Contacto en Francia con el topo del HSBC

La comitiva compartió con el ex informático del HSBC y legisladores franceses un coloquio en el Senado de ese país donde analizaron las estrategias que utilizan las empresas para concretar el fraude fiscal y la fuga de capitales.

El capitalismo financiero nos ofrece un exquisito momento de igualdad globalizada: no sólo les roba a los pobres y a los emergentes sino, también, a través del fraude fiscal y la fuga de capitales, a los ricos. Dos días de debates y testimonios densos con la Argentina como plato fuerte bastaron para corroborar que la cruzada de Buenos Aires contra los bancos que organizan la evasión fiscal es un problema mayor en Occidente. Como lo recordó el economista Christian Chavagneux, se calcula que en Francia la fuga de capitales asciende a 80 mil millones de euros. Los grandes bancos franceses, Société Générale, BNP Paribas, etc., cuentan con unas 500 filiales en los paraísos fiscales. Lo que empezó el miércoles en la Embajada Argentina de París con un encuentro entre los miembros de la Bicameral encargada de investigar la fuga de capitales y la ex empleada de la Unión de Bancos Suizos (UBS), Stéphanie Gibaud, terminó ayer con un apasionante coloquio organizado en el Senado francés. Durante este debate presidido por la diputada socialista de París Marie-Noëlle Lienemann los integrantes de la bicameral sesionaron en una sala del Palacio de Luxemburgo para escuchar las declaraciones de Hervé Falciani, el ex empleado del banco HSBC que proporcionó la lista de los más de 4000 clientes que operaban con ese banco con cuentas no declaradas. Falciani recordó que “en el seno de los bancos se desarrollan técnicas que, sin control, permiten todos los abusos”, tanto más cuanto que, siempre según Falciani, “los bancos no sólo ayudan a la evasión sino también al blanqueo de dinero”.

Una y otra vez, los participantes expusieron el manual de astucias que tienen los bancos para disimular los haberes de sus clientes. Luego de haberlo explicado en la tribuna, Christian Chavagneux contó a Página/12 cómo algunos paraísos fiscales usan la legislación para atraer el dinero y mantener las transacciones en secreto. Por ejemplo, como los bancos están ahora obligados a declarar a los propietarios de las transferencias, paraísos fiscales como el de Saint Kitts (situado en las Antillas) ofrece la ciudadanía a cambio de una inversión de 250.000 dólares en el sector de la caña de azúcar: “Con este método, el banco declara a Saint Kitts las sumas viajeras y nadie se entera de nada”.

Falciani relató a la bicameral que “las tecnologías de la información y los métodos informáticos están en el corazón de la trama. Detrás de las operaciones bancarias siempre hay un sistema informático”. Frente a esto, el diagnostico de la diputada ecologista Eva Sas fue sin ambigüedad: “El sistema financiero no puede luchar contra el blanqueo y la evasión fiscal, ni tampoco controlar las transacciones”. La mayoría de los participantes coincidió con el análisis de que “la lucha contra la evasión fiscal en Europa es inoperante”, que no existe un “remedio milagroso para detener el fraude, aunque sí se lo puede reducir” (Vincent Drezet, sindicalista de los servicios fiscales de Francia).

Google transfiere sus beneficios a las Bermudas, la oficina más grande de la sede de la UBS está consagrada a Grecia, los países del Golfo y China participan e influyen negativamente en todos estos movimientos fraudulentos mientras que “los comportamientos no éticos de los bancos se han vuelto una norma” (Emmanuel Maurel, eurodiputado socialista, miembro de la comisión especial Taxe del Parlamento Europeo.) Los diagnósticos son nefastos. La Argentina, en suma, no está sola en esta lucha a la que ingresó con este gobierno y su postura es reconocida como ejemplar por dirigentes políticos y economistas franceses.

Ricardo Echegaray, titular de la AFIP, recordó que “la lucha por la transparencia fiscal no es un tema liderado exclusivamente por los países del primer mundo”. A este respecto, en diálogo con Página/12, el eurodiputado PS Emmanuel Maurel señaló que “en el caso específico de la Argentina cometimos una falta: hemos dejado que la Argentina se hiciera chantajear cuando en realidad hacía falta que la ayudásemos y fuésemos solidarios. Siempre me pronuncié por defender a la Argentina en este combate. Vi cómo este país, gracias a la movilización de su población, levantó cabeza. En todo caso, Europa tiene un deber y está obligada a cooperar con estos temas con los demás continentes. Es un problema mundial y tiene que ser solucionado a nivel mundial”. Tanto los integrantes de la comisión bicameral (Roberto Feletti, FpV-Porteño; Carlos Heller, Nuevo Encuentro; Luis Cicogna, FpV; Ricardo Buryaile, UCR; Marcelo D’Alessandro, Frente Renovador; Pablo González, FpV; Rodolfo Urtubey, FpV; Graciela de la Rosa, FpV; Mario Cimadevilla, UCR; Roberto Basualdo, Peronismo opositor) como Echegaray manifestaron su reconocimiento a la administración fiscal francesa por su colaboración.

Echegaray decidió leer en francés el texto de su ponencia y el público agradeció con aplausos. El titular de la AFIP volvió a puntualizar que “sin recaudación no hay Estado” y recapituló los avances alcanzados bajo los mandatos de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner y reconoció que “somos conscientes de que no va a ser fácil recuperar los 3500 millones de dólares (evadidos a través del HSBC), pero es el único camino que conocemos para luchar contra la evasión fiscal y regular las finanzas”. Echegaray también llamó a la “comunidad financiera internacional y a sus entes reguladores y de control” a respetar las recomendaciones elaboradas por la OCDE (Organización de Cooperación y desarrollo económico). Este paquete de principios comprende desde la prohibición de recurrir a cuentas anónimas, pasando por la identificación de los clientes, hasta el análisis minucioso de las prácticas que traban el acceso a la información.

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