Un encuentro para consolidar la unidad de Fuerza Patria en medio de la crisis libertaria

Un encuentro para consolidar la unidad de Fuerza Patria en medio de la crisis libertaria

Cristina y Axel se reunieron durante una hora y media. Desde sus entornos aseguraron que el tono fue muy cordial, pero no hubo foto. El reencuentro asegura la unidad de Fuerza Patria en el tramo final de la campaña.

Fernando Cibeira

Luego del triunfo en las elecciones en la provincia de Buenos Aires, el gobernador Axel Kicillof había adelantado su intención de reunirse con Cristina Kirchner en su lugar de detención domiciliaria, el ya famoso departamento de la calle San José por el que desfila buena parte de la dirigencia justicialista. "Ningún problema con eso", avisó entonces. Según su entorno, ese mismo día pidieron la reunión a través del secretario de la ex presidenta, pero recién esta semana llegó la autorización del juzgado. Cristina y Axel finalmente se reunieron este miércoles durante una hora y media a solas y después distribuyeron un texto acordado con una generalidad, pero que concluía con el objetivo de "seguir sumando fuerzas para las elecciones de octubre". Aún sin foto, señal de que las diferencias no están saldadas, el reencuentro solidifica la unidad en Fuerza Patria en el tramo final de la campaña. Después de las elecciones arrancará otra historia.

 

 

En las últimas semanas, luego del bálsamo del resultado bonaerense y al compás del progresivo deterioro del gobierno de Javier Milei, las tensiones dentro de Fuerza Patria se acallaron. Los voceros más picantes de La Cámpora y el Movimiento Derecho al Futuro se llamaron a silencio o ablandaron sus posiciones para consolidar la sintonía dentro del espacio peronista, con la abarcativa consigna "frenar a Milei", que incluyó a todos. Pero que el gobernador no participara de la movilización por los 100 días de detención de la ex presidenta -pese a que publicó una reacción en las redes y se movilizaron las agrupaciones que se referencian en él- volvió a disparar los enojos. El reencuentro, entonces, servirá para disipar esa nube en las últimas semanas antes de las elecciones, donde tendrán que compartir actividades y un mensaje coordinado. 

Nadie tenía una respuesta cierta a la falta de una imagen que retratara el momento. Tal vez, evitar la sobreactuación. Sin dudas, hay un malestar personal que se profundizó el año pasado, luego de que Cristina sorprendiera al anunciar que buscaría la presidencia del PJ Nacional y Axel no saliera de inmediato a apoyarla, como imaginó. Trascendieron los calificativos bíblicos de "Pilatos" y "Judas" en boca de CFK y una tensión que se trasladó a la relación del Ejecutivo con los bloques camporistas en la Legislatura bonaerense. El cristinismo trabajó activamente para impedir que Kicillof desdoblara la elección provincial, con un argumento de estrategia electoral. El gobernador siguió adelante y propició un resultado impactante del cual el gobierno de Milei todavía no se pudo reponer.

Kicillof se puso aquella campaña al hombro y está procurando hacer lo mismo para el 26. Repetir el triunfo sería un gran espaldarazo para su proyección nacional hacia 2027, algo que irrita a Cristina y su entorno, acostumbrada a decidir las principales candidaturas. Quedan dos actos grandes por delante -el 8 de octubre, 130 aniversario del nacimiento de Perón, y el 17 de octubre, Día de la Lealtad- en los que las diferentes corrientes de Fuerza Patria deberán mostar capacidad de movilización y de coordinación para que todo salga bien. Con el gobierno de Milei en un tobogán, acosado por las noticias negativas y sin conseguir manejar la agenda ni siquiera con la ayuda de Donald Trump, la preocupación central en Fuerza Patria es no hacer nada que ayude al oficialismo a salir de esa situación. La reunión de este miércoles entre Cristina y Kicillof apuntó a dar esa señal hacia dentro del peronismo, con todo el esfuerzo puesto en asestarle un nuevo golpe al experimento libertario. Cumplido ese objetivo, se abrirá un nuevo capítulo. 

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