El gabinete de Martín Llaryora sigue en boxes, la bolsa de trabajo de Testa y el karma de Río Cuarto

El gabinete de Martín Llaryora sigue en boxes, la bolsa de trabajo de Testa y el karma de Río Cuarto

El gobernador electo achica el organigrama y crece la ansiedad en la tropa. Un exministro cordobesista, consejero VIP de Javier Milei. El reto de Juan Manuel Llamosas.

Por Yanina Passero.

El gobernador electo de Córdoba, Martín Llaryora, reaccionó con reflejos rápidos al nuevo humor imperante y avanza hacia una readecuación de su esquema original para la administración provincial. De las tres decenas de ministerios previstos quedarán unos 15. Son tiempos de gestos ante una sociedad que compró la reversión del clásico “que se vayan todos” de inicios del milenio.

Esta poda supone problemas del orden de la política. Algunas figuras ministeriales ya no lo serán y, para colmo, deberán reportar a aquellas personas que sí lograron escapar de los dientes de la motosierra. “Nadie sabe nada”, dice buena parte de la encumbrada dirigencia cordobesista que ingresa en tiempo de descuento.

Para colmo, el proceso se demora porque algunos cuadros técnicos de la provincia están negociando su incorporación al gobierno de Javier Milei. Con el libro de pases abierto, Llaryora debe tomar algunas precauciones.

Hasta el momento, de no mediar nuevas modificaciones, Desarrollo Social seguirá siendo ministerio bajo la tutela de un hombre de extrema confianza de Juan Schiaretti y bien valorado por el sucesor. Paulo Cassinerio seguiría en este baile de las sillas que cada vez tiene menos asientos.

Las últimas versiones indican que Laura Jure y Claudia Martínez pasarán a ser secretarias dentro de esa órbita. Hasta el 10 de diciembre, las funcionarias de estrecho vínculo con la senadora Alejandra Vigo son ministras de Hábitat y de la Mujer, respectivamente.

Otra dirigente que sonaba para elevar la jerarquía de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, Liliana Montero, seguiría bajo el paraguas del Ministerio de Justicia. En tanto, Obras Públicas -donde había quedado confirmado el exintendente de Colonia Caroya, Gustavo Brandán- podría integrarse a Servicios Públicos. Llaryora espera que su titular, Fabián López, termine con la rosca con “los Guillermos” de Milei (Francos y Ferraro, futuros jefes de Interior e Infraestructura) para ratificarlo otro período más al frente de la cartera que perdería Ambiente. Esa pata sí será ministerio, con Victoria Flores a la cabeza.

Tampoco se sabe el lugar que ocupará el intendente de Villa María, Martín Gill, a quien le habían ofrecido la nueva cartera de Cooperativas. En las últimas horas, trascendió que ese lugar sigue reservado, pero que otra opción que se analiza es el Ministerio de Ciencia y Tecnología o, incluso, la Universidad provincial.

Hasta ahora, la única certeza es que ese gabinete -que todavía sigue en boxes- tendrá que viajar a Río Cuarto el lunes 11 de diciembre. Con una pretendida necesidad de mostrar federalismo interno, Llaryora hará su primer acto como gobernador electo en la capital alterna de la provincia. Allí le tomará juramento a sus ministros y ministras e iniciará la nueva etapa que supone empoderar al interior cordobés.

La bolsa de trabajo de Testa

En el edificio del Ministerio de Obras Públicas de la Nación existe una oficina que ocupa Hugo Testa, histórico responsable de la cartera del gobierno de la provincia de Córdoba. Allí funciona un núcleo de eminencias en la materia que logró que alfiles de Javier Milei presten atención a sus consejos para el área de Infraestructura, que estará bajo el comando general de Guillermo Ferraro.

Este Consejo Interprovincial de Ministros de Obras Públicas que encabeza Testa está teniendo una gran actividad en las últimas horas. Incluso, el propio exministro cordobés, referente de este espacio, sonó como pieza fundamental del nuevo gobierno.

Hugo Testa, exministro de Obras Públicas de Córdoba.

Por ahora, su rol es de consejero, aunque hay quienes ya rotulan a esta mesa especializada como “lobista de la obra pública”. Incluso, hay referencias más cáusticas: “Parecen una agencia de recursos humanos, una bolsa de empleo”.

Lo cierto es que el rol protagónico que le asignan a Testa contribuye a la versión que sostienen en el Panal, como se conoce al Centro Cívico provincial, que Schiaretti se empecina en hacerles remarcar a sus voceros acerca de que nada tiene que ver con los equipos de Milei y que cualquier movimiento responde a decisiones individuales de quienes fueron parte de la orgánica provincial. Aunque todo parece indicar lo contrario.

Otra elección complicada para Llamosas

El intendente de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas, admitió ante su mesa chica que a las cavilaciones habituales sobre la fecha electoral se suma un factor extra: la incertidumbre sobre el nuevo gobierno de Javier Milei.

La única puja electoral de 2024 en Córdoba debería realizarse antes de que finalice junio, momento en el que también concluirá el primer semestre de mandato libertario. Ni Llamosas ni su entorno se animan a aventurar el escenario nacional en el que deberán desarrollar la campaña electoral.

¿Habrá crisis social? ¿Cuál será el impacto económico de las primeras medidas? ¿Todo irá bien? ¿Todo irá mal? Es imposible hacer predicciones en el nuevo mapa político que emergió de las elecciones presidenciales.

En el diseño de la estrategia electoral, Llamosas no quiere aventurarse. Ya no se trata resolver las candidaturas, llegar con el plan de obras y esos menesteres de la política en procesos de renovación democrática.

Juan Manuel Llamosas emitió su voto en plena pandemia.  Fuente X

Lo cierto es que no es la primera vez que el peronista enfrenta un contexto desconocido. El 29 de noviembre de 2020, la ciudad imperial eligió autoridades en medio de los protocolos rígidos por la pandemia de Covid-19.

Cossar rosquea nuevo núcleo

El legislador Marcelo Cossar fue uno de los primeros radicales de la provincia de Córdoba en apoyar la candidatura presidencial de Javier Milei. Con un pique rápido, el maratonista profesional decidió desmarcarse del conjunto boinablanca que eligió la neutralidad como escudo de una decisión compleja, al menos de la boca hacia afuera.

Diferencias de vieja data con los conductores de la fuerza, Mario Negri y Ramón Mestre, sumadas a una relación correcta con Rodrigo de Loredo que todavía no cuajó, Cossar entiende que llegó el momento de forjar una identidad propia hacia dentro de una UCR que, desde marzo de 2021 a esta parte, transita un proceso de renovación dirigencial de largo aliento.

En poco tiempo, las elecciones partidarias coparán la agenda y, para eso, el ex viceintendente de la capital acopia los papeles necesarios para inscribir un nuevo núcleo interno junto a un sector de la dirigencia de la capital. También está en contacto con la diputada Soledad Carrizo, que tenía los mismos propósitos, como ya contó este portal.

Todavía mantiene en reserva los nombres de las otras personas convidadas para la nueva misión que promete hacer más entreverada la vida partidaria del centenario partido. En pocos días, no alcanzarán los dedos de las manos para contar líneas.

El año que viene, en el primer trimestre, el radicalismo deberá resolver quién sucederá al frente del comité provincial al diputado negrista, Marcos Carasso. El calentamiento ya empezó y espera la escala previa en el Comité nacional.

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