La oposición rechazó el decreto de Alberto Fernández que restringió fuertemente el sistema de libre elección de las obras sociales y que obliga a los trabajadores a permanecer al menos un año en la de su actividad antes de poder transferir los aportes.

La medida fue dispuesta este miércoles mediante un decreto que modifica el sistema. Se trata de un viejo reclamo de la CGT, que en las últimas reuniones con el presidente había insistido sobre la prohibición de la libre elección.

A partir de ahora, los trabajadores que inicien una relación laboral deberán permanecer un año en la obra social de su actividad antes de poder ejercer la opción de cambio de su cobertura médica y la transferencia de los aportes. 

Esto implica, por ejemplo, la imposibilidad de pasar los aportes a una prepaga. El gobierno mantiene un fuerte enfrentamiento con ese sector, que reclama que liberen aumentos de las cuotas para hacer frente a las subas de precios de los últimos meses. En las prestadoras privadas sospechan de un plan del oficialismo para vaciarlas y que el Estado las absorba.

La decisión fue duramente cuestionada por dirigentes de la oposición, que acusaron a Alberto de perjudicar a los trabajadores para mantener su alianza con los gremios.

El titular de la UCR, Alfredo Cornejo dijo que se trata de "un favor" del presidente para los gremios. "Algunos dirigentes gremiales ganan plata y los afiliados pierden derechos", se quejó el mendocino. En la misma línea, Luis Petri dijo que la modificación convierte a los trabajadores en "rehenes de los sindicatos y cautivos de sus obras sociales".

La diputada Graciela Ocaña, por su parte, dijo que con esto "se premia a las obras sociales que no dan servicio en detrimento de los trabajadores que hacen sus aportes". La ex ministra de Salud dijo que sospecha que se trata de "un pacto" de Alberto con los gremios para resistir el plan de Cristina de unificar el sistema sanitario.

Finalmente, el ex presidente del Banco Central Guido Sandleris dijo que la medida además de quitarle la libertad al trabajador, "se reducen los incentivos a que las obras sociales compitan ofreciendo mejores servicios para atraer desde el inicio al trabajador". "La medida premia a las peores obras sociales ya que ahora mantendrán cautivo al trabajador nuevo durante un año recibiendo así sus aportes y castiga a las obras sociales que se esfuerzan por ofrecer mejores servicios ya que no pueden competir por ese año inicial de aportes", agregó.