El sector empresario recibió con optimismo la decisión del Gobierno de abrir un debate sobre la posibilidad a un nuevo canje de deuda para los fondos buitre que demandaron al país. La 18º Conferencia Industrial Argentina organizada por la UIA, que comenzó ayer y termina hoy, también fue escenario para que los referentes de la industria evalúen el reciente fallo del juez estadounidense Thomas Griesa que obliga al país a pagar de inmediato y en efectivo los u$s 1.300 millones adeudados a esos fondos y la posterior apelación del Gobierno .

Si bien en ninguno de los paneles se tocó el tema, por los pasillos del minimalista Sofitel de Cardales (donde se lleva a cabo la conferencia), las opiniones en torno a las últimas resoluciones no tardaron en asomar. Aunque hubo un cuestionamiento generalizado sobre la disposición de los tribunales de Nueva York , lo cierto es que varios de los presentes consultados por El Cronista aplaudieron la medida que el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, confirmó ayer sobre la posibilidad de debatir una segunda reapertura del canje con condiciones similares a la propuesta de 2010. La actitud del Gobierno de dar marcha atrás con su intransigencia a pagarle a los fondos fue elogiada. Así, por ejemplo, lo consideró el gerente de Techint, Luis Betnaza, quien señaló: “se trata de un gesto de inmensa responsabilidad y pragmatismo admitir que estaban yendo por un camino que no funcionó y el hecho de tomar otro es a las claras algo positivo”.

También lo celebraron así desde el sector bancario. Sergio Galván, miembro de ABA y economista jefe de Santander Rio, fue optimista frente al accionar del Gobierno en la apelación y la calificó como “la prueba de amor que pedía Griesa”.

Con él coincidió José Urtubey, presidente de la conferencia y posible candidato para suceder a José Ignacio De Mendiguren al frente de la UIA en abril próximo, quien reconoció como un buen paso el camino de apelación. “La Argentina hizo bien en apelar de la manera en que lo hizo”, dijo, aunque consideró que el fallo de Griesa “fue una resolución sumamente excesiva”. En esta línea, Guillermo Moretti, vicepresidente de la UIA, también estuvo de acuerdo con el análisis y calificó como “una locura” una sentencia a favor de fondos “que apostaron a la especulación”

El discurso del empresario está en línea con los férreos argumentos oficialistas, convencidos de que esos fondos responden a grupos económicos que quieren hundir al país. Fue el propio ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quien disertó sobre el cierre, el encargado de esclarecer que el Gobierno sigue sosteniendo su postura: “hoy lo que estamos viviendo no es el cuco o el hombre de la bolsa, son los intereses de grupos poderosos que son tangibles en su presencia y en sus hechos”. Y sostuvo que los acreedores que demandaron al país “son enemigos de la actividad industrial”.

Pero no todos están de acuerdo con los pasos que hasta ahora llevó a cabo la administración kirchnerista en torno a los holdouts. Hay empresarios que critican en voz baja la postura del país y que cuestionan una “falta de cintura o manejo”, haciendo referencia a los reiterados dichos de los funcionarios sobre una negativa a pagar “un solo dólar” a los bonistas. “Si vos no pagas nunca lo que adeudas, que es un deber, las consecuencias están a la vista. Claramente tiene efectos sobre costos de financiamiento de los distintos actores económicos”, reprochó un importante empresario automotriz que prefirió anonimato.