El escándalo complica la relación de Zannini con Cristina y Máximo

El escándalo de la mutual Propyme complicó más la histórica relación de confianza entre la presidenta Cristina Kirchner y el secretario legal y técnico, Carlos Zannini , y desató sospechas en la Casa Rosada acerca de su posible relación con la financiera investigada, cuyo allanamiento frenó el juez federal Norberto Oyarbide por pedido de un funcionario del propio Zannini.
Según confiaron a LA NACION fuentes oficiales, Máximo Kirchner , el hijo de la Presidenta, le imputa a Zannini varios fracasos políticos. Esos encontronazos, que desencadenaron discusiones, obligaron a Cristina a tomar partido por su hijo, pese a que Zannini siempre integró la mesa chica de Olivos.

"Zannini está golpeado, pero no muerto políticamente", señaló una fuente oficial. Otros dirigentes eran más drásticos. "Cristina y Máximo están muy enojados con este escándalo y hasta podrían soltarle la mano", dramatizaron.

Pero su caída definitiva es difícil: Zannini conoce los entretelones del kirchnerismo desde que era mano derecha del fallecido ex presidente Néstor Kirchner.

¿Cuáles son las facturas que Máximo le pasó a Zannini? En la Casa Rosada señalan errores en la estrategia electoral que terminaron en la dura derrota en octubre último; el escándalo reciente de Fútbol para Todos, y las injerencias de Zannini durante la internación de Cristina cuando fue operada de un hematoma intracraneal a fines del año pasado. La interpretación en la Casa Rosada sobre el caso Propyme era que el juez Oyarbide le envió un enigmático mensaje a Zannini cuando declaró por escrito ante la Justicia que en diciembre suspendió un allanamiento a la financiera por una llamada del secretario técnico, Carlos Liuzzi, operador incondicional de Zannini y a quien había sobreseído en una causa por enriquecimiento ilícito.

En Balcarce 50 se preguntaban ayer si un sector de la SIDE enfrentado a Zannini habría influido en Oyarbide para salpicar al secretario legal y técnico. Además, no se explicaban por qué el dueño de Propyme, Guillermo Greppi, admitió ayer que llamó en persona a Liuzzi para frenar el procedimiento y qué vínculo tenían entre sí, más allá de la amistad de 30 años que invocó.

Además, los agentes policiales del operativo acusados de pedirle coimas a Greppi declararon que éste invocó una supuesta relación estrecha con Zannini, algo que Greppi desmintió (ver aparte).

En medio del malestar, tal como informó ayer LA NACION, la Presidenta bajó anteayer al despacho de Zannini en la planta baja de la Casa Rosada y conversó en forma muy tensa durante unos minutos. El secretario legal y técnico debió recibirla en la antesala porque estaba con reuniones con terceros y debían hablar en privado.

Según confiaron algunas fuentes oficiales, hubo duras recriminaciones, tras las cuales la Presidenta salió del despacho con un gesto de visible fastidio. El último choque de Máximo Kirchner con Zannini ocurrió durante el escándalo de Fútbol para Todos. Máximo y su agrupación La Cámpora criticaron ante Cristina en duros términos que impulsara el ingreso de la empresa Torneos, de Alejandro Burzaco, al mayor canal de propaganda política que Kirchner había inventado en 2009 para desplazar precisamente a Torneos de las transmisiones de los partidos de fútbol. Cristina esgrimió entonces la bandera de que "eran los secuestradores de los goles".

Además, los camporistas se quejaban de que Zannini recibía con asiduidad en su despacho al presidente de la AFA, Julio Grondona, y a Burzaco, tras lo cual avaló el despido de FPT de periodistas deportivos kirchneristas mimados por Máximo.

Por último, Máximo también objetó ante Cristina que Zannini avaló la compra a Torneos de los derechos de televisación de la Copa Mundial de Fútbol Brasil 2014. Finalmente, ante los desacuerdos entre Máximo y Zannini, Cristina terminó por desplazar a Torneos y FPT volvió a un formato similar al original.

La relación familiar con Zannini se resintió cuando Cristina fue internada el sábado 5 de octubre de 2013 en la Fundación Favaloro por un hematoma intracraneal. Los médicos de esa clínica aconsejaron aquel día mantenerla internada durante ese fin de semana hasta que fuera operada quirúrgicamente el 8. Pero Zannini presionó para que regresara a Olivos, tal como ocurrió luego, y ello causó fuertes discusiones con Máximo y su hermana, Florencia Kirchner. ß.

Comentá la nota