El Presidente acelera a fondo mientras recibe el desprecio de JP Morgan y el FMI. Logró cerrar con el PRO un acuerdo gris y espera consolidar una gobernabilidad que tambaleó los últimos días, en medio de una guerra entre karinistas y caputistas.
Por
JONATHAN HEGUIER
Javier Milei decidió pasar de la verba inflamada y los tuits rabiosos a ponerle la firma a una serie de denuncias que encabeza a título personal y no como Presidente (como en $LIBRA) contra periodistas críticos. Todavía no se le conoce la cara a un abogado, jurista o constitucionalista que asevere que esas demandas puedan prosperar. El circo sin pan tiene su lógica: el mandatario recibió dos rechazos esta semana caliente: JP Morgan y FMI.
El Jefe de Estado argentino arranca un largo sprint hasta las elecciones de octubre y necesita llegar con aire. Los últimos días dejaron entrever que "gobernabilidad" será una palabra que se repetirá por meses hasta los comicios. Tembló fuerte la zona de la Casa Rosada y no porque se haya desplazado la corteza terrestre. Los gobernadores avanzaron y el Gobierno sintió el golpe.
El escenario del ring fue la zona del Congreso, al que todavía le queda una actividad importante en las semanas que vienen que pueden hacer caer el superávit fiscal, que los gobernadores denuncian que es falso y con dinero robado de las arcas provinciales.
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El peligro de la gobernabilidad de los últimos días y el conflicto con los gobernadores puede ser multicausal pero la interna en Balcarce 50 aprovechó para volver a sobresalir. La lectura rápida fue aprovechada por los hombres y mujeres que rodean a Santiago Caputo. La culpa es de los Menem.
¿Qué significa eso? Que la mala estrategia, las relaciones inoportunas y los cierres electorales en las provincias detonaron la paciencia de los mandatarios provinciales y ahora el viento juega en contra. Los responsables de esa labor son los delfines de Karina Milei: Eduardo "Lule" Menem y Martín Menem.
El que ganó la interna temporalmente contra Caputo y su troupe es Sebastián Pareja. El armador de Karina en la provincia de Buenos Aires craneó un acto libertario en La Plata que gustó y mucho a los Milei. Y coronó la semana terminando de sellar el eterno acuerdo con el PRO.
El pacto se firmó, La Libertad Avanza logró convencer a los amarillos de que llevará mismo nombre y el color violeta y se dio casi en los términos que quería Karina Milei. Solo tuvo el lunar de que el PRO no se la jugará de lleno en su totalidad con los libertarios.
Los amarillos dejaron la puerta abierta a que varios que no quieren ir junto a LLA puedan cerrar con otros espacios. Esto habilitará a los Macri (sobre todo a Jorge) a impulsar otras listas por afuera y licuar la oferta de la derecha en PBA. Puede hasta ser una buena noticia para el peronismo.
Para disimular este descontento del PRO con LLA se explicó que no será una alianza libertaria sino un frente antikicillofista. Una forma de salir del embrollo al que estaban sumidos ambos partidos.
Milei volvió a caer en las encuestas e índices de confianza en los últimos días. Según un relevamiento de la consultora Equipo Mide, ya hay más opositores que oficialistas en nuestro país.
El estudio, además, reveló que la imagen negativa de Milei continúa en aumento por quinto mes consecutivo, una situación calificada como "la racha de negatividad más larga" de su gestión y que no pudo ser revertida ni con la ratificación de la condena a Cristina Kirchner.
La acumulación de presos por cuestiones políticas sube semana a semana con un Milei que busca aire para llegar a octubre y tachar las dudas sobre la gobernabilidad que surgieron en los últimos días. Se le vienen al mandatario momentos de temblores varios hasta las elecciones.
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