Conurbano: La extensión de la cuarentena quebró la relación entre Kicillof y los intendentes

Conurbano: La extensión de la cuarentena quebró la relación entre Kicillof y los intendentes

Mientras los allegados al gobernador aseguran que "hizo todo lo que pudo, pero el presidente no dio el brazo a torcer", los distritos más críticos advierten que la situación no da para más. "O reactivamos la economía o el hambre va a vencer al miedo al coronavirus", amenazaron.

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Los allegados al gobernador de la provincia de Buenos Aires aseguran que hizo lo que pudo, pero que el presidente Alberto Fernández no dio el brazo a torcer. Los intendentes advierten que la relación entre ellos y Axel Kicillof se congeló por completo al no sentirse representados en sus reclamos de reactivación de la economía y ahora tratan de forma exclusiva con La Cámpora.

La reciente reunión entre el presidente y Cristina Kirchner, en la que hubo más de un roce y varios reproches, casi todos basados en los potenciales conflictos sociales del conurbano bonaerense, le otorgó luz verde a los intendentes para levantar la voz y dejar ver una grieta entre ellos y Kicillof que pareciera agigantarse con la decisión de Alberto Fernández de extender la cuarentena.

“Esto no explota porque la gente tiene miedo de contagiarse si se junta, pero el hambre es más fuerte que el coronavirus”, aseguró hace apenas unas horas un poderoso dirigente de Avellaneda. De poco y nada sirvió que el intendente Mario Ishii haya gritado desde un improvisado escenario en plena calle que “podrían morir entre 4 mil y 5 mil personas por este quilombo”. Por más buena gestión local, la mayoría de los ciudadanos de su municipio no trabajan desde el miércoles 18 de marzo, y sin trabajo no hay ingresos.

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Las medidas de alivio a los sectores más vulnerables que tomó el gobierno hasta el momento han resultado ineficaces. Apenas el bolsón de comida pareciera apaciguar los ánimos, pero lo que se asegura que debe durar “al menos una semana” no alcanza ni para tres días. En Los Hornos, ubicado en las afueras de La Plata, tuvieron que apaciguar con comida un levantamiento de 160 familias.

Lo que el gobernador Kicillof sí explicó en su reunión con el presidente fue que el motor laboral del conurbano son las pymes, esas mismas que en los primeros días del mes no pudieron pagar los sueldos y que esperan para la primera semana de mayo un escenario todavía más desolador: muchas de ellas ni siquiera van a seguir estando.

“El dilema entre salud y economía es un mito”, aseguró el gobernador, en una de las frases más picantes que dejó, evidenciando un claro distanciamiento con el presidente Fernández. Es que, en el conurbano, literalmente es así. Si la economía falla y las pymes comienzan a caer, como ocurre actualmente, el grueso del empleo en los distritos más críticos “caerá como un piano”, en palabras del economista José Luis Espert, el mismo que advirtió que “hay una gran subestimación del presidente con respecto a las consecuencias económicas de la cuarentena”.

Los intendentes entendieron que Kicillof no supo o no pudo ponerse firme en el reclamo por reactivar la actividad económica y que los platos rotos, en definitiva, los pagarán ellos. La relación con el gobernador es prácticamente nula y todas las comunicaciones están siendo canalizadas por La Cámpora, especialmente en la figura de Andrés “Cuervo” Larroque.

Ya no hay cuenta regresiva, dado que ésta, para la provincia de Buenos Aires, tocará el cero el día 13 de abril que, se sabe, no marcará el fin de la cuarentena. Sólo una temible certeza sobrevuela el conurbano bonaerense: hoy por hoy, lo único que vence al miedo al coronavirus, es el hambre.

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