Elogio del desacato

Elogio del desacato

Por Pablo Salgado

 

desacato. (De desacatar).

1. m. Falta del debido respeto a los superiores.

2. m. Irreverencia para con las cosas sagradas.

3. m. Der. En algunos ordenamientos, delito que se comete calumniando, injuriando, insultando o amenazando a una autoridad en el ejercicio de sus funciones o con ocasión de ellas, ya de hecho o de palabra, o ya en escrito que se le dirija.

Era una de las opciones. No sorprende. No es la primera vez que un juez municipal, con jurisdicción y competencia en estos temas, toma esta decisión. Rusia y Congo entre otros, estuvieron bajo esta misma figura, y recibieron luego multas diarias que van de los 10.000 hasta los 150.000 dólares, hasta tanto regularizaran su situación, o ganaran en apelaciones al paso del tiempo, o acordaran en otro marco y condiciones, y los afectados retiren las demandas. Eso podría ocurrir en enero de 2015. Nada terrible. Son cifras imposibles de cubrir para una persona, pero controlables, apelables y manejables, para un país. 

El Juez Griesa considera que Argentina entre en desacato desconociendo sus fallos y sus órdenes. La Cancillería insiste en que este tipo de determinaciones son excesivas, injustas, violatorias de la soberanía de los países, y, como si todo eso fuera poco, sin precedentes.

¿Cuáles son los verdaderos riesgos de esta medida? Fundamentalmente, la pérdida de credibilidad para el establishment internacional, para los países líderes, con el inevitable aumento de los costos y tasas de interés a la hora de salir al mundo a pedir créditos. Esa era una de las opciones que barajaba el gobierno, y estaba cerrando todos los frentes que impedían arribar a ese status: CIADI, Banco Mundial, monitoreo de índices con el FMI, Club de París, Repsol, etc. Cristina y Kicillof sortearon todos estos obstáculos, menos este. Y este es un obstáculo imposible de sortear, porque no hay espacio para la negociación. Es a todo o todo. Con costos incalculables de aceptar estas reglas, las de Griesa y Singer, que a esta altura, parecen lo mismo.

Argentina, en el 2001, estaba  sin crédito, fundida, con menos de 4000 millones de dólares de reservas, atacada, vituperada, denostada, sola, salió del pozo, pagó 198.000 millones de dólares de servicios de deuda, cuadriplicó reservas y PBI, y bajó la desocupación del 26% al 8%. Este escollo de hoy, ¿es más grande que todo aquello? ¿Nos encuentra tan debilitados como antes?

¿Y si pagamos? ¿Y si solucionábamos todo en 15 minutos acordando con los fondos buitres? Nadie, ningún economista, ningún político de la oposición, desde Nielsen hasta Pitrola, desde Castells hasta Macri, desde Espert hasta Chiche Duhalde, desde Artana hasta Ramal. Ninguno puede garantizar que al otro día no salte la cláusula rufo, y los bonistas que entraron al canje vengan a reclamarnos 500.000 millones de dólares.

La American Task Force Argentina, los periodistas pro buitres de adentro, Singer, los lobbistas por él contratados, todos expresan que, pagando, esto se arregla en una tarde. Podría ser la tarde en la que firmáramos el acta de defunción de la realidad nacional. Como un verdadero terremoto de proporciones bíblicas, se perderían todas las reservas, YPF y Vaca Muerta dejarían de ser nuestros, como todo lo que veas alrededor y que tenga que ver con el Estado: Bienes, servicios, acción social, fondos de la Anses, Progresar, Procrear, Procreauto, etc.

Los 28.000 millones de dólares de reserva, son hoy la herramienta que tiene el gobierno para mantener las riendas de la política económica, las intervenciones y acciones que lleva adelante para resistir los embates devaluatorios, para manejar la economía. Ese es el objetivo de los desestabilizadores. Cuando no pueden con los votos, buscar poder con la guita...

Volviendo a los significados de desacato: Griesa no me parece una autoridad superior a todo un país, un pueblo y una nación. Mucho menos reviste carácter sagrado su figura, y sus determinaciones. Con respecto al tercer punto, la verborragia nacional y popular muchas veces puede haber sido nociva para las negociaciones, pero nunca tanto como la decisión y el concejo cipayo de algunos de pagar todo, ha como de lugar.

Macri pagaría, Massa tiene un plan secreto que nunca conocemos, pero si hay que guiarse por los antecedentes, Sergio se ha caracterizado por visitar con asiduidad la embajada norteamericana, para "explicar el kirchnerismo", a los presentes. Casi como un grumete botón que cuenta lo que piensa por unas chirolas. Ese tipo quiere gobernar Argentina... Y Binner, devoto de la mano invisible, aclara que trataría mejor al país del norte. El sometido aclara de antemano, que le hará mimitos a su amo...

Tadeo Isidoro Cruz, en el cuento de Borges, descubre en un pajonal, junto a un grupo de policías, a un gaucho bravo que le debe cuentas a la justicia. Cuantas más heridas tiene, con más valentía pelea. Cruz siente que le pesan las jinetas, y que su espíritu de gaucho indómito regresa y lo invade. Grita, decide que no será más ese gaucho amancebado y volverá a su salvajismo y libertad nómade. Jura que no va a permitir que se mate a un inocente y valiente hombre, que solo se ha defendido. Se arranca el uniforme, y se pone a pelear al lado del gaucho Martín Fierro.

Esa historia apareció en mi el 27 de octubre de 2010, cuando moría Néstor Kirchner. Salir de la comodidad de la medianía y gritar apasionado a los cuatro vientos convicciones e ideología, para defender lo logrado. Hoy, el relato de Borges reaparece. A millones nos pesan las jinetas, de la no política, de la crítica sin ideas, del egoísmo de no pensar en los que menos tienen.

Grito. Hoy, hago un elogio del desacato. Hoy, ser un desacatado, es gritar a los cuatro vientos que no vamos a permitir que se lleven puesto un país, es renegar de los poderes establecidos y dictatoriales que rigen el mundo, es arrancarnos el uniforme, y ponernos a pelear al lado de un proyecto que, sin pedirte carnet de afiliación, recibe a todos los que tengan la misma idea: no hipotecar nunca más la Patria.

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