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CARLA PELLIZA

La interna en Chubut, una provincia clave para establecer un antecedente a futuro, no logra llegar a una resolución. Después de intentar un acuerdo mediante mesa nacional, hubo un encuentro el miércoles con la pretensión de ponerle punto final a la indefinición sobre el mecanismo para dirimir las internas sin PASO pero quedó en la nada y el desenlace podría llegar este viernes a la noche pese a que las posiciones de los dos bandos, macrismo y radicalismo, se mostraron como inflexibles. De no lograr un acuerdo, podría romperse la alianza, como ya sucedió en otras dos provincias de la Patagonia.

En Trelew, la ciudad del conflicto, se encontrarán los dirigentes de los partidos locales al caer la tarde, cerca de las siete u ocho de la noche. En esa reunión estarán, entre otros, Ignacio Torres, un senador PRO amigo de todas las tribus amarillas pero de preferencias claras por Horacio Rodríguez Larreta, y Damián Biss, presidente de la UCR provincial e intendente de Rawson. Los dos con pretensiones de disputar la gobernación.

El entredicho se planteó como muy simple pero muy complejo a la vez. Torres debería acceder a perder la ciudad de Trelew para asegurarse ganar la interna a nivel provincial. Pero en esa jugada le daría la chance de victoria a un candidato con varios vaivenes en la vida política, tantos que lo llevaron a pasar de la UCR a la mano de Mariano Arcioni, actual gobernador, y cosechó varias denuncias durante la pandemia, como ministro de Seguridad, por violación de derechos humanos. Esa persona es Federico Massoni, apañado por Biss, que se enfrentaría a Gerardo Merino, un boina blanca oficial, de la mano del senador PRO.

¿Por qué debería resignarse a perder Trelew? Torres, la semana pasada, le pidió a la mesa nacional que garantice la ejecución de internas abiertas en toda la provincia. Esto quiere decir, con afiliados a la alianza e independientes. Gerardo Morales, presidente de la UCR nacional, accedió a elevar el pedido a la conducción local que hizo una contraoferta. Para los radicales chubutenses, no habría problemas con este pedido salvo en esa ciudad.

Según el argumento de Biss, por cuestiones de tiempo y de costos, es imposible organizar una interna abierta en Trelew, que el 16 de abril elegirá intendente y concejales, siendo la primera prueba electoral. Con esa fecha en mente, el 15 de febrero deberán estar oficializadas las alianzas y un mes más tarde las listas. Este fue el planteo que llevó a la mesa fallida del miércoles y por el que no pudieron arribar a un acuerdo dado que Torres también quiere que participen los independientes.

La razón del senador macrista está basada en números. El padrón radical en Trelew es de alrededor de seis mil afiliados mientras que el del PRO ronda los cuatrocientos. O sea, matemáticamente, el macrismo no tendría ninguna chance de imponerse. Si se abrieran las internas para conquistar independientes, las probabilidades podrían crecer.

Más allá de eso, también empezó a pesar el antecedente de negociación interna nacional que podría beneficiar o perjudicar a uno u otro partido dependiendo de qué posición logre plantarse con mayor fuerza. Si triunfara la opción de internas cerradas, eso podría replicarse en otras latitudes y, en líneas generales, el PRO está en desventaja respecto a la UCR en materia de afiliados en gran parte de los distritos.

Una lectura radical graficó bastante bien esta situación. Cuando la UCR mermó su poder de fuego, el macrismo creció en los lugares en que el partido centenario cayó. La base de sustentación política apareció como la misma. El PRO nació de las cenizas de los boina blanca en la Capital Federal como representante de los intereses de la clase media tradicionalmente representados por el partido centenario.

En varios de los distritos donde comenzaron a imponerse los amarillos supo, en otro tiempo, ganar el radicalismo. En La Plata, en Bahía Blanca, en Mar del Plata y así sucesivamente. El PRO se hizo fuerte donde la UCR se debilitó. Al recobrar fortaleza después de la elección del 2021, ese crecimiento frenó un poco. Incluso, el macrismo perdió la fuerza de la renovación dirigencial que volvió, como contrapartida, a ganarla el partido centenario. Más allá, después, de los resultados que pueda cosechar cada uno.

Sin embargo, dado que la unidad de Juntos por el Cambio en Chubut dependerá de ese acuerdo, probablemente ambos sectores puedan llegar a un pacto para evitar la ruptura y sentar un precedente. Si no lo lograran y existiera un quiebre, la ola anárquica podría expandirse por distintos sectores del país ya que también hubo separaciones en Neuquén y Río Negro.