Córdoba lidera la ofensiva para limitar la venta de golosinas y choca con Farmacity

Córdoba lidera la ofensiva para limitar la venta de golosinas y choca con Farmacity

El Concejo comenzaría a tratar en 10 días límites a la exhibición de productos no saludables en las líneas de caja de supermercados y la cadena de farmacias.

El proyecto del concejal opositor Juan Pablo Quinteros de prohibir la exhibición y comercialización de golosinas y otros productos con alto contenido de azúcar en las líneas de caja puso en alerta a supermercadistas y cadenas de farmacias que buscarán impedir su sanción.

La propuesta de Quinteros tuvo gran aceptación en la comunidad médica y en el oficialismo de la Ciudad: el viceintendente Daniel Passerini dijo a LPO que esperan comenzar a tratarlo la semana posterior a la conformación de las comisiones, prevista para esta semana. La presidenta de la comisión de Salud será María Eva Ontivero, quien reemplazará a Nicolás Piloni, que conducirá Legislación General.

Passerini, quien es médico y ejerce, ya leyó el proyecto, le pareció "interesante" y confirmó que hará algunos aportes y sumará antecedentes para reforzar la base argumentativa planteada por Quinteros.

No es la primera vez que Passerini y Quinteros, quienes siempre estuvieron en roles distintos, respectivamente en oficialismo y oposición, trabajan de manera coordinada en normativas de salud: en 2018, Quinteros, férreo opositor a Juan Schiaretti en la Legislatura, se puso codo a codo con Passerini, uno de los líderes parlamentarios de Hacemos por Córdoba, durante el tratamiento y aprobación de la ley de electrodependientes.

En concreto, la iniciativa de Quinteros es prohibir en supermercados y farmacias de la ciudad de Córdoba "todo tipo de publicidad, exhibición y ofertas de alimentos con alto contenido de azúcar o jarabe de maíz de alta fructuosa en proximidades inmediatas y hasta 3 metros de las cajas registradoras de supermercados, hipermercados y farmacias". En los argumentos sostiene que este tipo de góndolas incentiva la compra impulsiva de productos que dañan la salud.

 

 

Quinteros fue obeso mórbido y llegó a pesar 145 kilos. Tras quedar al borde de la muerte durante la epidemia de la gripe A, se sometió a una cirugía y posterior tratamiento que lo hizo cambiar de plano su alimentación. Actualmente es deportista amateur y corre maratones. 

La Cámara de Supermercados salió a desacreditar el proyecto: primero, a través de Juan Carlos Martín, dijo que "el sistema de autoservicio vive, en gran parte, de la compra impulsiva"; y no sin intentar una ironía pidió que "multen a las empresas que fabrican caramelos".

Luego intentó emprolijar el discurso con un comunicado en el que calificó de "noble el fin de la iniciativa que apunta a la necesidad de promover distintas acciones que contribuyan a la reducción de los índices de obesidad, estimulando mejores hábitos alimentos y reduciendo el consumo de sustancias dulces", aunque aclaran que, desde su postura, "la problemática de la mala alimentación no trasciende por vender caramelos en la línea de caja".

"La razón fundamental por la que se colocan para su venta este tipo de productos (en la zona de cajas) no son solamente comerciales, sino también de seguridad, ya que en estos lugares se colocan otros productos costosos que por su tamaño o costo los hacen vulnerables a hurtos", agregó la Cámara de Supermercadistas.

 

Quinteros salió al cruce de estos argumentos: "Buscamos ordenar la comercialización de este tipo de productos pero de ningún modo prohibir su venta. Es un principio de salud pública y, en este sentido, esto debe estar por encima del afán de lucro de estos sectores fomentando un consumo inducido de productos no saludables". Y agregó: "Les recomiendo que analicen las estadísticas en Argentina de sobrepeso y obesidad en especial en niños y niñas, ahí se acaba la discusión. Esta no es la solución del problema, pero es un primer paso de los muchos que hay que dar".

La cadena Farmacity hasta ahora guardó silencio: aunque tiene varios rounds ganados a nivel nacional respecto de la prohibición de vender golosinas en sus locales, esta ordenanza, en caso de que sea sancionada, no se lo impediría, aunque le impondría no exhibirlas en los metros finales de la compra.

 

Por Juan Manuel González

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