Congreso: puja entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio por la Emergencia COVID

Congreso: puja entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio por la Emergencia COVID

Esta semana el oficialismo buscará iniciar el tratamiento en comisión, donde se conseguiría el dictamen de mayoría. El gobierno cree que hay votos para aprobar el proyecto, pero la oposición confía en su capacidad de boicot.

En Diputados, el Frente de Todos buscará comenzar esta semana con el tratamiento de la Emergencia Covid. Aún no hay fecha precisa pero esperan debatir en comisiones el proyecto que envió el presidente Alberto Fernández al Congreso y que ya cuenta con la media sanción del Senado, donde el oficialismo es mayoría y donde le hicieron cambios para buscar los consensos necesarios en la Cámara Baja. Sostienen que hay números para aprobar la iniciativa que fija un semáforo epidemiológio para impulsar medidas restrictivas de forma automática, pero Juntos por el Cambio volvió a manifestar su rotundo rechazo porque, consideran, no es hora de debatir confinamientos sino herramientas que faciliten la llegada y compra de vacunas por distintos actores.

Dentro de las opciones, se barajó la posibilidad de que el martes las comisiones de Asuntos Constitucionales y Salud se reúnan en un plenario para darle inicio al debate que culminará, si los números acompañan, con la firma del dictamen de mayoría y su llegada al recinto. Ajustado, el Frente de Todos debería poder pasar esa primera etapa sin inconvenientes para enfrentarse al problema mayor: conseguir el quórum para habilitar el tratamiento ante el pleno del cuerpo. Luego, llegará el momento del poroteo aunque arriesgan que los números estarían.

Varios temas técnicos ingresan a escena: por un lado, definir si la firma del dictamen será presencial o virtual. De ser remota, el presidente de cada comisión necesitará el acompañamiento de su vice, algo que no conseguirán con Cambiemos. En caso de realizarse de forma presencial, ese obstáculo quedará saldado y el oficialismo podría avanzar. Pero allí aparece otra cuestión a resolver en tiempos acotados: la necesidad de organizar la logística de los viajes y los hisopados de los diputados de cada comisión.

Otra de las cuestiones a definir es el mecanismo. Algunos comenzaron a arriesgar una jugada rápida por parte del oficialismo: dictaminar esta semana y la próxima llevar el texto al recinto o dictaminar la semana próxima y al día siguiente buscar la sanción definitiva. Con una sesión especial, no haría falta más que el quórum para habilitar el debate. En un momento, incluso, se especuló con una mega sesión a todo trapo, con el tratamiento de la reforma de la ley del Ministerio Público Fiscal, algo que hoy parece mucho más irreal.

Más allá de estas cuestiones organizativas, desde Juntos por el Cambio ya adelantaron a este medio su postura de "rechazo" con un dictamen de minoría que tendría ese espíritu, aunque profundizarán su visión en cada uno de los artículos a debatir en revisión. Una diputada opositora consultada por El Destape aseguró que el proyecto se debería denominar "facultades delegadas" e hizo hincapié en una que "no nos pertenece, como las escuelas". Al no tener injerencia en la educación, "sería inconstitucional". Además, anunció que no quieren darle al Gobierno nacional la potestad de cerrar establecimientos de enseñanza.

Uno de los cuestionamientos más fuertes irán por este lado. Plegados a la máxima cambiemita de "la educación presencial es lo último que se toca", la fuente consultada interrogó cómo puede ser que el Gobierno piense en realizar la Copa América en la Argentina y no abra escuelas. "¿Ahora resulta que la derecha es la que está a favor de la escuela pública?", se preguntaron desde el Congreso. Para la oposición, en realidad no es momento de discutir restricciones sino facilidades para lograr la llegada masiva de vacunas.

No van a acompañar porque, entienden, no es necesario para gestionar la pandemia en este momento porque hasta ahora, dicen, la gestión siempre fue unilateral sin convocatorias amplias a la oposición, ni siquiera para compartir responsabilidades. Los encuentros con Horacio Rodríguez Larreta no llegaron a gustar dentro de la alianza opositora. Califican al jefe de Gobierno como un "amigo" de Alberto Fernández durante la primera etapa de la cuarentena 2020, algo que le generó muchas rispideces internas al mandatario porteño pero que logró subsanar - o empezó a encauzar el barco - cuando confrontó por la quita de puntos coparticipables.

Sostienen que Fernández envió el proyecto porque se le "vino la noche" cuando conoció el fallo de la Corte Suprema a favor de la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires. La batalla había sido iniciada por el propio Larreta - lo que fue el segundo round de la pelea con el Presidente - cuando Nación le dijo que tenía que cerrar colegios por la pandemia. 

Ahora, dicen en Juntos por el Cambio, hay que cambiar el eje y hablar de vacunación, no de restricciones. Si bien es sabido que las medidas de confinamiento recién muestran resultados  a los quince días, desde la oposición cuestionan que en estos nueve días de fase 1 hubo un aumento de casos positivos porque la ciudadanía está cansada. Disposiciones como las actuales, explican, sólo pueden aplicarse en períodos cortos de tiempo.

Por eso, quieren que el Gobierno cambie el foco y, sin un proyecto claro por parte de la oposición, se centre en las vacunas. Tal vez una comisión de negociación con los laboratorios o ayuda de Nación para que las provincias puedan acceder a las dosis. Para ellos, Fernández monopolizó la compra de este antídoto al firmar contratos con empresas o Estados que sólo le venden a Estados nacionales, cerrando la puerta a un vínculo con Pfizer con intensos cruces. Todavía quieren saber qué fue lo que pasó y por qué no llegaron los insumos de la compañía norteamericana, ni esa ni otras como Moderna o Jhonson & Jhonson. Para conocer los detalles, no sólo pidieron la presencia de empresarios, sino también la del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en el Congreso.

Por su parte, Gustavo Menna, diputado de la oposición y vicepresidente de la comisión de Asuntos Constitucionales, adelantó su postura en una nota de opinión publicada en el diario La Nación que reenvió a este medio para manifestar su postura. Allí aseguró que el proyecto se entromete en el ámbito de la libertad individual y apuntó que "desde el 10 de diciembre de 2019 se han emitido más decretos de contenido legislativo que leyes. Y ante la ineficacia de las medidas que se vienen tomando para hacer frente a la pandemia el Gobierno insiste en más de lo mismo: delegación de poderes legislativos hacia el Poder Ejecutivo".

Menna entiende que "el proyecto da directivas a los gobernadores de provincia como si fuesen dependientes del Estado Nacional y no funcionarios electos por la voluntad del pueblo de sus provincias" y que el proyecto "desbarata" el federalismo. Además, insistió en la calificación de "superpoderes" y aseguró que "el proyecto pretende la delegación de atribuciones del Congreso en órganos y organismos distintos del Poder Ejecutivo, no contemplados en la Constitución. Así, aparecen delegaciones a favor de gobernadores, del jefe de Gabinete de Ministros, del Ministerio de Salud, del Consejo Federal de Salud y hasta de la Dirección Nacional de Migraciones. Se deshilacha al Congreso".

 

POR CARLA PELLIZA

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