Antes de comenzar su discurso a bordo de un vagón chino de una de las nuevas formaciones que circulan desde hoy en el ferrocarril Sarmiento, la presidenta Cristina Kirchner generó con tono de broma un comentario que dicho en ese lugar resultó muy poco feliz. 

"¿Están todos ubicaditos? Miren que tenemos que hacer rápido porque si no viene la próxima formación y nos lleva puestos...", dijo entre risas en uno de los vagones de los trenes que comenzaron a circular hoy en la fatídica línea. El silencio sepulcral que siguió al comentario dejó más en evidencia lo desatinado del chiste de Cristina, que tardó unos segundos en continuar su discurso. 

Luego, ya embalada, la Presidenta intentó corregir sus propios dichos alabando el sistema de frenado de los nuevos trenes, factor que generó de dos años a esta parte varias tragedias encadenadas en Once y Castelar.

Y refutándose, dijo: "el sistema de frenado no depende ya del motorman solamente, sino que como está conectada la locomotora con todo el sistema de señalización a lo largo de todo el trayecto, cuando hay una luz colorada prendida dos estaciones anteriores, el tren se frena automáticamente". 

Un poco nerviosa, la Presidenta no logró sincronizar del todo su alocución y mezcló algunas cuestiones técnicas, ciertamente confusas para su estándar habitual de precisión: "El frenado automático es de origen sueco... (pero) éste es de origen alemán; el anti acaballamiento es de origen sueco y todo el sistema de transmisión es Mitsubishi de origen japonés. Son trenes construidos en China en tiempo récord, además".

Y más allá de aquel primer comentario, dejó también algunas otras frases desafortunadas. "Ya nadie va a poder viajar colgado del tren, porque el tren no arranca si las puertas no están herméticamente cerradas. Esto es un sistema de seguridad y de dignidad. Los que quieran hacerse los valientes vayan a hacerlo a otra parte", afirmó sin tener en cuenta que los que viajan colgados en realidad lo hacen por lo colapsado del sistema y no por valientes.

"Para mí que he visto tantas veces, desde cuando era chica, viajar a la gente colgada del tren, o sentada en el estribo por una cuestión de que les gustaba tomar aire, la verdad que me parece un salto cualitativo sin precedentes", insistió Cristina, que los nuevos trenes "son casi aviones".

Finalmente, la mandataria se refirió a los conductores de los trenes, a los que desde el Gobierno culparon por los accidentes en el Sarmiento. "El motorman va a poder ver desde su cabina lo que sucede en cada vagón. Además, creo que también es transparente la cabina del motorman, o sea que el motorman va a estar mirando a los que viajan y los que viajan van a poder saber qué hace el motorman", indicó. 

Cristina encabezó el breve acto junto al ministro Florencio Randazzo, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, los intendentes de Morón, Lucas Ghi, y de Moreno, Mariano West, además del titular de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia.