar los certificados de asistencia que otorgan las organizaciones a los beneficiarios de los planes sociales con el objetivo de cortar con la intermediación, se anunció. Por el contrario, las organizaciones dicen que ya no piden los certificados porque no hay voluntad de acreditar la contraprestación laboral de los beneficiarios de los planes.